Capitulo V: Antes de que digas adiós.

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Al fin de unos días todo volvió a estar como antes y el humor de Asa mejoró.
En ocasiones mi rutina cambiaba. Algunas veces salía con los chicos e íbamos a tomar un helado o simplemente a caminar mientras platicábamos. Nos habíamos vuelto los mejores amigos, y sabía los secretos más profundos de ellos y ellos de mí.
Transcurrieron las semanas, que se convirtieron en meses, y cada día nos llevábamos mejor. Nancy, quien se había convertido en mi confidente, en esa amiga que jamás había tenido antes. Una que no solo se interesara en mi fama, conversábamos de cosas sin sentido y era divertido. Era extraño, lo sé, pero lo que comenzó como una vida falsa, una ilusión, porque después de todo, era una película y todo era falso, se convirtió en algo real, en algo real y hermoso. Me sentía como una chica normal. Y eso me gustaba.
─ ¿Qué hay entre tú y Ace?- pregunto con una sonrisa burlona mientras tomaba otra cucharada de helado de su copa.

Era nuestro día libre, y mi mama no estaba, había salido de compras. Se lo merecía, después de haber estado en un cuarto de hotel los últimos meses. Tony, por su parte, disfrutó del día libre y se fue a recorrer Londres con una chica que conoció en la producción. Quien sabe, quizás hasta Tony podría correr con suerte y conseguir una novia. Todo puede pasar en Londres ¿no?
Nancy y yo nos apoderamos de la suite. Pedimos servicio a la habitación y conversábamos mientras saltábamos en las enormes camas. Hasta que nos cansamos y simplemente nos tendimos en el piso y conversábamos más.
─¿A qué te refieres?- le respondí riendo aun sin entender la intensión de esa pregunta.
─Si, ¿Qué hay entre ustedes? y no vas a decirme que todo está normal. Porque las dos sabemos que no lo está. Nunca lo ha estado. Desde que se conocen…..hay algo, sabes a lo que me refiero.
La miré extrañada, ella se acercó más a mí y se sentó en posición de loto. Continuó:

─La manera en que se comportan cuando están juntos….No es como si solo fueran amigos. Te pones nerviosa, él lo nota, te hace reír, ambos ríen.
─Creo que estas alucinando.- Bajé la mirada y tomé un poco de helado de mi copa.
Nancy puso una cara de sorpresa y grito emocionada.
─ ¡OH POR DIOS, ESTAS ENAMORADA DE EL! ¿NO ES ASI? AHH, ¡PERO SI ES TAN OBVIO! ¡COMO NO ME DI CUENTA ANTES!
─ ¡Calla! ¡Van a oírte todos!.- grite mientras le cubria la boca.
─ ¡De acuerdo, tranquila! Ya no gritaré.- dijo en un tono de voz coherente.- Es que no puedo creerlo. Dime, ¿me equivoco?
─No.- Nancy soltó un chirrido de emoción.- ¡¿Pero podrías por favor callarte?! ¿Tan obvia soy?
─Ambos lo son. A él también le gustas.
─Lo dudo.

─ ¿Por qué lo dices? Eres una chica linda y agradable….a veces hasta eres rara, lo cual es genial, porque él también lo es. Solté una risa. Tenía razón.
─Si, pero, él tiene novia.
─ ¿De qué hablas? ¡El termino con ella hace una semana! Mi mirada se ilumino y quería gritar de emoción por dentro. Pero no podía ilusionarme, sabía que ellos habían terminado y regresado varias veces antes.
─Y esta vez es definitivo.-continuó Nancy.- Por eso estuvo actuando raro la última semana. Nos dijo a mí y a Carter algo de la distancia no funcionó bien. Pero en mi opinión, él lo hizo por ti. Ha estado hablando con Carter preguntándole cosas sobre ti.
─ ¿Enserio crees que tenga oportunidad?
─ ¡Amiga, lo tienes loco! Deberías ver la mirada en sus ojos cuando…
Abrieron la puerta, era mi mama con las manos llenas de bolsas.

─Hola chicas, no sabía que estaban aquí
─Hola mama.-dije levantándome del piso.
─Hola señora M.- dijo Nancy.- Bueno, yo ya me iba. Hasta luego.
─Adiós linda, salúdame a tu hermano ¿sí?
─Claro señora M.

Nancy se fue. Y yo, mientras tanto, quería gritar de emoción. No lo creía. Era un sueño, pero no podía hacerme ilusiones aun así. Por más que quisiera caminar hacia él y comprobar que realmente sentía algo por mí.
─Liz, pruébate esto, querida, lo compre para que lo uses mañana.
Mi madre puso un hermoso vestido blanco strapless frente a mí.
─¿Qué hay mañana?- pregunté aun pensando en lo que me dijo Nancy.

─¡Pues es el último día! ¿Querida en que estás pensando? Habrá una fiesta de despedida para todos.
─ ¿¡QUE?!
No podía pensar. Lo había olvidado, la grabación había culminado y solo tenía un día: Un día para lo imposible. Un día para poder averiguar si Asa realmente podría sentir algo por mí. Un día para algo que ya era muy tarde.
No pude dormir bien esa noche, mis pensamientos me ahogaban, pero al mismo tiempo me hacían sentir la más grande de las dichas. Hubo chicos en el pasado, no voy a negarlo, pero ninguno provocaba lo que Asa provocaba en mí. Me sentía triste y feliz, una extraña sensación agridulce. Y bien no sabía si me había enamorado demasiado tarde, o simplemente las cosas no jugaban en nuestro favor para estar juntos.

Falling SlowlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora