Park Jimin se despierta en un lugar completamente extraño. Tiene fiebre, su mente no está clara, su cuerpo se siente pesado y cansado.
Park se sentó y se frotó las sienes. Parece tener algunos fragmentos en blanco...
Muy probablemente molestó a alguien.
Park Jimin miró hacia arriba y miró también a su alrededor. El estilo de decoración del dormitorio es minimalista y moderno con las paredes blancas y algunas franjas negras. Un muro a la derecha tiene incrustaciones de vidrio y puede verse completamente su balcón iluminado. Un rápido vistazo hacia abajo le hace percatarse de que tiene el patio lleno de varios modelos de autos deportivos y vehículos todo terreno.
El médico seguía ayudándole con sus problemas. No era una novedad.
Park intenta levantarse de la cama, pero ve que la puerta del dormitorio es empujada con cuidado. Se abre muy lentamente para su gusto y Park Jimin no puede evitar contener la respiración. La perilla giró, Kim Namjoon le dio un último golpe con su pierna y no vio que Park Jimin ya se había acomodado. En el segundo siguiente, la puerta se estrelló contra la cabeza de un perro esponjoso y blanco. Kim Namjoon no pudo contenerlo más, bajó la cabeza, se aclaró la garganta y despegó los dientes:
—¡Monie! Vamos, deja de ser tan curioso. Te he estado diciendo que no. ¡Ve abajo!
Park está a punto de reírse a carcajadas. Le sorprende que un perro tan grande sea tan flexible. Simplemente entró y se aventó contra la cama.
Es un hermoso perro Samoyedo.
Kim Namjoon tiene un tazón de avena en la mano, y ve a Park Jimin despierto. Hay rastros de lágrimas en sus mejillas...
—No muerde, es demasiado grande, pero no tengas miedo.
El perro ya está olfateando a Park, le pone el hocico y mueve la cola tan rápido que ya parece un ventilador. Acaricia detrás de las orejas del perro, mira a Kim Namjoon y comienza a reírse otra vez:
—No le tengo miedo, me gustan los animales.
Jimin se aproximó a una esquina. Las grandes garras del Samoyedo se apoyan en su pie.
Kim Namjoon se veía amable y gentil. Se apresuró a ir a un lado de Jimin y le entregó entonces el cuenco:
—Aquí tienes. Una estupenda papilla de mijo. Creo que el sabor está bien.
—Siempre te preocupo así todos los días...
Kim Namjoon se sentó junto a Park Jimin, y el perro se bajó para extenderse en una manta de piel bajo la cama. Las pupilas de Kim Namjoon y las del Samoyedo son muy similares en color. Son redondos y suaves ojos de un marrón terroso. Mira a Park Jimin y sacude la cabeza:
—¿Los amigos no se ayudan?
—No es eso...— Park Jimin sacudió la cabeza, entrecerrando la mirada. Parecía estar trabajando duro para organizar sus ideas. —Quién tiene problemas siempre es una carga... Pero estoy muy feliz, no he hecho nuevos amigos por mucho tiempo.
Kim Namjoon suspiró con una enorme sonrisa, incitándole a que comiera y tomara sus medicamentos después:
—Entonces quédate aquí por unos días más.
Jimin se sorprendió, pero luego le sonrió. Bromeó:
—Olvídalo. No tengo tanto dinero como para alquilar un médico personal.
—¿No es difícil para ti estar solo en tu casa?
Las palabras de Kim Namjoon tienen algunas intenciones ocultas, pero de igual manera trata de ser discreto.
Park Jimin está indeciso, obviamente no quiere hablar demasiado.
—Te quedas aquí y mañana vamos al hospital a buscar la medicina.— Kim Namjoon no está tratando de intimidarlo, pero es cierto que está intentando convencerlo con todo lo que tiene. El Samoyedo parece estar de acuerdo con sus planes. —Desde aquí, el camino es más corto. Podemos caminar.
—Doctor, en mi casa hay cuatro gatitos que esperan que los alimente.
Kim Namjoon no cree demasiado en la excusa de los gatos, pero entiende qué tal vez está perdiendo la batalla y dice:
—De acuerdo, entonces dame un momento en lo que ordeno unos papeles. No te preocupes, descansa un rato mientras tanto y después te llevo de regreso.
Park Jimin estaba a punto de negarse, pero Kim Namjoon fue más rápido y se alejó.
Es difícil para Park creer que realmente hay médicos a los que no les disgustan los animales. Monie parece haberse acostado sobre sus piernas, bosteza y sabe que, si se duerme, no podrá quitarlo de allí por un tiempo largo. Acaricia la cabeza del perro, come la papilla de mijo y pronto, tal vez por las dos cosas, su estómago se siente cálido y lleno. La cama es muy suave, la temperatura del aire acondicionado es perfecta y pronto la conciencia de Park empieza a tambalear.
La lengua caliente y suave del perro se entretuvo por un rato en la mejilla de Park Jimin. Park está muy cansado como para alejarle... Aunque ya se encuentra estornudando por el olor.
Después de un rato, el médico regresa. Toma su teléfono móvil y se recuesta automáticamente junto a Park Jimin. Tenía que avisar que no iría a su servicio así que se concentra, no le hace mucho caso mientras tanto.
Park le miró fijamente por unos minutos.
—No tengo otra habitación en casa, el cuarto de huéspedes es una sala de ejercicios ahora y la cama de aquí es cómoda.
Las tres oraciones cortas de Kim Namjoon bloquearon exitosamente la pregunta que Park Jimin estaba a punto de lanzarle. Dos hombres acostados en una cama, cada uno haciendo sus propias cosas. No es extraño en absoluto.
En el corazón de Kim Namjoon, está inmensamente feliz. Calcula el número de huesos de carne para la próxima comida del perro.
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Los diez años en que más te amé ๑ yoonmin
Fanfiction⎘ » Voy a ir a los lugares que solías mencionar. A los sitios a los que quería ir contigo y a los que nunca tuve la oportunidad de llevarte. La compañía se la entrego completamente a Seokjin, pues la pérdida de cosas materiales no es importante para...