HAIKYUU!!: Una historia diferente...

Capítulo 12: Perdidos

Kageyama estuvo a punto de ir por Hinata, pero se detuvo antes de moverse. Pensó que él no era nadie para darle órdenes, sabía lo terca que era esa chica y seguramente ella seguiría con la idea de subir la colina hasta concretarlo. Por eso, después de verla alejarse por un momento más, se dispuso a volver solo a la casa.

Hinata por su parte, encontró lo que pensó ser un atajo y además esa ruta estaba menos inclinada y deforme, cosa que la puso felíz, tanto a ella como a sus piernas agotadas.
Se adentró en aquel sendero, y aunque se sentía un poco mal por dejar atrás a Kageyama; que tan sólo quería cuidarla, se sintió ensimismada con el ambiente, los colores y sonidos que la rodearon.

El sendero estaba cubierto de césped en ámbos lados, también de pequeñas flores, árboles medianamente grandes y arbustos.

-Es como un pequeño bosque- dijo Hinata, sonriendo, viendo en detalle todo lo que sus ojos encontrasen.

Pues si fué pequeño, su atajo sólo tenía unos cuantos metros de distancia y desde que entró vió la salida que había en el otro extremo.
Al salir encontró otro camino, pero éste ya era de pavimento y rodeado por casas.
Miró en varias direcciones, pero no encontró a ninguno de sus compañeros. Siguió caminando un poco, hasta que dobló en una esquina y vió a un chico, pero aunque supo que no era uno de sus amigos, se dió cuenta que quizá tenían la misma edad y además...

-"Parece tan perdido como yo"- pensó

Él estaba de espaldas, pero se notaba que movía la cabeza de derecha a izquierda, como buscando algo o a alguien. Y a ella poco le importó saber que ni siquiera vivía en esa zona, aún así decidió a ayudar al muchacho.

-¡Hola! ¿Estás perdido?- se acercó a él, caminando un poco rápido, casi al trote.

Al escucharla, el chico volteó en su dirección, luego miró su celular y otra vez a Hinata.
Ella seguía parada frente a él, esperado que dijera algo.

-...creo que si- dijo, mirando el suelo.

-¡Qué gracioso, yo también!, Ah, me llamo Hinata Shoyo, ¿Y tú?-

El chico estaba... Sorprendido, por la actitud tan explosiva de Hinata, por lo que titubeó un poco antes de responder.

-Kozume... Kenma-

Después de escuchar su nombre, Hinata iba a preguntar si podía ayudarlo, pues ese fué el motivo por el que se acercó, pero sus ojos se desviaron hacia el bolso mal cerrado de Kenma, dónde vió un par de zapatillas que hicieron a sus pupilas expandirse.

-¡Esa son zapatillas de voleibol!, Kenma, ¿Juegas vóley?- entusiasmada preguntó, apuntando con su dedo al mencionado par de calzados.

-Si...¿Tú también?- Kenma preguntó de ese modo, porque sabía que una persona "normal" solo hubiera visto un par de zapatillas "normales". Estaba casi seguro de que Hinata era fanática del deporte, pero no tanto de que lo practicara.

-Ah, bueno, antes si, pero ahora no puedo... ¡Pero soy mánager de un fuerte equipo masculino!-

Kenma tuvo curiosidad, "¿Por qué ya no puede jugar?" Pensó, pero sólo eso, solo lo pensó, le pareció malo preguntar el motivo.