Bitter & Sweet¦ Tk Ff.

4. por tu bienestar

—Mamá... —Una faceta poco vista en aquel joven estaba presente ahora mismo. Sí, se veía muy tierno estando avergonzado. —Quiero decirte algo.

Su madre, que canta alegre en la cocina le mira deteniendo sus acciones para prestarle atención. —¿Si, cariño? —Ella se recarga en la mesa y limpia sus manos.

—Pero... —Se apresura a decir. —No se lo digas a nadie.—Observa a su madre levantar una ceja, esperando una mala noticia. —¡No es nada malo! —Dentro de poco se encuentra jugando con sus dedo. —Al menos no para mi...

Suspira y la mirada que le da su madre le alienta a seguir.

—Yo... —Toma las manos de su mayor entre las suyas y le mira con los ojos bien abiertos esperando cualquier reacción a lo siguiente. —Mamá, me gusta alguien... —Eso no era el problema, ya que era su madre, con quien había compartido tiempo desde antes de nacer, por eso y más cosas le tenía tanta confianza y siempre le contaba todas las cosas, pero esto era diferente.

—Tae, ¡Eso es maravilloso! ¡Sólo no me descuides la escuela! ¡Santo cielo, debe ser maravillosa!—Exclama ella con emoción mientras sus ojitos se llenan de ilusión al saber que su pequeño está interesado en alguien.

Sin embargo la mirada de TaeHyung se nubla debido al miedo de ser rechazado por su madre. —Es que... mami, sólo no te enojes ni nada...

Ella negó, aún feliz. Esperaba poder contarle a su esposo para celebrar juntos.

—Yo... bueno, no yo, la persona que me gusta no, bueno, no es eso de... —Mordió el interior de su mejilla nervioso como nunca. ¡Puedes hacerlo! Se motivó. —Bueno... es que, no me gusta una chica... yo digo, prefiero más a ya sabes... los niños. —Su cabeza se agacha cuando termina de decir aquello. Nunca estaría avergonzado de decir: estoy enamorado de Jeon JungKook, no obstante, esto era de otro nivel. —Me gusta un niño, mamá.

Se formó un incómodo silencio. Su madre aparto las manos de las contrarias e inmediatamente el ambiente se volvió el triple de tenso. TaeHyung tragó el nudo en su garganta y se aventuro a hablar, siendo interrumpido por su madre. —Sube a tu habitación. —La reacción de la mujer le provocó, algo que jamás espero sentir por ella: miedo. —Mañana hablaremos, TaeHyung.

Quiso replicar, de verdad, pero la mirada que le había lanzado su progenitora le advirtió. ¿Lo había arruinado?

Dentro de su casa de un solo piso camino hasta el final del pasillo, adentrándose en su cuarto. Tomo sus cuadernos por que se proponía hacer tarea, al menos para pensar en otras cosas. Poco tiempo después cerro su libro y guardo todo en la lapicera, simplemente no lograba concentrarse en nada. ¿Mamá le diría todo a papá, luego éste le daría una paliza y lo echaría de casa? Había visto muchas publicaciones similares en Facebook así. Si lo corrían de casa podía sobrevivir unas semanas con sus ahorros o podía ir a donde su tía, pero eso significaba dejar la escuela y eso llevaba a no ver nunca más (aunque sea de lejos) a JungKookie. No quería sonar apresurado, pero la situación lo ameritaba.

Escuchó la puerta ser abierta y cerrada continuamente así que supo que su padre había llegado y no pudo sentirse más nervioso; entonces se levantó lo más rápido que pudo para trabar su puerta en caso de necesitar tiempo para escapar. Aunque su padre era una persona pacífica no podía esperar menos de un ser humano enfadado, jamás lo habían golpeado, pero no estaba de más. Regreso a su lugar acostándose con la mente en blanco.

Ni siquiera noto que estaba durmiendo de no ser por que alguien tocaba su puerta. Su voz ronca sonó al preguntar quién era y qué necesitaba.

—Tae... —Su padre no estaba enfadado, lo distinguía en su tono de voz. —Quiero hablar contigo. No te haré daño si eso piensas, sólo ven a abrirme, ¿si?