DECLAIMER: Harry Potter no me pertenece, esto es meramente para mi entretenimiento y el suyo.
Historia Clasificación "R" +19
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El hechizo
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃La guerra había terminado y había llegado una era de paz, al menos eso es lo que parecía. El mundo mágico estaba jugando el juego de la paz, algunos sangre pura de los cuales no se tenía prueba de su participación con Lord Voldemort estaban jugando a servir en el Ministerio de magia.
Llegando al punto incluso de ser tolerantes con los "Sangre Sucia" que tanto aborrecían, otros fueron capturados y llevados a Azkaban sin un juicio, era más que obvio que las atrocidades cometidas por ellos en su tiempo como mortifagos era suficiente para vivir una vida pudriéndose.
Sin embargo, la tensión permaneció entre las demás naciones después de generaciones de desconfianza. Los embajadores, y Kingsley, estaban trabajando muy duro para borrar estas líneas y reemplazarlas por los vínculos de amistad que alguna vez le mostraron al Londres mágico, pero el cambio no ocurrió de la noche a la mañana.
Debido a los múltiples golpes en el Ministerio de magia todo el sistema había colapsado y ahora estaban recogiendo los pedazos, Hermione Granger fue una de las que sugiero que este tiempo era adecuado para no solo sanar las heridas sino aplicar nuevas leyes para el mundo que ahora se abría ante todos ellos.
Kingsley se aseguró de ofrecer un puesto a la chica para trabajar directamente más Hermione se negó, ella no apreciaba las cosas de esa manera, ella deseaba volver a Hogwarts terminar su último año y luego regresar al ministerio, aquello era la mejor opción para alguien como ella.
Decidida, fuerte, leal, valiente, y sobre todo que le gustaba trabajar por las cosas de manera dura para que nadie viniera a lanzarle mierda diciendo que tenía una silla de favorita. Había sacrificado más que cualquiera en esta guerra y estaba segura de maldecir a cualquier idiota que la contradijera.
Entonces ahí estaba ella, cursando su último año, muy pocos habían regresado, no porque no quisieran sino porque habían muerto en esa desastrosa batalla, Harry y Ron habían aceptado la oferta de seguir su sueño, ambos serian Aurores aun sin terminar la escuela.
Ron y ella habían intentado salir, pero aquello no había funcionado, Ronald Weasley había hecho algo que ella jamás imagino, la engaño con una Slytherin, Pansy Parkinson.
Aquello fracturó completamente su relación, al punto donde Harry se sentía incomodo cuando ellos se encontraban, no era para nadie un secreto que Harry prefería pasar su tiempo con Ron, así poco a poco se alejaron de ella dejándola atrás con sus miedos haciéndose cada vez más reales
Pero Granger era una luchadora, ella no se rendía fácilmente y a pesar de todo el daño encontró personas que estaban dispuestas en darle una mano y un hombro para llorar, una de ellas era alguien que jamás espero, ni en sus más locos sueños hubiera esperado que el ahora mayor héroe de guerra, Severus Snape le brindará un abrazo reconfortante y los insultos para sus amigos — que cada día se sentía más lejanos — fueran tan bien recibidos.
Poco a poco la idea de caminar sola por los grandes y largos pasillos sin sus dos mejores amigos le comenzó a desvanecerse, ahora Neville, Luna y Severus la mantenían estable, firme, para nada solitaria y sobre todo le mostraron la comprensión y el compañerismo que Ron jamás le había mostrado, incluso Harry le había fallado, pero nunca Severus.
Draco Malfoy se unió a ellos después de unos meses, aquello fue algo que dejó perplejos a la mayoría, pero, no a ella, no a Granger, ella había visto el cambio de Draco después de que ella misma al igual que Snape y Harry declararan a su favor en su juicio y el de su madre.
Lucius tuvo un final malo, él era un Mortifago consumado y nadie pudo hacer nada, los pocos juicios que se llevaron a cabo valieron la pena porque eran personas que sin su participación les hubiera costado la guerra.
Snape era uno de ellos.
