—No puedo. No, no, no puedo. SeokJin, ¿cómo haré para pasar una tarde juntos sí la sola idea me produce nauseas?
En su lugar, SeokJin volcó los ojos. Al principio la situación era tierna, incluso graciosa, pero luego de horas escuchando la misma queja todo era
tedioso.— Escucha, si tienes tanto miedo, solamente cancela y fin del asunto. Inventa que tu pato tiene gripa y ya esta.—No tengo un pato...
Estúpido.
—De verdad JungKook. No tienes que hacerlo sino quieres. Saldrá peor, bobo.
Él tenía miedo. Miedo de parecer cobarde ante TaeHyung y que éste jamás volviera a mirarle o hablarle, no obstante se planteaba a si mismo la posibilidad de no asistir, de dejar plantado a Kim. Indudablemente eso sonaba mejor que tener una tarde juntos. No hay que malinterpretar; desde hace tiempo JeonGguk sentía atracción más allá de lo físico por TaeHyung y deseaba poder mantener, por lo menos, una amistad, pero ahora que tiene la posibilidad de una cita se siente nervioso, aterrado.
Hace un tiempo había leído que la timidez era una actitud tierna, pero para él era lo contrario. ¿Cuántas cosas hubiera hecho ya si no estuviera su estúpida timidez?
Aterrado de hacer algo mal, de quedar en vergüenza pues siempre que se encontraba cómodo le daba por hacer cosas que para muchos eran extrañas. Y él podría mantenerse quieto y abstenerse de cualquier comportamiento, pero jamás lo haría por qué eso signifia ocultar su verdadera personalidad y por más avergonzado que este de ésta, forma parte de lo que es Jeon JungKook.
¿De verdad valía la pena tener una cita en dónde no puedas ser tu mismo? La respuesta es obvia. No.
Sin embargo, nunca sabría si a TaeHyung le molestaría su actitud sí nunca se deja conocer, podría echar todo a perder sin haber empezado aún. Entonces, su respuesta era sí.
JungKook saldría con TaeHyung; tal vez, si es que nada se interpone.
—¿Sabes? No pasa nada, sí sucede algo malo es por qué así lo quiso el destino, voy a arriesgarme, después de todo sigo siendo joven y si un adolescente no se equivoca, ¿De verdad lo es?
SeokJin sonrió ante la actitud relajada de JungKook y asintió suavecito.
Por otro lado estaba TaeHyung. De nuevo buscando un buen lugar para almorzar sin demasiada gente.
Desde que llego tarde a casa todo estaba más tranquilo con su familia, no es como sí siempre fuera una locura, pero incluso se respiraba el ambiente sereno y amoroso. Un sentimiento cálido por todo el pecho de Kim llego.
También tenía otras razones para estar feliz y tranquilo. Mejor dicho: una razón. Claramente llamada JungKook, pues éste había aceptado una salida el sábado y él no podía estar más contento. Aún no tenía nada planeado porqué quería que todo surgiera con naturalidad y conforme la situación, sin embargo estaba nervioso por no llenar las expectativas del precioso chico. Se preguntaba sí podrían comer donas o tal vez mirar una película. Cualquier cosa estaría bien para él.
A medida que pensaba en el tan esperado sábado, sin darse cuenta se iba acercando a cierta mesa más retirada de las demás. Cuando estuvo más cerca es que pudo notarlo; se planto frente JungKook y su amigo SeokJin. Éstos le miraron luego de unos segundos. Ambos con expresiones diferentes, JungKook, por ejemplo era la misma cara de la emoción, mientras que el otro tenía una cara como de sorpresa. No se dejo llevar por la sensación abrumadora de atención y los saludo con una sonrisa.
—¿Puedo estar aquí? —Aún sin bajar su sonrisa, TaeHyung preguntó sin darle lugar a las dudas o miedo, después de todo se encontraba frente su amor platónico (no tan platónico, pero él no tenía ni idea).
JungKook de verdad quería ocultar su sonrisa mas le era difícil, así que sin consultarlo con SeokJin dijo que sí, mostrando sus blancos dientes. ¡Por Dios! Es TaeHyung, la persona que le gusta; ni estando bajo el efecto del alcohol le diría que no. Kim tomo asiento junto a Gguk y éste sintió su mundo dar vueltas. La suave fragancia de TaeHyung rondaba a su alrededor, no podría estar más encantado con eso. Cerro los ojos un momento para relajar sus nervios.
