Changbin ha tenido dudas acerca de su sexualidad pero no va a aceptarlo por nada del mundo, o por lo menos eso piensa hasta que Felix aparece en su vida.
•Portada por @squishyongbok
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Minho no es una persona a quien le encante el contacto físico, de hecho suele evitarlo cuando no se trata de su madre o personas con las que ya tenga algún tipo de relación amorosa. Sin embargo Jisung es y siempre ha sido la única excepción a ello; desde que comenzaron a ser amigos hace casi diez años atrás su relación ha estado llena de caricias y abrazos repletos de amor en todo momento. Aunque al entrar en la adolescencia la costumbre disminuyó un poco, fueron retomándola con el tiempo al comprender que era una dinámica necesaria entre ellos.
Para Jisung, Lee Minho siempre ha sido su lugar seguro por una razón que no logra entender del todo. Está consciente de su enamoramiento hace alrededor de un año, pero es muy posible que los sentimientos románticos viniesen desde hace mucho tiempo antes.
—Si quieres podemos irnos, Sung —murmura el mayor sin dejar de abrazarlo. —Noto que no estás pasándolo bien.
Jisung está hecho bolita en el sofá recostado contra el pecho de Lee, refugiándose en el calor de sus brazos para escapar de la música fuerte, el aroma a cigarrillos y otras sustancias extrañas y el dolor de estómago que comienza a instalarse en su cuerpo.
—Estoy bien —susurra lo suficientemente alto como para que el chico lo escuche. No quiere separarse de él ni ir a casa, porque volver a casa significa estar solo con sus pensamientos otra vez, y significa darle vueltas a todos los errores que ha cometido en su vida y todas las calorías que no debería haber ingerido.
Minho está algo aterrado de sus sentimientos, aterrado de lo fuertes y reales que son porque no quiere que las circunstancias lo lleven a arruinar otra amistad. Se martiriza cada día pensando en lo que pudo haber ocurrido con Changbin y Chan si no hubiesen sido maduros para arreglar sus problemas, y en lo mucho que se equivocó involucrándose con sus amigos en sus impulsos de experimentar o sentimientos de soledad. Está tan, tan arrepentido, que necesita saber con cuánta fuerza debe desear volver al pasado y arreglar sus errores para que eso ocurra. Abraza a Jisung con fuerza, disfrutando del aroma de su shampoo de manzana verde. Quiere cuidarlo, abrazarlo y amarlo muchísimo, pero no sabe si es lo correcto.
Observa a Changbin y Felix, quienes luego de volver de la cocina se han instalado cariñosamente en uno de los sillones pequeños ubicados poco más lejos. Lee se encuentra sentado sobre el regazo del mayor, abrazándolo y apoyando su rostro contra el pecho ajeno. Ambos chicos están tan cerca e irradian un aura de amor increíble que le gustaría poder copiar con el chico entre sus brazos.
—Sung ¿Podrías darme un momento? —susurra en el oído de Jisung y este se quita de encima con cuidado. Al estar de pie, Minho se dirige a Chan, quien sigue charlando con BamBam. —¿Podrías venir un segundo? necesito preguntarte algo.
El australiano no duda en seguirlo, y juntos caminan fuera de la sala de estar en dirección a la cocina milagrosamente vacía. Hay un charlo de cerveza en el piso justo frente a la encimera, y ambos lo saltan para llegar hasta el refrigerador y buscar algo de comida mientras charlan.
