Capítulo XXII Los curitas no sirven para heridas de bala.

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─Lo sé, lo lamento no debía haber sonado así.
─Como sea, escucha debo irme, Nancy está esperándome y...
─No.- dijo abruptamente reteniendome con la mano sobre mi hombro.-Escucha, Liz vengo a disculparme.
─Aprecio lo que intentas pero un simple "lo siento" no arregla todo.
─Se que no lo hace...y no espero que de la nada todo vuelva a ser normal, pero quiero que sepas que realmente estoy muy arrepentido ¿Has hablado con él?
Hice un largo silencio mirando detrás de él. La respuesta era obvia.
─No.-dije casi en un suspiro.-Pero ahora estoy bien ¿sabes? No-no es como si estuviera desecha, lo superaré.
─Es probable, pero tan solo no te hagas la fuete si duele, está bien estar adolorido a veces.

Falling SlowlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora