Bitter & Sweet¦ Tk Ff.

30. me gustas

¿Alguna vez sintieron tanto pánico que su cuerpo tembló por completo?

Eso era algo parecido a lo que JungKook sentía. Todo su cuerpo temblaba, incluso sus mejillas, lo cual era insoportable porque no podía articular palabra alguna. Por no decir que se sentía muy caliente y sudoroso en partes donde no sabía que podía sudar.

Quiso aventurarse a hablar mas no consiguió nada. Su garganta fue cerrada hasta nuevo aviso con un gran nudo en el centro de ella. Trago, pero no pudo quitar aquella incomodidad.

No podía mantenerse en silencio pues sabía que TaeHyung se iría y él perdería la última oportunidad que tenía. Debía juntar todo el valor dentro de si. Al fin de cuentas él era el mismo niño que se armo de valor para escapar de su casa, ¿no era así? También era el adolescente hormonal que tuvo el valor de confesar a sus padres su sexualidad.

Al pensar en eso puede comprobar que en ningún otro momento sintió lo que ahora. Claro que las antiguas situaciones no tenían un punto de comparación, todo era tan diferente, pero al final siempre fue él reuniendo valor.

Sin embargo no todo era su propio mérito, hubo personas que lo alentaron y ahora mismo realmente todo dependía de él. SeokJin ni SoMi estarían ahí para apoyarlo.

—¿Puedo irme? Te recuerdo que no quiero escucharte.

Dolió.

No era capaz de hacer algo. Su mente estaba ocupada para pensar de forma racional, poco a poco su juicio se nublaba, dejando paso a un JungKook atrabancado. —No vas a irte. Necesito hablar contigo, y eso ya lo dije, pero no es el punto. —Claro que eso no quitaba los nervios que sentía. —Necesito disculparme.

—Ajá. —A los ojos de JungKook, TaeHyung no le estaba prestando atención. En realidad era muy distinto, él escuchaba cada palabra con atención y su cuerpo parecía reclamar cercanía con Jeon. —No me interesan tus disculpas y si quieres saber la causa deberías recordar tus palabras. —Mojó sus labios. Estaba esforzándose por no perdonar a JungKook, de verdad, porque su orgullo se vio muy lastimado. —Así que agradecería si me das esa llave para poder salir. —No era así. Imploraba a Dios que JungKook no lo hiciera, no quería que ese bloque de hielo entre ambos se hiciera más fuerte.

Mientras tanto, YoonJi esperaba pacientemente afuera del aula en caso que Jeon pudiera necesitar su ayuda. Tomó su teléfono, dándose cuenta que había un mensaje de YoonGi. Indicaba querer irse con ella a casa. Suspiro al saber la causa, pero por otro lado se puso feliz ante la idea de pasar tiempo con su hermano.

Tuvo que decidir entre JungKook y su hermano. En está ocasión eligió a su sangre. —Gigi. Vamos. —Habló una vez se encontró con su hermano.

—¿Y JungKook?

Se extrañó. ¿Había una razón para que su hermano preguntara por él?

—Siempre están juntos. Por eso.

—Oh... —Algo cálido se extendió por su pecho. —Justo ahora debe estar hablando con TaeHyung. Por fin se atrevió. —Vio como su hermano entró en un estado de miedo. —Y me prometió que no diría nada sobre ti.

—¿Y le crees?

—Claro que sí.

YoonGi suspiro. No había tenido tiempo para disculparse con ella sobre todas las cosas feas que le dijo a pesar de que YoonJi se disculpó con anterioridad. —Bien. —No lo dijo, pero estaba feliz por ella, había hecho un amigo, aunque las circunstancias lo complicaban un poco. —¿Después de esto van a ser amigos o cómo?

—No lo sé, Gguk tiene toda la decisión. Yo quisiera que sí, pero no lo sé.

—¿Te importa mucho?