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El tiempo se agota y las sombras acechan sobre las almas impuras—Umbra

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El tiempo se agota y las sombras acechan sobre las almas impuras—Umbra.

—¿Has sacado esto de alguna película de terror, Jackson?—cuestiona Muriel mirando todo los rincones oscuros de la pequeña y casi claustrofóbica habitación, la cual se encuentra en el sótano de la cabaña decadente—. Los escalofríos no me han dejado en paz desde que entramos.

—Es normal, la mala energía está por todos lados—digo con simpleza, mirando la foto parpadeante en el techo—. Al menos tuvo miles de asesinatos, violaciones, torturas y puede que amor enfermo y retorcido también. No puedo estar seguro—expongo frunciendo levemente el ceño.

Cuando vine a investigar este lugar pude sentirlo, demasiadas cosas macabras sucedieron aquí, justo en esta habitación. Suspiro, es horroroso, pero dejaré de lado eso ya que me sirve de mucha ayuda para lograr la marca de brujo que deseo.

Una vez tenga la marca nadie, ni siquiera un híbrido antiguo, podrá absorber mi magia ni meterse con mi mente.

—Entonces, ¿qué sigue?—pregunta Josel peinando su cabello hacia atrás, está nervioso—. Ya tienes la fuerza para hacer el hechizo y no morir. También magia potenciada, pero solo hasta que la sangre del antiguo se disipe en tu sistema, ¿qué son? Mmm, ¿24 horas?

Observo el círculo de arena negro en el suelo mohoso de la habitación. Una vez entré ahí tengo que usarlos como ancla para mantener la conexión con el lado terrenal y el lado espiritual.

—Tienes razón, por eso debemos comenzar ahora mismo. Seguramente Paulo nos está buscando al igual que Nathaniel y los demás, pero les tomará tiempo.

Hice un hechizo de ocultamiento hace unos días, nadie va a encontrar este lugar, al menos no hasta que haya entrado al otro plano. Pero hasta eso ya habré terminado de hacer mi marca Xinéf.

—Qué quede claro que solo te estamos ayudando porque es una petición de Yorel, por nada más—declara Josel con el ceño arrugado y los brazos cruzados—. Para mí solo eres un mocoso desquiciado.

—Como digas—Es mi respuesta, él me fusila con la mirada.

—Hagamos esto de una vez—pide el mayor de todos tomando lugar sobre una estrella de tres puntas, la cual hice con sal y azúcar—. Luego de esto tendremos que pensar cómo sobrevivir a lo que se nos viene.

Los otros dos también toman sus posiciones. Una vez los tres están ubicados en sus estrellas de tres puntas inicio a quitarme la ropa quedando simplemente en bóxer. Un escalofrío me recorre desde los pies a la espalda. El aire se ha vuelto más gélido que hace unos momentos. Los hermanos Sherry se toman de las manos una vez me adentro en el círculo de arena negra.

—Bonitas—pronuncia Muriel mirando mis piernas.

Evito perder el tiempo respondiendo a esa palabra y a su mirada. Cierro los ojos y me abrazo a mí mismo, un segundo después mis rodillas chocan con la áspera superficie del piso de madera. Inicio a murmurar en latín un hechizo de los más ancestrales. El lugar comienza a temblar y se vuelve mucho más frío. Así debe sentirse la muerte, fría y escalofriante.

Abre los ojos, descendiente—pide una voz susurrante.

Lo hago, separo mis párpados. No me encuentro de rodillas, estoy de pie. Mi ropa es completamente gris: tengo una especie de tul de seda cubriendo mis brazos y piernas en forma de espiral. Me siento una especie de momia elegante. Arrugo mi ceño cuando sobre mi cabeza descubro una corona de plata, una que ahora mismo sostengo entre mis manos. Es pesada, demasiado, pero no se sentía de ese modo cuando estaba en mi cabeza.

La corona brilla y desaparece para reaparecer sobre mí cabeza nuevamente.