Los días fueron pasando y poco a poco sumaron semanas que se convirtieron en meses, en menos de un parpadeo los ÉXTASIS (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas) llegaron, todo el mundo estaba entrando en pánico. Todos menos Draco, él parecía más fresco que una lechuga mientras Mione se volvía loca.
— ¿Cómo se supone que sabes ese hechizo? — Hermione preguntó con el ceño fruncido.
No era para menos, Draco estaba ahora molestando la con que él le ganaría en el puntaje de encantamientos, todo porque el profesor Filis Flitwick había aceptado gustosamente aprender un hechizo bastante poderoso del mismísimo Severus Snape — creación del oscuro mago — y era tan difícil que muy pocos habían podido si quiera sacar una lucecita de su varita, se requería mucho poder mágico y una gran concentración como habilidad.
El problema de Granger no era no poder hacerlo, de hecho, Severus y ella habían estado practicando ese hechizo las últimas noches, ambos tenían la excusa perfecta para verse y pasar tiempo, los besos y caricias solo eran parte del plan, pero Draco no tenía que saber aquello, su problema real era que Draco Lucius Malfoy Black podía hacer el hechizo sin problema.
Aquello era inaudito.
— Mi padrino me lo enseño —Draco contesto con su habitual petulancia.
Hermione bufo, aquello era obvio, Severus ahora cuidaba mucho más de Draco de lo que alguna vez hizo, era su ahijado y su Slytherin favorito.
— Deja los celos, Granger — Malfoy se burló.
Hermione rodo los ojos — ¿De quién se supone que tengo celos? — ella lo reto.
Draco se acertó acortando su distancia, ambos quedaron a centímetros, y aún ahí en medio del bastante amplio pero bonito jardín trasero del colegio, estaban solos, el resto estaba en clases o en los armarios de escobas para besuquearse.
— ¿No es obvio? — Draco siseo, a él le gustaba molestar a Granger, sobre todo porque Draco y Severus habían hablado de ella, el rubio Malfoy era consciente de la relación que ella tenía con su padrino.
Granger colocó su dedo índice en el duro pecho de Malfoy — Solamente envidio los conocimientos de Severus — ella entrecerró sus ojos.
Draco se acercó un poco más, sus alientos se mezclaron, casi parecía que aquello era una escena de una pareja tratando de arreglar una pelea con sexo, pero no era, de hecho, Draco no tenía interés de ese tipo en su madrina, a él solo le gustaba fastidiarla, era su pasatiempo favorito.
Severus apareció en ese momento en el arco de piedra que conectaba el jardín con el colegio, rodo los ojos, otra vez Draco estaba molestando a Hermione, a veces, tan solo a veces le daba un poco de gracia ver como su novia caía en las jugarretas de su ahijado.
— Tus celos y envidia hacia mí son más fuertes — Draco se burló y le dio un golpecito en el hombro.
Hermione lo empujó más fuerte — Entonces, es momento de que ambos veamos cual de nuestros hechizos es más fuerte — ella espetó.
Ninguno de ellos había notado a Snape.
Hermione estaba siendo terca, pero ella sabía que lo peor que podía pasar era no realizar de manera adecuada el nuevo hechizo de encantamientos que el profesor Snape había desarrollado, lo que ella jamás pensó es que debido a su error y mala pronunciación no solo enviara al ahijado de su novio — debido a la fuerza y magnitud de la magia — lejos, Draco Malfoy le regreso el hechizo.
Ambos hechizos colisionando entre sí creando una cúpula de magia violeta, y al no tener el equilibrio adecuado — de parte de Draco — por la violencia del hechizo de Granger y la mala pronunciación del hechizo — por parte de Mione — crearían un enorme accidente.
El hechizo de ella regreso combinado con el de Draco, el gritó de Severus alertando de que se detuvieran llego muy tarde, aquello fue en cuestión de segundos, pero para Hermione Granger todo dio vueltas y pronto se volvió oscuro.
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Ꮲꭺꭱꭺꭰꮻꭻꭺ
FanficCLASIFICACIÓN +19 Historia después de la guerra, muchas vidas fueron cobradas de ambos bandos. Un hechizo que salio mal, oscuridad, confusión y un lugar totalmente diferente al que había dejado minutos atrás recibieron a Hermione Granger, pero no er...