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CAPÍTULO OCHO ❝ MUERTA PARA MI ❞
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LEAH
—Hola.
Saqué mi cabeza del casillero y giré topándome a Evelyn. La miré de arriba a abajo con duda, no me caía bien, la sensación que trasmitía me hacía sentir incómoda y con la guardia arriba por si algo llegaba a suceder.
Evelyn era de esas personas que parecían buenas y trataban genial a las personas pero por dentro tenían una mente tan retorcida que te erizaba la piel.
—Eh...hola.—Cerré el casillero, teniendo una ligera idea de por que la nueva me hablaba.
—¿Te encuentras bien? Supe que tuviste una convulsión hace unos días.
Miré el techo por unos segundos con irritación y molestia. Apenas había salido de un infierno y ahora la vida me estaba poniendo en otro.
—Lo estoy.—Le aseguré.—Ahora si me disculpas, tengo álgebra.
Giré sobre sus tobillos para tomar el camino a la aula, pero la presencia y voz de Evelyn la siguieron hasta ponerse a su lado.
Rodé sus ojos. ¿No se cansaba?
—Lo siento por tu ruptura con Cheryl.
—¿De que hablas? Ella y yo no hemos terminado, solo peleamos. Y ya está todo arreglado.—Aunque ya no estábamos peleadas, la había visto muy poco desde que había regresado.
Solo había recibido un mensaje por su parte, y tal vez hubiera averiguado por qué solo eso pero tenía tantas cosas en la cabeza que dedují que Cheryl estaba igual. Las cosas no estaban tan bien en Thornhill, la llegada de Heather había puesto a Penelope más insoportable de normal.
Y era la primera vez que estaba de acuerdo con mi suegra.
—Oh.—La boca de Evelyn se cerró en una mueca.—No soy de las que se mete en las cosas de los demás, pero, durante los días que faltaste la vi muy pegada a Heather, más de lo normal...y pensé que habían terminado porque las vi besándose en su auto.
