Nuestros latidos podrían distorsionar el mundo, nuestros mundos—Umbra.
GRAYSON.
Tengo el entrecejo fruncido, mirando al mocoso dormir sobre la cama de Drew. Puedo ponerlo en la habitación de huéspedes, pero no, él lo metió en la suya sin dudarlo. Eso me deja una sensación amarga en el pecho. No podemos acercarnos a él más de lo debido.
Se ve tranquilo, durmiendo es como un niño inocente sin malicia ni problemas. Solo es Jackson descansando, luego de que por mí culpa se haya lastimado.
—No podía dejarte morir, Gray. —No dejo de mirar a Jackson, su piel está muy pálida, pero sus labios resaltan rojos y perfectos—. No quise ponerlo en peligro, pero eres mi hermano, no puedo perderte... Yo solo no lo pensé, intente mantener la calma, pero verte morir por culpa de esos malditos, me bloqueo.
—Lo que hiciste pudo acabar con los tres, fue egoísta, demasiado... Sabes que sin él nuestra existencia sería miseria constante. —gruño, él baja su cabeza, puedo verlo de reojo—. Por eso es que no puedo agradecerte, Drew. Tienes un buen corazón, pero no dejes que las emociones se apoderen por completo de tu razón, porque si pones en peligro a este mocoso de nuevo, no voy a perdonarte.
Drew sale de la habitación tras mis palabras, puedo escucharlo salir del edificio también. Suspiro apretando mis puños.
Estoy a punto de abandonar la habitación, pero los ojos abriéndose de Jackson me detienen, se nota que le pesan, por eso intenta abrirlos unas cuantas veces más antes de lograrlo completamente.
—¿Estás bien? —pregunto llegando hasta él, me siento a un costado de él—. Has dormido casi cuatro horas.
—Graham debe estar enloqueciendo. —dice casi en un susurro—. Ojalá el pudiera olvidarse de mi existencia, así no sufriría por tener a alguien como yo en su vida.
—Pero se quedaría sin familia.
Él no parece tan consciente de que está hablando con tranquilidad conmigo.
—Para qué tener personas que te hacen sufrir en tu vida, mejor no tenerlas. Es mejor ser solo una distorsión de un sueño, algo que al despertar se habrá ido y sabrás que solo ha sido eso, un sueño fácil de olvidar.
Solo es un niño. Pienso sintiendo una punzada en el pecho.
—Pero no eres alguien fácil de olvidar, Jackson. Tampoco eres una distorsión, solo eres un adolescente que se complica la existencia deseando ser algo que muchos desearíamos que fuera una pesadilla que al despertar fuera eso, una pesadilla.
—Prefiero las pesadillas... Porque si las enfrentas, entonces ya no tendrás miedo, nunca más.
—El miedo es lo único que nunca podrá desaparecer por completo. —susurro cuando vuelve a dormirse.
Acomodo las frazadas sobre él y presiono un beso sobre su frente, algo que no puedo hacer estando completamente en sus sentidos. Con este niño no podemos demostrar nada, podría utilizarnos, podría reducirnos de forma tan pequeña que caberiamos en las palmas de sus manos, y eso, eso no es algo que vaya a permitir.
El debe aprender mucho y dejar un poco el egoísmo.
—Ojalá pudiera saber lo que piensas.
Aunque eso también es algo que podría reducirnos.
***
La noche ha llegado, puedo verla a través de la ventana en la sala. Este departamento está en el penúltimo piso, el cual nos pertenece a Drewson y a mí, regalo de Caín McQuain, un buen amigo.
Me levanto del sofá apenas él aparece entre sombras justo frente a mí.
—¿Él está bien? —pregunta sin demora. Bajo la cabeza ante la voz del híbrido, lo escucho resoplar—. Responde, deja de perder el tiempo con reverencias estúpidas.
Él cierra los ojos unos segundos y luego los abre, mirándome, logrando que desee dar un paso atrás.
—¿Qué sucedió exactamente? —Se nota muy interesado.
—Los lobos atacaron, eran dos omegas, pero no eran débiles en lo absoluto.
Quiero preguntar que pasa por su mente cuando una sonrisa cargada de frialdad se deja ver por unos segundos en sus labios.
—También hizo un hechizo...
—Hizo siete hechizos. —habla, acallando mi voz, puedo percibir el asombro en su tono, aún cuando su semblante se mantiene impasible—. Seguramente utilizó la energía de algún objeto...
—Hizo los hechizos tomando mi mano—revela Drew entrando en la habitación, haciendo una pequeña reverencia—, quizás también utilizó a Seth y Reth.
—Puede ser. —murmura Nathaniel. Sus ojos se posan en nosotros dos—. Sigan cuidando de él, saben lo que sucederá su algo malo le sucede a mi primo.
Trago saliva y deseo mandarlo a la mierda, pero no puedo hacer tal cosa, le debo respeto y lealtad. Después de todo es hijo de la pareja antigua. No lleva la sangre de un antiguo, pero él es su hijo, uno de sus hijos y tiene el poder suficiente como para doblegar a muchos.
—Lo protegerenos con nuestras vidas. —afirma Drew por ambos.
Nathaniel no dice nada, solo desaparece, sin embargo en él se percibe un aroma que ya he sentido antes, huele a Rain.
—Su aroma está mezclado con el de ese niño amigo de Graham y Jackson.
Veo que mi hermano también lo ha notado.
—Debió de estar con él. —Es todo lo que se me ocurre, aunque siento curiosidad por ese hecho.
¿Qué tiene que ver Rain con Nathaniel?
—Él asistirá al instituto para vigilar a un grupo de brujos rebeldes, y ahora que debemos estar más pendiente de los movimientos de Jackson también nosotros debemos asistir, no hay que aplazar más eso. —declara el de ojos azules.
—Odio los malditos institutos. —maldigo.
—Pero amas follar, así que míralo como tu espacio de caza. —Entorno los ojos ante las palabras nada desacertadas de mi hermano.
—Cuida al mocoso, tengo que salir.
—¿A dónde vas? —pregunta sin mirarme, sus ojos están sobre la pantalla de su móvil.
—Tengo una bruja que visitar.
Es todo lo que digo antes de salir. Necesito encontrar la manera de que la magia de Jackson no pueda despistarnos, porque ahora que sé el alcance de su poder, entiendo porque no podíamos seguir sus pasos.
El es inteligente, demasiado para nuestro propio bien y el suyo.
Umbrablack.
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Dark Heart.©#1 [ Bilogía: Cruel Madness.] BL +18
De TodoUn chico rebelde y altanero con problemas de corazón y dos vampiros que tienen sus ojos e intensiones sobre él, vivirán un amor lleno de guerras internas y pensamientos impuros. Umbrablack.