Capitulo XII: Cenizas y quemaduras.

923 94 0
                                    

Pasábamos horas hablando. No importaba si en Inglaterra eran las tres de la mañana o que me despertara a mitad de la noche para poder hablar aunque sea unos minutos.
La semana siguiente a esto, Lucas me llamo y me dijo que quería verme. Nos encontramos frente a una cafetería a la orilla de la playa. Cruzamos algunas palabras vanas. El sonaba diferente, como si estuviese enfadado pero no lo admitiría nunca. Ese era el problema de Lucas: que nunca decía lo que sentía, y si lo hacía entonces era demasiado tarde. Entonces decidí tomar cartas en el asunto.
─ Lamento no haberte llamado la semana pasada, pero pasó algo que no creerías.- estaba emocionada por contarle, después de todo, era mi mejor amigo y quería compartirlo con él.
─ Tranquila, no hay problema. Pero dime, ¿Qué sucedió que te puso tan feliz?

─Bueno, ¿recuerdas lo que te conté sobre Asa, el chico con el que grabe en el verano?
─Ah, él.- su voz mostraba desdén hacia él.
─Si, bueno. Resulta que las cosas mejoraron entre nosotros. El vino unos días, y sucedieron algunas cosas en ese tiempo. Comencé a sonreír sin notarlo.
Entonces Lucas me miró, y esta vez no pudo disimular su enojo.
─ ¿Qué te sucede, estas bien?
─Liz, hay algo que quería decirte, exactamente por eso quería verte en persona.
─Ah, ¿sí? ¿Y qué es?- dije sin dejar de sonreír.
─Bueno, yo quería invitarte a salir. Pero quería invitarte de una manera formal. Quería intentar de nuevo las cosas contigo.
En ese momento me sentí abrumada, no creía lo que decía. No puedo creerlo, todo ese tiempo le había estado dando esperanzas falsas.

Falling SlowlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora