Changbin ha tenido dudas acerca de su sexualidad pero no va a aceptarlo por nada del mundo, o por lo menos eso piensa hasta que Felix aparece en su vida.
•Portada por @squishyongbok
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—¿En serio quieres hacerlo? —murmura Changbin cabizbajo mientras caminan hacia la salida de la escuela.
—Creo que es el momento indicado —Felix suelta un suspiro y sonríe un poco. —Sé que tendré el apoyo de mamá y eso es suficiente para mí. Dije que hablaría con ellos cuando saliera con alguien a quien quisiera en serio, y creo que ha llegado el momento.
Felix siempre se dijo a sí mismo que saldría del clóset frente a sus padres cuando tuviese una relación seria, y aunque lo suyo con Changbin no tuviese una etiqueta, podía sentir aquella relación como algo especial, como una experiencia que de terminar igualmente lo marcaría de por vida.
Eligió el día en que sus padres lo llevarían a cenar fuera como el momento indicado, porque de otra forma tendría que confesarse también ante sus tíos y necesita ir con calma. Mientras se vestía decentemente para salir un dolor en la parte baja del abdomen le hacía saber lo nervioso que estaba, pero decidió ignorarlo y al momento de bajar las escaleras y subir al auto del padre de Jisung, que sus padres usan para movilizarse en Seúl, se sintió seguro de lo que estaba a punto de hacer.
Su padre a veces suele hacer chistes homofóbicos, pero Felix sabe que es porque ha sido criado en una sociedad con esas características y es difícil cambiar aquellos comportamientos cuando no expandes tu mundo; es su reacción lo que le aterra un poco, teme que deje de hablarle por un tiempo aunque tampoco quiere presionarlo. Está seguro de que su madre va a apoyarlo, porque a pesar de que sus métodos de crianza no han sido los mejores, ella es un buen soporte emocional cuando Felix decide confiar en ella.
¿El problema? Felix vive por la validación y aprobación de sus padres, suele mostrarles los aspectos de sí mismo que sabe que les gustará conocer, y trabaja cada día en busca de que sientan una mínima pizca de orgullo por su persona. Teme que ese orgullo se derrumbe por algo que él no puede controlar.
—¿Pasa algo, Lixie? —pregunta su madre en cierto momento de la cena bebiendo un poco de agua de su copa. —Estás más callado de lo normal ¿No te ha gustado la pasta?
El dolor en su estómago vuelve a aparecer, pero no puede acobardarse ahora en el tema que aliviará su carga por el resto de su vida.
—Todo está bien —sonríe sintiéndose un cobarde. —Sólo estoy un poco cansado.
Se queda congelado algunos segundos sin comer, pensando en que no puede perder esa oportunidad. Ahora siente miedo, pero si habla podría quizá sentir ese alivio que lleva años buscando. Si abre su boca y suelta por fin todo lo que lleva guardando para sí mismo quizá por fin pueda comenzar a ser Felix Lee, y no la imagen de Felix Lee que da al mundo.
—Quiero hablarles sobre algo —carraspea y aferra su vaso de agua, pues tener algo entre las manos lo hace sentir mucho más seguro. —Estoy saliendo con alguien.
Su madre siempre ha tenido muchas expectativas para él en cuanto a lo romántico; nunca se lo ha dicho directamente, pero Felix siempre notó que parecían acercarse cuando él llegaba para contarle sobre alguna chica y usó eso a su favor varías veces. A los catorce años la chica mayor de quien estaba "enamorado" se besó con otro chico en medio del baile de la escuela y él estuvo deprimido por días, y cuando le contó a su madre ella compró sushi para ambos y charlaron como aquellos padres e hijos de la televisión que parecen ser mejores amigos.
