HAIKYUU!!: Una historia diferente...

Capítulo 8: El significado de Proteger

Oikawa Tooru, la persona de la cual Kageyama aprendió varias cosas de las que hoy sabe, entró al gimnasio notando que su equipo ya se encontraba en juego con Karasuno, y además en el tercer set.
Él se acercó a los entrenadores para saludar y luego fué a calentar antes de entrar al partido, que fué cuando los cuervos recién notaron la presencia del capitán del Seijo.
Oikawa hizo un par de saques, pero bastaron para hacer que Karasuno esté más alerta a su persona.
El partido acabó, ambos equipos se saludaron y, después de estirar y descansar un poco, el equipo visitante salió del edificio rumbo al suyo.

—Kageyama, ¿Qué relación tienes con ese tipo de tercero?— preguntó Hinata, recordando lo que dijo Ukai durante el partido.

—Oikawa-san fué mi sempai durante la secundaria baja. De él aprendí el saque con salto— explicó, despejando las dudas de Shoyo.

Ella respondió con un "Ah" y siguió caminando junto con Kageyama, detrás de sus demás compañeros, pero de repente todos se detuvieron, así que Hinata miró por sobre los hombros de los demás para ver "al gran rey" recostado por el portón de salida de la escuela Aoba Johsai.

—Hoy estuve sólo al final del partido, por eso las cosas estuvieron parejas— dijo Oikawa, haciendo rabiar a Tanaka y Nishinoya.

—Además...— hizo una pausa y miró a Kageyama a la vez que lo apuntaba con el dedo índice—... aún tengo pendiente la lucha armador vs armador con mi pequeño ex compañero—

— No sé si ves bien, pero Kageyama no es el único aquí.— Hinata, sin medir sus palabras, empezó a hablar mientras se acercaba a Oikawa.
— No te enfrentarás a Kageyama, te enfrentarás a Karasuno en el siguiente torneo, y no te la dejaremos fácil—

El equipo de camperas negras no estaba sorprendido por la actitud de la chica, excepto Asahi, ya que con él fué diferente, y demasiado.
Pero lo que si los sorprendió fué la reacción de Kageyama a lo que Oikawa hizo luego.

— Pero si eres la mánager más hermosa que he visto...— cambiando completamente de tema, Oikawa se acercó más a la enojada Hinata e intentó acariciar uno de sus mechones de cabello, pero la mano de Kageyama lo apartó un instante antes de llegar a hacer contacto con ella.

— Ni se te ocurra— con voz firme y el ceño fruncido, Kageyama se puso delante de Oikawa, cubriendo a Hinata.

Viendo lo tensa de la situación, Nishinoya y Tanaka fueron para alejar a Hinata de los armadores, mientras que ellos mantenían lo que parecía ser una guerra de miradas.

— Ésto es nuevo en tí, Tobio-chan. Solo bromeaba, no tienes que enojarte así— Oikawa rompió el silencio, se disculpó, y caminó hacia el gimnasio otra vez, teniendo varias miradas nada amistosas sobre él.

El grupo se quedó un rato más allí, esperando a sus profesores que seguían dentro, cuando éstos salieron comenzaron su camino al edificio Karasuno.

Al llegar, tuvieron una pequeña reunión para hablar sobre técnicas, cosas que cada uno debía mejor como así también en conjunto y demás temas, entre éstos, un campamento de una semana en Tokio, que aún estaba lejos, pero era algo para lo que debían estar listos.
Terminando su reunión, el grupo salió del gimnasio para ir a sus hogares. Y, como ya era usual, Hinata, con su bicicleta en manos de Kageyama, caminaban juntos hacia su punto de separación (un poste de luz junto a un banquito).

Hinata notaba algo más... pesado, en el ambiente, puesto que la mayor parte del camino ella hablaba, pero en ese momento se sentía incómoda y nerviosa, tanto que ninguna palabra salía de su boca.

— Que estés tan callada me da un mal presentimiento— dijo Kageyama, de repente.

—¿Es sospechoso que esté en silencio?— ante ésta pregunta de parte de Hinata, Kageyama sonrió.

Hinata se le quedó viendo sorprendida los pocos segundos que una sonrisa natural se pintó en la cara de su alto amigo. Ella se sentía felíz, todo rastro de nerviosismo fué borrado.

— Gracias por lo que hiciste hoy— habló Hinata, cuando llegaron a su punto de separación.

— Ah, eso. No es nada— Kageyama miró hacia otra parte que no sea la silueta de Hinata.

— Me hice la valiente, pero cuando él se acercó... debo admitir que si me asusté— dijo Hinata, sonriendo y rascando su nuca.

Kageyama volvió su vista a ella al notar su nerviosismo. Ella de verdad se asustó, pero "no se hizo la valiente", de verdad lo fué.

—Puedes "hacerte la valiente siempre", no te preocupes, yo estaré ahí cuando te asustes después de hacerlo—

Al escuchar ésto, y más viniendo de Kageyama, Hinata se sintió conmovida y muy, muy felíz. Le encantó la sensación de ser protegida de vez en cuando.

— Gracias, Kageyama—

Él solo asintió con la cabeza, se despidió y giró sobre su eje para ir a casa, justo a tiempo, puesto que un calor repentino se apoderó de su rostro nuevamente, ésto acompañado con un creciente deseo de querer sonreír, deseo que logró contener, aunque no estuviera a la vista de nadie.

LuNeel: Está más cortito de lo normal porque sentí que si seguía escribiendo se perdería el ambiente que quería lograr y espero que lo hayan sentido también.