Hot Cheerleader [Changlix]

XIX

Toda la historia será narrada por la escritora.

Los tres se recostaron en las tres bancas recuperando la respiración, el sol los debilitaba en todo momento así que se pusieron a descansar. MinHo llegó corriendo moviendo a todos junto a JeongIn.

"Chicos, no encontramos a Felix ¿Lo han visto?", los tres negaron.

"Te ayudaremos", Bang Chan le tomó la mano yendo a buscar junto a sus amigos. Observaron a lo lejos un grupo de personas gritando, se acercaron encontrando al pelirrubio empapado de agua.

ChangBin frunció el entrecejo y se acercó moviendo a todos los que estorbaban. El menor se estaba aguantando las ganas de llorar porque no quería verse débil frente a toda la bola de personas. "¡Largo de aquí!", les gritó a los demás que se fueron con un video listo para publicar. MinHo se acercó a abrazar a su inmóvil hermano que temblaba con la mirada perdida.

"Perdóname por no venir a tiempo, no creí que todo esto sucedería", le acomodó el cabello, JeongIn fue corriendo por toallas que no tardaron en envolverle al rededor.

"MinHo, ¿Estoy realmente gordo?", le miró con los ojos llorosos.

"No, no lo estás", todos lo que pasaban por el pasillo volteaban hacia el menor y reían yendo a contarle a los demás.

Ese día Felix aprendió a ver sólo por él y dejar que los demás se encarguen de su propia vida. "¿Por qué?", golpeó la mesa con su regla mientras se ponía de pie, pronto, MinHo y ChangBin se  levantaron cubriendo al pecoso seguido de Bang Chan quien cubría a su no oficial novio. "¿Qué es esto?", preguntó cruzando sus brazos.

"No vamos a permitir que siga chantajeando a Felix, él simplemente no quiere serlo más, tiene que respetar su decisión", habló Seo mirándolo mal. El maestro suspiró cansado.

"Yo", habló el pelirrubio. "Lo dejo, porque después de todo nunca fui una voz que se respetara, además su hijo me acosa sexualmente con notas, roses y frases", el maestro le miró enojado.

"No tienes que mentir sólo para salir de tu lugar", le dijo.

"Tengo muchas pruebas, no tengo ni un poco de miedo al mostrarlas, quiero que sepan que ese hombre no es lo que realmente aparenta", Mark sentía la mirada de su padre. El ambiente se tensó de una manera en la que todos guardaron silencio y sólo se escuchaba como el aire acondicionado trabajaba.

"Bueno", los chicos volvieron a sentarse. "Esperemos a que sus maestros lleguen para que se vayan y yo pueda empezar la clase sin interrupción", se sentó.

"Hoy no hay entrenamiento porque es día de su aniversario", el maestro suspiró volteando los ojos con molestia.

ChangBin tomó su mochila y se fue siendo visto por todos, caminó por los pasillos encontrando a más alumnos que no entran a clase, fue directo a la cafetería donde habían aún más alumnos. Se sentó escuchando la puerta abrirse, eran sus amigos con una sonrisa yendo hasta él.

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Faltaban cuatro días para el partido, la presión era bastante, el cuerpo de ChangBin ya no daba más, estaba tan tenso y ya dolía su cuello. "Mamá", la mujer llegó. "Hace unas semanas Felix me dió esta tarjeta", la señora Seo la leyó y una sonrisa apareció.

"Tenemos que ir, voy a vestir a Amy", su hijo asintió llamando a Chan.

"Hola ¿Qué sucede?", preguntó con una sonrisa.

"Mi mamá me va a llevar a un spa, no sé cuanto tarden, pero supongo que mucho así que no podremos vernos hoy", contó.

"No te preocupes, ¿Sabes? Yo también necesito uno, ¿Me puedo unir? Prometo pagar el mío", ChangBin sonrió.

"Por supuesto, ya te paso la dirección", colgó y llamó al número de la tarjeta.

"¿Si?", la persona sonrió.

"Quiero hacer una cita, es para hoy a las", miró el reloj, "17:00", habló muriendo de la vergüenza, normalmente su mamá hacía esto.

"Claro, ahora necesito su nombre", el chico juraba haber escuchado esa voz.

"Seo Changbin y Christopher Bang", la persona sonrió.

"¿Bin? ¿Eres tú?", los ojos del pelinegro se abrieron.

"¿Felix?", sonrió encantado.

"Así que tomarás un masaje ¿Por quién? Me dijiste que querías que yo lo hiciera", se le escuchó acusador.

"Perdóname, corazón. ¿Aún estás disponible?", preguntó.

"Hm, si"

"Ohh, que bueno, ¿Está tu hermano? Chan también irá", se acomodó mejor en la silla.

"No, él no está, pero lo llamo y enseguida estará acá", sonrió.

"Chan no sabe nada, quería darle una sorpresa", su mamá bajó haciéndolo carraspear.

"¿Tan bien te llevaste con la contestadora?", preguntó estando ya vestida y con Amy en brazos.

El pelinegro la ignoró. "Si, entonces nos vemos", colgaron. 

Todo el camino estuvo tranquilo, cuando llegaron observaron lo elegante que era, Chan y ChangBin caminaron al frente con Amy tomando la mano de ambos. "¿Nombres?", preguntó una joven mujer.

"Seo ChangBin y Christopher Bang"

"Por aquí, por favor", los dos le siguieron dejando a Amy con la señora Seo. Los pasó a una sala compartida, había dos camas especiales. "En esa pequeña habitación tendrán que desnudarse, hay batas dentro", los chicos asintieron y los dejó solos. Pronto comenzaron a hacer lo pedido quedando en boxer, se colocaron la bata y se sentaron en el sofá observando una botella de vino con dos copas servidas, ambos se miraron y las tomaron bebiendo rápido el contenido.

"Wow", se relajaron en el respaldo del sofá pasando saliva.

Felix y MinHo entraron quedando mudos ante esa erótica imagen. "Chicos", ambos abrieron los ojos. 

"¿MinHo?", Bang se levantó. "¿Qué es esto?"

"Nosotros trabajamos aquí de ayuda a mamá", habló su no oficial novio. "Así que vengan que no son los únicos", Chan le siguió molesto.

"¿No somos los únicos?", se recostó en la cama boca abajo.

"No", comenzó a prepararse. ChangBin se levantó dejando la copa para acercarse al pecoso que observaba a la pareja discutir.

"¿Cómo que no?"

"Es mi trabajo, Chris"

"No quiero que lo sea, hay masajes que terminan en final feliz"

"No hago eso"

"No lo decía por tus clientes", MinHo pudo imaginar la sonrisa que Chan tenía.

"Chicos, de haber sabido que iban a estar así hubiera pedido sala sólo para mí", su cuerpo estaba siendo profesionalmente masajeado por el pelirrubio pecoso que no decía ninguna palabra estando sumergido en el gran cuerpo que ChangBin tiene.

"Lo hubieras hecho", dijeron los dos al mismo tiempo.

"Pervertidos", cerró sus ojos relajando su cuerpo.

Esto se sentía tan bien.