¿Por qué me llamas descendiente? ¿Quién rayos eres tú? ¿Dónde estoy? En fin, no importa, dime cómo obtener mi marca de brujo.

El ser ante mí no se puede definir como hombre o como mujer, simplemente es una sombra gris de ojos rojos y voz susurrante.

Usted no necesita una marca de brujo. Necesita encontrar a su aquelarre. Solo de esa manera podrá sobrevivir su corazón. Nació para ser un líder y proteger a los suyos.

No soy un líder. Solo deseo vivir como se me dé la gana, sin depender del maldito destino humano. Quiero crear mi propio camino, con mis propias reglas. No me importa nadie más que yo.

Es normal que se mienta a sí mismo, aún no está listo para aceptar que ya no puede seguir solo desde aquí. Puede pretender ser egoísta y pensar solo en usted mismo, pero mi señor usted sabe que ahora hay seres apoyando sus decisiones a pesar de todo. Es consciente de que ellos ya son parte de su familia, porque eso es lo que es un aquelarre.

Son vampiros, no brujos—escupo ignorando a propósito sus demás palabras.

En su aquelarre las especies sobrenaturales no tienen que tener una forma de poder y esencia, simplemente tienen que ser aceptadas por el líder, por usted.

—¿Entonces por qué debe ser un aquelarre? ¿Por qué no un clan?—maldigo internamente cuando esas preguntas se escapan de mi boca.

Jóder, no necesito esta información, solo deseo esa maldita marca para poder continuar con mis planes de ser un híbrido inmortal.

Porque usted nació siendo el descendiente de una reina bruja. Es el descendiente de una antigua bruja oscura.

Hago una mueca. No me agrada esta sensación en mi pecho. Siento como si me estuvieran contando una historia de ciencia ficción ridícula. Seguramente Paulo ya encontro la cabaña. Maldición, tengo muy mala suerte, si salgo de esta juro que me voy a comprar un jodido amuleto de la suerte.

Ya. Supongo que algo salió mal con el hechizo que hice. Mierda, mierda, no me queda mucho tiempo. ¡Jodida mierda!

Usted ya tiene su marca, Príncipe, no necesita otra. Su marca es la más poderosa de los cuatro príncipes antiguos que una vez existieron antes que usted. Encuentre a su aquelarre completo y así su corazón se hará fuerte e indestructible.

Ah, claro. Sólo debo formar un aquelarre para que mágicamente mi corazón se recupere. ¿Me jódes, sombra estúpida? —Ya he perdido la maldita paciencia.

Mi señor…

¡Mi señor, mi culo! Esto es una maldita broma. ¡Aaah! Solo quiero vivir como un jodido ser intocable, eso no es tanto pedir.

La sombra se aproxima, inclina su cabeza como en una estúpida reverencia.

Es momento de que regrese a su plano y cuerpo, príncipe descendiente. Si me necesita solo debe susurrar mi nombre. Solo deje decir, Zorel.

Paso—Es todo lo que digo antes de sentir un vibrar brutal en todo lo cuerpo.

—¡Jackson!—gritan tres voces diferentes ante mis ojos abiertos de más.

No siento fuerzas en ninguno de mis músculos, sin embargo las manos de Yorel no me dejan caer. Mi trasero está sobre sus piernas, ya que se encuentra sentado en el suelo, puedo sentir su brazo en mi nuca y una de sus manos sosteniendo mi mejilla.

—F-Fue un fracaso… No la conseguí.

Sus cejas se frunce y parpadea confundido.

—Pero sí tienes la marca, no es la de la serpiente fénix, es la del dragón de las sombras. Pensé que esa marca estaba prohibida, pero… Apareció en tu brazo.

—Mierda—es todo lo que digo antes de caer en un sueño profundo.

Umbrablack.

Dark Heart.©#1 [ Bilogía: Cruel Madness.] BL +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora