²-momento oportuno-

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Me apresuré a entrar ya que hacía un rato que las chicas se despidieron de mi y no quería que me echasen el primer día con lo emocionado que estaba por la situación

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Me apresuré a entrar ya que hacía un rato que las chicas se despidieron de mi y no quería que me echasen el primer día con lo emocionado que estaba por la situación.

Me cambié los zapatos.

Los casilleros me parecían muy bonitos a pesar de no tener una gran diferencia comparados con los que vi anteriormente. Miré mis pies con los zapatos respectivos cual niño pequeño para caminar animadamente hacia mi salón.

Nagito's pov:
Ahh...Está escuela...Me gusta su tranquilidad.

Pese a estar cerca de la ciudad, no hay mucho ruido y está muy bien cuidado. Supongo que tendrán en cuenta detalles como esos para la armonía entre alumnos. Y no es para menos. Ya que la mayoría llega con un carácter demasiado competitivo y eso puede ocasionar grandes problemas en su aprendizaje.

Uno de esos detalles que a mí en particular me encantan es la bonita fuente de piedra blanca que hay en el medio de el parque frente a la escuela. Puedes refrescarte, sentarte al borde y notar una leve brisa por el movimiento del agua o observar el recorrido que hace la misma.

Pero mi sentimiento de libertad desaparece con los murmuros, conversaciones, gritos y risas de la gente.

Es una pena que esto suceda cada vez que creo tener un ápice de esperanza en que la vida no va en el sentido que creemos, sino mejor y que sólo sea cosa de abrir los ojos o lo que los adultos llaman; madurar. Aunque no debería de tener ese nombre. Debido a que hay gente que la ha tenido que llevar a cabo por actos que no provocaron ellos. Sino su entorno. No se por que no se me ocurrió pedir el permiso para la beca como mejor filósofo.

Para cuando salí de mi reflexión vital,  Nekomaru ya llevaba tiempo gritando a un chico el cual estaba atemorizado por la facilidad con la cual lo elevó hasta que sus pies quedasen fácilmente a cuarenta o cincuenta centímetros del suelo. Pobre chico. Me quedé mirando la escena, hasta que Mikan y Ibuki se adentraron al edificio.

Y en todo ese tiempo transcurrido no me percate de lo mucho que miraba al chico. En parte por la pena de el miedo que tuvo que pasar con lo del susto de parte del grandullón, y para que mentir, porque me parecía que destacaba bastante en un aspecto positivo por sus tan peculiares facciones.

Tenía un color de ojos verdemiel, y un cabello corto, no muy peinado a decir verdad. Sus ojos combinaban a la perfección con su corbata verde oscuro, y el blanco de su camisa con mangas cortas le favorecía como ningún otro color. Su rostro tenía una mirada sospechosa. Como si desconfiase de todo y todos. Realmente me gustaría ser su amigo.

El chico se giró, y se sorprendió al encontrarme fijamente a lo cual me giré lentamente rascando levemente mi nuca y mirando hacia el agua de la fuente. Todavía quedaba gente fuera, así que miré como el castaño se alejaba y me quedaba ahí, volviendo a hundirme en mis pensamientos como si de una nube se tratasen.

Realmente me gustaría poder hablar con gente. Me encantaría. Pero siento que nadie me tomaría enserio por lo absurdo de mi talento, además de que creo que mi forma de ser les aborreceria.

Pero tengo asuntos más importantes que ocupar que un simple alumno que destacará en algo inédito y todos le aplaudían por ello el resto de su vida.

Me encaminé siguiendo los hace rato pasos de los alumnos puntuales y entre al edificio siendo el último de toda la escuela en hacerlo.

Entre a un salón no muy distinto a lo que se vio desde el borde de la fuente. Gente hablando entre sí y yo sin atreverme a unirme. Ibuki, Mikan, Chiaki, Hiyoko, Fuyuhiko, Teru Teru... Pero no veía por ningún lado al chico que buscaba.

Vaya, parece que se ma ha escapado la forma de crear amistades más sencilla que conozco. Pendiendo de la excusa de "trabajos grupales".

Pero supongo que relacionarme con la gente aquí presente me bastará para dejar mi miedo al rechazo social.

Me acerqué hacia Teru Teru y Hiyoko pero no. Tuvo que aparecer en el momento más oportuno.

-Disculpad, ¿Sabéis dónde están todos los tutores? Es que no hemos visto a ninguno...-dijo el chico recién ingresado, mientras que, obviamente, miraba temeroso a Nekomaru.

En ese momento, un peluche rosado salto hasta el pupitre del profesorado de la nada. Y comenzó a hablar.

-¡Hola mis queridos alumnos! ¿Cómo estáis? En especial tu, Hajime Hinata. ¿Que te han parecido nuestras maravillosas instalaciones?- Dijo girando de la emoción.

Más oportuno aún.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ¡Holi! Solo vengo a avisar de que si algún tramo de la historia no se entiende no pasa nada, voy a ir corrigiendola mientras escribo.
El es todo ¡Hasta pronto! <3

mastermind ; komahina &lt;3 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora