Changbin ha tenido dudas acerca de su sexualidad pero no va a aceptarlo por nada del mundo, o por lo menos eso piensa hasta que Felix aparece en su vida.
•Portada por @squishyongbok
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Changbin ha visto más películas sobre fiestas que asistido a fiestas reales, y por lo mismo le aterra la idea de tener a Minho arrastrándolo escaleras arriba. En las películas eso siempre termina en besos o cosas más intensas, y él no quiere besarse con Minho en la habitación de un desconocido que quiere ligar con su amigo. Su corazón late tan rápido que cree que en cualquier momento podría salir de su pecho y escapar de la fiesta como él debería hacer también.
—Ahí está —murmura el mayor y lo arrastra hasta el fondo del pasillo en donde dos puertas grandes de madera y con varias ventanas cuadradas dan paso a un balcón que apunta al patio trasero. Está seguro de que ahí nadie va a molestarlos. Cierra las puertas y se apoya con los codos en la baranda, Changbin lo imita pocos segundos después.
No han estado a solas en un tiempo y es raro. Es extraño pasar de besarse con timidez cada vez que se encuentran juntos a estar parados a un metro de distancia o fingir frente a los demás que lo suyo jamás pasó. Ellos no se aman, por lo menos no como pareja, pero las experiencias quedan para siempre como un aprendizaje. Ahora ambos son una parte imborrable de la historia del otro, por mucho que quieran negarlo.
—¿Y bien? ¿Qué era tan importante como para que me sacaras de la fiesta?
—Ni siquiera te estás divirtiendo aquí, y no te hagas el duro. No funciona conmigo y lo sabes.
Minho siempre suele regañarlo cuando hace las cosas mal, y sólo con su mirada de desaprobación Changbin sabe que debe dejar de actuar como un idiota. Ha sido así desde que eran pequeños. Simplemente su amigo tiene razón y él está siendo un estúpido.
—Sé, y no intentes negarlo porque te conozco más que tú mismo incluso. —Minho comienza el discurso que lleva semanas ensayando a la espera de una oportunidad para hablar —Que estás esforzándote por fingir ante los demás que nunca pasó algo entre nosotros y en convencerte que los chicos no son una opción porque está mal, y sabes que eso no está mal.
—Tú mismo dijiste que lo que hacíamos estaba mal ¿Acaso lo olvidaste?
—¡Ahg! ¡Ni siquiera me dejaste terminar de hablar ese día! ¡Tu mayor defecto es que no eres capaz de escuchar todo lo que los demás quieren decirte y por eso te tomas las cosas para mal! —enfadado, Minho patea una maceta haciendo que la tierra de esta se desparrame en el suelo.
E incluso si Changbin lo hubiese dejado decir todo lo que pensaba no habría sido suficiente, porque ese momento fue extraño para ambos, algo nuevo y desconocido que les impedía tener las cosas claras en sus cabezas.
—Cuando dije que "esto" estaba mal, no me refería a ti y a mí como chicos, me refería a Seo Changbin y Lee Minho. —resopla el mayor. —Me refería a que toda la vida hemos sido amigos y es imposible vernos de otra manera, porque no podemos dejar que esta amistad maravillosa se arruine de pronto en caso de que una relación amorosa termine mal. Odiaría que algo así ocurriera. Pero chico y chico no está mal, y tú lo sabes.
