Dark Heart.©#1 [ Bilogía: Cruel Madness.] BL +18

||C#14||

Él es un asesino de emociones, pero al mismo tiempo es el dios creador de nuevos sentimientos—Umbra.

JACKSON.

“Sí tu no vives mi existencia no tendrá sentido, Jackson. Por favor vive para que yo pueda cuidar de ti. Para que pueda estar a tu lado en todo momento. Vive para que pueda tenerte aunque sea desde las sombras.”

Esas palabras siguen siendo un recuerdo nítido que no puedo y no quiero olvidar. Creo que es mi manera de recordar que le intereso a uno de mis  guardaespaldas vampiricos y que su forma de tratarme solo es una mentira que camufla sus verdaderos sentimientos. Sí es así, entonces ambos estamos haciendo lo mismo.

—Despertaste. —dice entrando en la habitación.

Sus ojos no dejan de delinearme, los míos tampoco se pierden nada de su persona. Es alto, como en serio alto, siempre trae puesto un gorro cubriendo su cabello castaño oscuro, junto a una sudadera gris que deja apreciar su musculatura, una que no es exagerada, pero que se nota fuerte.

Es muy guapo, como los vampiros sexis de la TV. Pero él es real. Demasiado real.

—Vaya, felicidades, eres bueno diciendo lo obvio. —digo sin mostrar emoción en mi tono.

Desvío mis ojos de él y me fijo en la ventana abierta, la mañana se deja ver clara y tranquila. He pasado la noche aquí. No fue mi decisión, bueno, indirectamente sí, pero debía salvar a Grayson, por alguna razón debía salvarlo. Aún no me explico del todo mis emociones. Supongo que no me llevaré un diez en insensibilidad e indiferencia sobre las situaciones de los demás.

—¿Te sientes mejor? —pregunta eso ignorando mis palabras.

—Estoy de maravilla. —escupo—. Pero podría estar mejor si...

—Si no hubieras gastado tu energía salvando a mi hermano, lo sé, lamento eso, de verdad.

Aprieto mis labios, no era eso lo que quería decirle, y que piense que me arrepiento de haberlos ayudado, me jode muchísimo.

—Si hago otro hechizo, es lo que iba a decirte. —escupo con molestia—. Interrumpir es de mala educación, vampiro idiota.

—Jack...

—No es algo peligroso. —interrumpo frunciendo el ceño—. Pero para hacerlo necesito utilizarte, ¿me dejas utilizarte?

—Solo descansa...

—Por favor, Drew. —pido, mi tono ha cambiado, es más suave y susurrado, él se queda como hipnotizado—. Solo tienes que darme tu mano, o mejor aún... Un beso.

—¿Un beso? —pregunta, él se mueve sin siquiera darse cuenta hasta terminar sentado junto a mí a escasos centímetros de mi cuerpo—. Porque eres tan egoísta... ¿Quieres ayuda? Entonces pidela correctamente y si alguien te dice que no, acéptalo, no intentes utilizar malditos trucos baratos.

Abro los ojos sorprendido cuando dice eso molesto, fingió quedarse hipnotizado. Se levante y aleja de mí, camina hasta la ventana suspirando.

—Yo... —Ni siquiera sé que decir. Miro su muñeca, tiene una pulsera color negro.

Así que está utilizando antimagia, debo admitir que es una buena jugada. Aunque conmigo eso no funciona, tengo trucos para hacer que la antimagia se anule.

—Por favor, descansa y simplemente queda aquí.

Eso es todo lo que dice antes de salir de la habitación dando un portazo que me hace suspirar. Ni modo. Tendré que utilizar la energía de los elementos de este lugar. Cierro los ojos y susurro un hechizo de sanación. Para estos hechizos se necesita mucha energía, pero no cuando lo que sientes es cansancio, así que bueno, ahora sí me siento mejor. Muevo mi cuello y me levanto, busco mi ropa, sin embargo no logro encontrarla por ningún lado.

Salgo del cuarto y me adentro en la sala, sin embargo me detengo cuando veo a Graham sentado en un sofá charlando con Drew y Gray. Él no sé ve muy bien.

Su energía no es como la mía.

—¿Dónde está mi ropa? —Es mi manera de interrumpir la charla amistosa entre los tres.

A mi ni siquiera me dan una mirada amable. Bastardos.

—Hermano...

—Ahórrate todo lo que tengas que decir, no me importa. —gruño de repente, mi hermano casi retrocede ante mi tono molesto. Aprieto mi mandíbula y cierro mis ojos intentando controlar la repentina negatividad en mi sistema—. ¿Dónde está mi ropa?

—La traeré. —masculla Drew saliendo de la sala y perdiéndose por uno de los pasillos.

Grayson me mira con indiferencia, Graham no parece que decir, pero esa mirada decepcionada me fastidia de lo lindo.

¡¿Estás decepcionado?! Pues me vale una mierda.

—Así que eres igual que yo...

—No, no soy como tú, yo soy más poderoso, más fuerte y te aseguro que más inteligente. —escupo irritado—. Así que no, no somos iguales, hermano.

—Jackson, tranquilo, ¿qué te sucede? Deja de estar a la defensiva por un maldito segundo, soy yo Graham, tu hermano, no un jodido extraño, por Dios, cálmate.

Pero no puedo calmarme, realmente lo intento, pero no puedo, solo deseo aplastarlo.

—No me gusta, no me gusta—murmuro con fastidio—, ¡no me gusta maldita sea!

El vampiro se pone alerta cuando nota mi cambio brusco, el lugar de repente comienza a temblar, ellos también, mi hermano mira a todos lados confundido y asustado, quiero que tema más.

—Elevate.

Mi brazo se estira en dirección a Graham, el cual se suspende en el aire, sonrío cuando escucho que grita por el dolor, ¿separar sus miembros será demasiado? Ladeo la cabeza y arrugo mi entrecejo cuando sus gritos ya no me son suficientemente divertidos.

¡Hazlo pedazos!

Parpadeo seguido ante esa voz molesta en mi cabeza, luego me concentro a mi alrededor, dejo caer mi mano a mi costado y un segundo después Graham cae sobre el sofá, él sigue quejándose de dolor, Grayson me mira como si estuviera desquiciado, Drewson quien tiene mi ropa en sus manos solo tiene la vista en mi hermano, la preocupación baña sus iris.

—Oh, ahí está mi ropa. —digo ido, mis manos tiemblan, pero me llevan hacia el chico de gorrito, tomo mis prendas e inicio a cambiarme, cuando estoy listo salgo del departamento.

Debiste matarlo, hubiera sido divertido.

Sí... Hubiera sido divertido.

Entonces, ¿por qué no lo mataste?

Porque... Porque es Graham. Y matar a alguien por celos es muy infantil.

Umbrablack.