Falling Slowly

Capitulo XV: Insinuaciones.

Llegue a casa corriendo y con la respiración agitada. Mi mirada delataba haber visto un fantasma. Mamá, preocupada pregunto qué había sucedido. Pero yo solo le dije que necesitaba respirar.
Subí a mi habitación corriendo y estaba aterrada. Comencé a llorar, porque aunque no quisiera, había sentido algo con ese beso. Me sentía culpable.

Varios días después...
Baje del avión con mama sosteniéndome del brazo mientras nos desplazábamos por la menuda multitud en el aeropuerto, intentaba reconocer a Tony entre todas esas caras y al fin lo vi. Él se había adelantado y había llegado a Londres unos días antes. Al parecer si había conseguido una novia después de todo, ya que estaba muy inquieto por venir.

Aún seguía asustada y me sentía culpable. Aun no le contaba a nadie, ¿debería contarle a Asa? Después de todo no fui yo quien lo besó, pero no sabía cómo iba a reaccionar. Nos instalamos en un hotel del centro de la ciudad, era bastante lujoso. Solo deje mi equipaje y arregle mi cabello, luego llame a Asa para decirle que estaba en Londres.
Lo espere fuera del hotel, mi madre me acompañaba, ya que Londres puede ser muy inseguro a veces. Entonces lo vi acercándose entre la multitud de la banqueta. Se acercó y me abrazo (no iba a besarme frente a mi madre, era suficientemente incomodo), saludo a mi mama y ella le dijo que no nos alejáramos mucho, luego ella volvió a entrar al hotel y nosotros fuimos a caminar.
No quería mirarlo a los ojos, la culpa me comía por dentro. Cada vez que intentaba besarme, yo lo evitaba, pues no podía fingir demasiado. Qué ironía siendo actriz.

Entonces dijo preocupado: « ¿Que te sucede?» Lo mire mientras nos deteníamos frente a un mirador que nos permitía ver perfectamente el Big Ben a distancia. El colocó su brazo alrededor de mí.
─ ¿Has pensado en otras personas mientras estamos separados? Quiero decir....ya sabes, salir con otras chicas.- dije mientras él parecía estupefacto.
─Claro que no... ¿Y tú?
─No....me gusta estar contigo. No tengo la necesidad de pensar en otros chicos. Pero apuesto a que te han coqueteado algunas cuantas.
─ ¿Hacia dónde va esta conversación?
─No importa.- no me atreví a decirle. El paso sus dedos por su cabello como si estuviera preocupado. Yo me separé de él. Y luego hubo un gran silencio.
─Mañana tenemos una entrevista los dos en televisión.

─ ¿Juntos?- dije aterrada.
─Si, para promocionar la película. Pero necesitamos ser discretos...con lo nuestro. La prensa es demasiado amarillista.
─Lo se....debo ir de vuelta al hotel.
El me detuvo y me beso, luego yo me fui sin decir una palabra.