¹²-Junko-

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Caí de rodillas al suelo para comenzar a reír con melancolía

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Caí de rodillas al suelo para comenzar a reír con melancolía.

¿De verdad que ni queriendo morir, tengo la oportunidad de hacerlo? Es patético.

Eso significaba que mi única opción en ese momento era seguir con el plan. De todos modos, era lo que deseaba desde un principio.

Entre toda esa tristeza sumada al dolor que sentía, alzé mi cabeza con mis ojos cerrados suspirando.

Empezé a sentir gotas cayendo directamente en mi pelo. Haciéndome recordar lo bonita y oportuna que siempre era la lluvia en mi vida.

La que apareció el día de el accidente de mis padres.

La que apareció en su mismo funeral.

La que apareció el día que Hajime me demostró que estaba dispuesto a cuidarme incondicionalmente.

Y la que apareció cuando me acabé de rendir.

Era inoportuna como nada en este mundo. Pero igualmente, era ese momento de descansó. En el cual podías acompañarla y seguir sus pasos; desatando tu presión.

Poco a poco iba recobrando mi cordura. Y comenzando a escuchar notoriamente mi respiración chocando contra las paredes de el lugar.

Pero, ¿No estaba en el supermercado? ¿Por qué hace poco estaba lloviendo?

Me pasé las manos por mis ojos, apartando la "lluvia" y mirando estás mismar para saber qué era ese líquido el cual de un momento a otro, me pareció espesar.

Sangre.

¿Por qué mierda tenía sangre en mi cara, pelo y parte de mi ropa?

Más importante aún...

¿Por qué mierda estaba el cuerpo sin vida de Ibuki colgado, mientras goteaba sangre en el techo de la tienda?

Volví a la cabaña apresurado para limpiarme, esconder la nota y dormir un rato. Fue un poco desesperante cómo el putrefacto olor que desprendía mi ropa, y el tono rojizo que quedó en mi pelo no parecían irse. Así que al conseguir quitar estos dos, me acosté junto a Hinata.

Tan pronto pudiese hablaría con Junko.

Estaba claro que el día de mañana sería increíblemente duro.

Pasaron unas cuantas horas, y desperté únicamente reaccionando al sonido de los pasos apresurados caminando sobre la madera y Hajime llamándome.

-¡Hey! ¡Nagito! ¡Despierta!-Dijo preocupado, sacudiendome levemente.

-Hmmm..-Respondí soñoliento.

-Vamos nagito, tienes que levantarte ya. Es importante.-Me pidió seriamente.

Me levanté para quedar en frente suyo.

-Han encontrado el cadáver de Ibuki.

Mierda. Casi lo había olvidado.

Salimos rápidamente de el lugar para reunirnos con el resto.

-¡JODER! ¿¡QUE PARTE DE MANTENERNOS UNIDOS Y NO HACER NADA PELIGROSO NO HABEIS ENTENDIDO?!

-¡T-tenemos que calmarnos!-Dijo Sonia, intentando tranquilizar a Fuyuhiko.

-¡CALLATE!¡NO ME DIGAS LO QUE TENGO QUE HACER!-Le gritó como respuesta.

-¿¡PERO TU QUIEN TE HAS CREÍDO QUE ERES EH?!-Le gritó Kazuichi a este último.

El ambiente era mucho peor que la vez anterior. Ya no era solo la tensión presente, sino que se le sumaban los gritos, acusaciones y amenazas que se hacían unos a otros.

Haciendo ver qué el crear lazos solo había dado la confianza de acusar descortésmente hasta a tus personas más cercanas.

-¡Upupupupu! ¡Veo que os lo estáis pasando muy bien! Me preguntó por qué no me habéis invitado..-Dijo haciendo su aparición el oso blanquinegro. Fingiendo un ápice de tristeza en su última frase.

-¡QUE TE JODAN!¡FUERA DE AQUÍ!-Le ordenó el más que nunca, enfadado Nekomaru.

-No os enfadeis conmigo. Al fin y al cabo, vosotros sois quienes deciden matarse mutuamente. Y yo solo quiero avisaros de que ¡Las investigaciones para el juicio escolar, han comenzado!

Esta vez si que sen nos haría complicado. Pero seguro que Hajime no se daría por vencido.

Me gire para mirarlo, y al notar como el mencionado, miraba el cadáver totalmente pálido y con la expresión de miedo con la que me despertó, sin decir una sola palabra por calmar lo que estaba ocurriendo, me hizo entrar en pánico.

No podíamos morir, no ahora que nos teníamos unos a otros.

Les dije a todos que no me sentía bien y que daría una vuelta por la playa. Añadiendo que si encontraba alguna pista no dudaría en llamarlos.

Corrí lo más rápido que pude hasta la pequeña central que me comunicaba con el exterior.

Pero tuve que esconderme al visualizar a Junko, con su brazo pasando por el hombro de Mikan mientras ella reía y está última lloraba, como si fuesen amigas de toda la vida.

Algo importante estaba pasando y no tenia ni idea de que se trataba.

Mikan se fue con el resto, y yo me acerqué a la pelirosa.

-¡AHAHA! ¡NAGITO! ¡QUE ILUSIÓN VERTE!

-Si si. -Dije con indiferencia.- Que has hecho.

-¿Yo?

-Que has hecho con Mikan.

-Hmmm ¡Cumplir mi sueño!

-...¿?

-¡Traer a la vida una telenovela! ¡Un drama televisivo! ¡El como una amiga, es traicionada con la muerte!

-...No puede ser.

-¿Huuuh? ¿Cómo que no? ¿Ahora que lo he hecho me dices que es mala idea?

Cada vez estaba más nervioso. No me lo podía creer.

-Has.. amenazado a Mikan.. Mandándola a matar a Ibuki.

-¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Correcto!

Con lo cual ahora estaba obligado a quitarme de en medio a Mikan si queria que Hajime viviese.

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¡Capitulo doce, y gracias por los más de 100 votos!<33

mastermind ; komahina &lt;3 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora