Hot Cheerleader [Changlix]

I

Toda la historia será narrada por la escritora.

Se colocó unos pantalones negros, una camisa blanca y una chaqueta negra de cuero. Se miró al espejo por unos segundos para después retirarse de este.

"Espero que sea de ayuda", dijo un poco preocupado, no quería llamar la atención porque sus anteriores amigos se acercaron a él por ello, y simplemente lo botaron cuando se enteraron de lo adinerado que era.

"ChangBin", tocó la puerta y entró observando a su primo. "Mi tía está haciendo el desayuno", le sonrió al verle. "Eso es, pero... ¿No quieres llamar la atención?", ChangBin negó.

"Para nada, si no me veo es mejor", ella asintió con una sonrisa, comprendía a su primo, salió de la habitación.

El pelinegro bajó y desayunó con ellos en completo silencio porque su hermanita se llevaba todo el espectáculo. Cómo siempre, pero no se quejaba de nada.

Al llegar a el nuevo instituto, en el que estaría estrenando año, se sorprendió con el grito de una maestra que estaba por los pasillos de la planta alta. "¡Todos fuera!", llegó la maestra enojada por ver aún el aula llena. "Saben muy bien que los lunes son para ir a afuera", regañó mirando a todos salir. "Los jóvenes de hoy", negó enfadada. Bajó las escaleras yendo hasta la dirección.

"Maestra Jazmín, hay al menos cinco chicos nuevos", la maestra asintió luego de haberla saludado, fue a orientación donde efectivamente estaban cinco jóvenes nuevos.

"Las aulas que tienen", les pidió el papelito que en la entrada les habían entregado. "Kim HongJoong", el de cabellos azules dió un paso al frente. "Tercero "C" será tu grupo, fórmate detrás del último compañero", Joong asintió caminando hasta allá. "Seo ChangBin", el pelinegro dió un paso al frente. "Tercero "A" ve por allá y fórmate detrás del último compañero", le sonrió. La maestra pudo ver que ese chico sabía a lo que venía.

ChangBin caminó por hasta allá sin ningún problema, una vez detrás del chico relajó sus hombros escuchando murmullos acerca de él, risas y aunque sabía que no podían estarse burlando de él su mente lo hacía pensar en que era así.

"Mira, es uno de los nuevos", lo señaló sin vergüenza. "Es muy guapo, espero que pueda encontrarlo después", lo miró de arriba abajo sin ningún descaro poniendo incómodo al chico.

"Si que es apuesto", sonrió su otra amiga al verlo.

"Ya calla, yo lo miré primero, puedes irte con Hong", la mueca que su amiga hizo le sacó una gran carcajada.

Ni siquiera entraba aún al aula cuando chicas le lanzaron su número telefónico. No tomó  ninguno, siguió a sus compañeros hasta el aula de arriba. "Miren ese chico es el nuevo", habló el popular del salón. Mark, hijo del maestro de matemáticas.

"Vayamos a hablarle", sugirió un chico de ojos cafés.

"No, no mejor vamos a espiar a las porristas. Escuché que usan bragas con encaje", todos hicieron un escándalo.

Todas las mujeres del aula, a pesar de como el chico las trata, gustan de él. ChangBin sabía que debía mantenerse lejos de ese chico que se cree dueño de todo. Jugaba con el polvo del borrador que había en el pupitre que eligió. "Buen día chicos", llegó el maestro. "¿Quedó en nuestro grupo uno de los estudiantes nuevos?", todos asintieron excepto Seo. "¿Quién es?", lo señalaron. "¿Cuál es su nombre?", preguntó mirándolo.

"Seo ChangBin", completó serio.

"Genial", se sentó. "Empecemos la clase, ChangBin donde no comprenda por favor hable", asintió sin interés.

La clase comenzó.

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"Felix mañana hay clase de deportes, vienes así practicamos para ver a los jugadores", sonrió.

"Que asco", rió a la par de su compañera. "Aceptaré lo primero, lo último, no", llevó con él sus libros para entrar en el aula donde su clase ya había comenzado. 

Ah, Lee Felix. Si la escuela lo conocía era por ser el porrista más bonito de todos junto a su hermano mayor, Lee MinHo. Todos los días su casillero casi explota de tantas cartas y regalos que sus pretendientes quieren regalarle, pero él no leía ninguna carta, sólo comía la comida en casa mientras hacía tareas.

"Lee Felix y Kim Rei Chen", ambos le miraron. "Primera vez que llegan tarde", señaló en forma de advertencia.

"Lo sentimos, la maestra Jazmín estaba dándonos órdenes para acomodar los instrumentos en el taller de música", completó el pecoso con una sonrisa nerviosa.

"De acuerdo, pasen. La maestra está muy estresada, hasta me dijo que me fajara", todos rieron excepto el nuevo quien escribía ya el resumen.

Se sentaron en sus lugares poniéndose al tanto de la clase. "¿Ya viste lo guapo que hoy está Mark?", el rubio le volteó a ver con asco. "No, en serio, míralo", su compañero rió incómodo.

"Chen, ya basta sino te voy a quitar tus estrellas", amenazó señalando la cartelera hecha por él.

"Bueno", bufó.