HAIKYUU!!: Una historia diferente...

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Capítulo 15: Ahora

Después de la cena, cada uno de los miembros de Karasuno fué a prepararse para dormir.

Hinata iba camino al baño, y en el pasillo se cruzó con Kageyama. Dos pasos después de pasar a su lado se dió la vuelta y lo llamó.

— ¡Kageyama..! —

Él volteó y esperó atento a lo que sea que Hinata quería decirle.

— Esta noche, em, ¿Puedes venir a mi habitación... otra vez? —

Ahora ella esperó.

— Iba a hacerlo de todos modos — Contestó Kageyama después de un tiempo.

Los ojos de Hinata brillaron y, sin decir nada más, continúo su rumbo al baño.
Kageyama sonrió bajo. Satisfecho.

Tarde en la noche, Hinata estaba despierta, con ojos grandes mirando a la puerta, esperando a cierto chico pelinegro.
Tenía sueño, realmente estaba cansada, pero Kageyama dijo que vendría. No tenía más opción que ser paciente.

Del otro lado de la puerta, Kageyama estaba de pié con un naciente miedo.
No tenía idea de lo que Hinata quería decirle, tenía miedo a ser lastimado, o de lastimar a Hinata de alguna manera. Pero ya no había marcha atrás. Éste era de esos momentos dónde dices ahora o nunca. Porque aunque parecían tener todo el tiempo del mundo, la realidad era que no sabían lo que les esperaba el día de mañana.
Kageyama no quería arrepentirse, mucho menos si se trataba de Hinata.

Tomó valor, una gran cantidad de aire y abrió la puerta.
La luz de la luna lo golpeó fuerte, pero más deslumbrante era Hinata.
Allí sentada, con ojos espectantes, llenos de sueños y preguntas, ella esperaba por él y sus palabras.

— ...Hola —  Saludó Kageyama, serio.

— Hola, Kageyama... —

...

Luego de un momento de silencio incómodo, Kageyama avanzó y se sentó al lado de Hinata, en el suelo, justo como la noche anterior.

— ¿Quieres decir algo o sólo quieres compañía porque tienes miedo? — Kageyama rompió el hielo.

Hinata rió y se tomó un segundo para responder.

— Si, quiero hablar sobre... lo de hoy —

— Perdóname si te sorprendí o te disgustó —

— ¡No!, ¡No es eso para nada! — Se cubrió la boca al darse cuenta de que subió mucho la voz.

Desde que llegaron a esa casa todos estuvieron de acuerdo en que el lugar era aterrador. Ninguna discusión por eso. Pero, sólo esa noche, en la que Kageyama captó el momento exacto dónde las mejillas de Hinata se volvieron rojas, con las manos temblando sobre sus muslos y sus ojos luminosos lo miraban fijamente, sólo en ese momento, deseó detener el tiempo y quedarse ahí, únicamente apreciando todo lo que era Hinata.

...Porque él estaba enamorado de ella, al principio sólo de lo que tenía por dentro, al principio sólo de su corazón y espíritu, pero luego de eso se dió cuenta de que no podía evitar pensar que Hinata era la persona más bella del universo. Cada parte de su cuerpo era una pieza única que Kageyama quería atesorar. Un diamante en bruto.

Y Hinata... Hinata quería proteger a Kageyama. Porque sabía los temores de éste, sabía sus inseguridades. Ella quería quitar todo eso y hacerle ver que sus defectos eran hermosos, que él era hermoso. Ya se había imaginado un futuro con él, un futuro más allá del que uno piensa en tener con un amigo. Era ese tipo de futuro dónde uno quiere tener un compañero de habitación, tener una mascota y compartir sus bienes.

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