SeokJin miraba a ambos con una leve sonrisa. Era obvio que los sentimientos era mutuos, el par era completamente adorable. Con sus nervios y sonrisitas bobas dejaban bien en claro que sus corazones ya tenían dueño.
Una línea fina se abrió paso por los labios de TaeHyung al buscar un tema de conversación en común, empero nada le llegaba a la mente. —JungKook... sobre la cita del sábado... me preguntaba sí podrías llevar una bicicleta, tengo planeado regresar en ellas. — Kim estaría más que complacido en llevar a JungKook tras él, pero está seguro que no soportaría la presión de tener a semejante ángel tan cerca. Por cierto, esa idea surgió de repente y le pareció algo bueno así que lo dijo. Era romántico andar en bicicleta.
—¿Ustedes irán a una cita? — SeokJin estaba más que enterado solamente qué deseaba jugar un poco con los nervios de TaeHyung. —¿Puedo acompañarlos? —Rio en sus adentros al ver las caras de pánico. Luego la resignación paso por TaeHyung y SeokJin estaba a nada de soltar una buena carcajada.
Al principio TaeHyung se iba a negar, pero JungKook también iría, por ende su opinión era igual de importante. Rasco su nuca sin saber bien que decir. —Bueno... si JungKook quiere entonces por mi está bien.
Sin soportarlo más, Jin rio. — No voy a hacerlo, no quiero ir a una cita con un par de pubertos sólo para ver como se dan besitos y toman sus manos. Asco. —Sus carcajadas aumentaron al ver como las caras de los dos tipos frente a él se convertían en auténticas cerezas. —Voy a dejarlos tranquilos mientras me largo por un juguito de uva, ¿si? No quiero regresar y que estén en plena escena de apareamiento. —Le lanzó a Kim un intento de mirada asesina pues muy bien sabía que por poco y llora de la risa.
—¡No es nada de eso! ¡SeokJin! —JungKook era una bonita, adorable y gritona bola roja llena de pena que le miraba como si estuviera a punto de hacer una rabieta. Su tonto amigo dijo cosas tan vergonzosas aunque deseaba que algún día fueran realidad. ¡A excepción de la escena de apareamiento! Sintió su cara arder de nuevo por el pensamiento.
Luego de escuchar las quejas de JungKook por un momento, SeokJin por fin se fue. Dejando solos al dúo totalmente avergonzado, sin poder hablar.
—Creo que puedo tomar la bicicleta de mi papá.— Murmuró JungKook aún apenado. TaeHyung sonrió lindo sólo para él. Algo en el interior de JeonGguk se revolvió de una forma muy bonita.
—Muy bien. Estoy ansioso por el fin de semana, ¿tú no?— pregunto tratando de olvidar la pena inicial para entablar una conversación.
— Sí, sí, estoy también ansioso. Incluso estoy apartando los cupones que sirvan para la ocasión.
—Eso es muy lindo. — Al terminar de decirlo vio a JeonGguk abrir su boquita y luego bajar la mirada tímido. Luego regreso SeokJin, con su voz ruidosa.
—No esperaba que lo tomaran tan a pecho, ustedes puede besarse y hacer lo que quieran. No se preocupen por mi, los apoyo, chicos. —Quería sonar serio sin embargo se encontraba riendo. Ver los rostros rojos de TaeHyung y JungKook se estaba convirtiendo en su pasatiempo favorito en menos tiempo que nada. —Pero lo de el apareamiento era una broma, hay que tener respeto por el colegio.
JungKook comenzó a lloriquear un poco gracias a la vergüenza qué sentía en ese momento al mismo tiempo que TaeHyung reía bastante por los nervios.
Pero sí había algo que tenía claro era que este era el mejor receso que tuvo nunca. Y sólo por el simple hecho de estar con un par de chicos que no se acercan a él por su físico ni clase social, como muchos. Además, sin temor a equivocarse, esta es la platica más tranquila y sincera que ha tenido desde que entro al colegio.
Podría acostumbrarse.
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Bitter & Sweet¦ Tk Ff.
FanfictionEl primer amor debería ser dulce, lleno de buenas energías y experiencias románticas, sin embargo, no siempre es así. Durante su adolescencia, JungKook estará enamorado de TaeHyung, quien corresponde su amor aunque sea a escondidas; si eso no era s...