09

763 144 57
                                        

Era sábado, pero no como cualquier otro. Hoy, los pacientes de esta institución tenían permitido quedarse el fin de semana con algún familiar, ya que el hospital estaba en un periodo de reparación cooperativa.

¿Qué quiere decir eso? Pues sencillo: durante este fin de semana, no podía haber ningún paciente en el hospital porque se estaban realizando arreglos materiales. Así que decidieron darles la oportunidad a todos los pacientes, y por supuesto al personal del centro, de pasar el tiempo fuera de las paredes del hospital.

No tenía planes para hoy. Min-youn se encontraba en la casa de una de sus amigas y no vendría a dormir. Así que supuse que sería un día aburrido. Pero entonces, una idea cruzó por mi mente: ¿Taehyung tiene con quién ir hoy?

[...]

—Vamos, Kim —dijo uno de los guardias mientras lo sujetaba del brazo y lo sacaba de la habitación.

—Por favor, déjame aquí... yo... yo no tengo a dónde ir, no tengo familia —respondió Taehyung, su voz temblando mientras intentaba resistirse.

—Claro que tienes a dónde ir. Nos han indicado dónde te debemos dejar —replicó el guardia más bajo con un tono burlón.

Así fue como Tae salió de aquellas rejas y fue llevado a un lugar del que no tenía idea. El trayecto en auto fue silencioso, y aunque los hombres encargados del paciente hablaban entre ellos, Taehyung se sentía cada vez más ansioso por no saber qué pasaría a continuación.

Finalmente, después de unos minutos, llegaron a una cafetería. Los guardias lo empujaron suavemente hacia la entrada.

—¿Puedo preguntar qué hago aquí? —preguntó Taehyung, mirando a su alrededor con desconfianza.

—Vaya hombre, ¿no te gustan las sorpresas? —dijo el guardia más bajo, sonriendo de forma burlona.

Al terminar esas palabras, una figura femenina apareció en la distancia, acercándose con pasos firmes. Taehyung frunció el ceño al reconocerla.

—Cho Jae, ¿qué haces aquí? —la preocupación invadió su mente. Sabía que nada bueno podía traer esa mujer.

[...]

—¿Señor, puede venir? —pregunté mientras señalaba al hombre que se encontraba al otro lado de la sala.

Confundido, se acercó a mí y detuvo sus pasos frente a mí.

—Kim Tae Hyung, el paciente diagnosticado con esquizofrenia. ¿Dónde está? —preguntó con un tono urgente.

—Oh... el joven Kim fue trasladado a un centro social, creo que a la cafetería que hace esquina con la tienda de mascotas —respondí, tratando de mantener la calma.

—¿Cómo? ¿Quién lo llevó ahí? —su voz se tornó más intensa.

—Mire, no estoy muy seguro, pero creo que una mujer dijo que haría un encuentro con él y que se verían allí —le expliqué.

Dos preguntas invadían mi mente en esos momentos: ¿Quién eres? ¿Qué te traes con Taehyung?

Salí del lugar y me dirigí rápidamente a esa cafetería. Al llegar, le pregunté a una de las jóvenes que atendían el local si habían visto a Tae. Le mostré una foto y, al principio, creía no haberlo visto, pero luego me lo confirmó.

—Ese chico estuvo aquí. Venía acompañado por dos hombres con una vestimenta extraña, algo de hospital al parecer —dijo la joven.

—¿Y...? —insistí, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a apoderarse de mí.

—Luego llegó una chica de unos 23 años más o menos y salieron juntos —respondió ella con indiferencia.

—¿Pero cómo reaccionó Tae al verla? —pregunté, sintiendo que el corazón me latía más rápido.

Esquizofrenia/KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora