Hot Cheerleader [Changlix]

VIII

Toda la historia será narrada por la escritora.

"Bin", llegó su padre observando mal a Felix quien estaba alado de su hijo esperando a que bajara la lluvia mientras miraban una película con una botana hecha por la señora Seo.

"Oh, papá ¿Llegaste?", se enderezó un poco.

"¿Dónde está tu mamá?", preguntó fríamente.

"Está con Amy", se volvió a recostar teniendo su hombro junto al del pelirrubio que comía palomitas.

El hombre se retiró dejándolos nuevamente solos, la película era de una comedia juvenil que tocaba temas de drogadicción, las escenas explícitas se mostraron en la gran tv. "Pero están drogados, no creo que estén conscientes", se dejó caer en el hombro del mayor metiendo una palomita a su boca.

"Pero ambos están enamorados", el menor negó. "¿No?", preguntó confundido pasando un brazo por el respaldo para que el pelirrubio se acomodara mucho mejor.

"Eso no cambia nada, bajo el efecto de las drogas no sabes ni quién eres", bostezó acomodándose mejor.

"Buen punto", se recargaron hasta lograr quedarse dormidos, los padres del mayor bajaron ya que la señora Seo tenía que darle la cena a su esposo. Su mamá sonrió y su padre se molestó mientras negaba.

"Son sólo amigos, no tienes porqué enfadarte", regañó.

"No existen los amigos", dijo serio. La lluvia iba a disminuir, si, pero ahora no ya que ambos estaban dormidos. "Me preocupa, ese chico es un completo homosexual, ¿Ya viste lo que trae puesto? Es un-"

"Respeta, cuando te ponías a jugar a los vestidos con Amy no eras homosexual ¿Verdad?", dramatizó molesta.

"¿Por qué lo defiendes?", le observó con desprecio, siempre eran peleas cuando llegaba a casa.

"Porque por primera vez logro ver a mi hijo feliz", le dió la comida y se fue directo a la habitación de Amy para dormir con ella. A veces se ponía a pensar ¿En qué podría trabajar ella para no depender de su amargado esposo? Se miraba y miraba a sus hijos, ambos necesitaban un padre que no estuviera ausente y que los regañe cada que llega del trabajo.

Los menores despertaron pasadas las siete de la noche, ambos abrazados, el mayor casi roncando. "La lluvia se detuvo", murmuró.

"Llamaré a un taxi para que te lleve directo a casa", se levantó haciendo la llamada con rapidez. "Llega en cinco minutos", Felix agradeció con una sonrisa.

"Le avisaré a mi hermano", el mayor asintió limpiando su rostro. El pecoso llamó pero no respondió, seguro estaba con Chan en una cita, no le tomó importancia. "No responde"

"Cierto", sacó su móvil enviando la dirección de una florería. "Espero que no sea demasiado tarde, soy un pésimo compañero", suspiró.

"¿Qué sucede?", preguntó mientras se levantaba y acomodaba su uniforme.

"Chan me pidió la dirección de una florería para antes de las siete, ya se pasó la hora", observó al menor, su cuerpo era perfecto, no había nada que él quería cambiar de Felix. Rápido volteó a otro lado.

"¿Sabes si saldrá con mi hermano? Es raro que no responda a menos que esté con Chan", se sentó abrochando bien las cintas de su calzado.

"Si, hoy van a salir", se levantaron yendo a la puerta, el taxi había llegado. "Ten un buen viaje", el menor agradeció.

"Gracias, nos vemos mañana, le dices a tu mamá que la comida estuvo deliciosa", se acercó a un abrazo que no fue correspondido pero pareció no importarle ya que sonrió enorme cuando entró al auto.

No se despegó de la puerta hasta que no lo miró más. "¿Caí?", se preguntó a si mismo en voz alta para que después apareciera una sonrisa coqueta de lado. "Parece que si", se encaminó a la cocina casi cayendo con el bulto que estaba recostado ahí. "¿Papá? ¿Qué haces dormido aquí?", se preocupó agachándose a ayudar.

"No quiero dormir en la misma cama que tu mamá", el menor se alejó sin ayudarlo.

"Mamá no está en la habitación, ella nunca te ruega, siempre viene con nosotros. Le haces daño poco a poco con tus palabras, nos haces daño", se encaminó a las escaleras yendo a su habitación donde colocó seguro para irse directo a la cama.

Claro, eso si no lo hubieran despertado los cinco mil mensajes de Bang. 

Bang Chan.
Ayuda.

Bang Chan.
Necesito tu sabia ayuda.

Bang Chan.
Despierta, viejo.

Bang Chan.
Estaba por hacerlo con Minho pero él estaba ebrio, ¿Estuvo bien dejarlo necesitado?

ChangBin hizo una llamada que rápidamente fue respondida. "¡Qué te sucede! Son las", miró la hora. "Tres de la mañana y tú me despiertas con tus mensajes", se sentó en la cama.

"MinHo está ebrio"

"¿Lo emborrachaste? No puedo creerlo"

"No, él estaba tomando y las copas se le subieron de manera violenta pidiéndome sexo", la risita de ChangBin se escuchó en la línea. "No es gracioso"

"Oh, claro que lo es", carraspeó. "Sólo no lo tengan, llévalo a casa, seguro Felix sabe que hacer", Bang se escuchó del otro lado con una risa. "¿Qué es tan gracioso?"

"¿Cumpliste tu castigo? MinHo me dijo que Felix iba a ayudarte ¿Te ayudó?", el pelinegro sorbió su nariz.

"Si, me ayudó"

"Bueno, voy a llevarlo a casa, espero que no esté su mamá"

"Oh yo deseo tanto que esté", rió.

"ChangBin-" el menor colgó.

Chan bufó mirando a Minho dormir en la habitación, sonrió acercándose para tomarlo en brazos y salir del lugar hasta el estacionamiento. Lo llevaría a casa.