Bitter & Sweet¦ Tk Ff.

16. malhumorada

—¿Qué mierda te pasa? —YoonGi no era una persona que se molestara con facilidad, más bien era del tipo que siempre mantenían la calma aunque siempre había excepciones; como ahora, que su hermana, YoonJi, estaba incluso peor que él y eso era lo que lo tenía así, porque sentía que su adorada gemela le estaba ocultando algo.

Odiaba ese sentimiento de ignorancia.

En cambio, YoonJi ya detectaba la razón de su estado de ánimo y esto era causado por su supuesta incompetencia. ¿Más claro? Bien, desde aquel sábado en donde se decidió a seguir al par de enamorados, ambos (JungKook y TaeHyung) se habían convertido prácticamente en almas inseparables. Todos los días, a cada maldito momento, no había un sólo segundo en donde no estuvieran juntos y ella no podía hacer nada para evitarlo, únicamente le quedaba mirar en silencio como su hermano de apagaba poco a poco, también una que otra vez le tocó escuchar pequeños sollozos. Esto último siendo como un disparo directo al corazón.

Sinceramente no entendía porque su hermano sufría de tal forma, en otros términos; le parecía algo infantil o ridículo que YoonGi sufriera por un chico (incluso si fuera por una chica le seguiría pareciendo estúpido). Quizá es porque nunca ha tenido una novio de forma correcta o tal vez porque jamás se ha enamorado hasta la raíz, pero, no veía la necesidad de esperar a que una persona demuestre su amor, así mismo no entendía ese apetito por tener una relación. De cualquier manera trataba de entenderlo por su hermano y tenía ese sentimiento pesado, acompañado de un nudo en la garganta al ser espectador directo de la pena contraria y ella sin poder ayudar.

Sabe que Yoon pidió estrictamente que no interviniera, pero le es imposible mantener sus narices lejos de aquel embrollo.

Cuando estuvo cansada de escuchar los reproches de YoonGi salió de esa habitación que compartían y camino por el largo pasillo hasta llegar a la cocina, donde su madre muy alegremente se encontraba tarareando una canción. Escucho los pasos de quien podría ser su hermano llegar hasta donde ella. —Mamá, voy a salir, ¿Si?—Ella la miro sin entender porque la forma tan desesperada en que su hija lo decía. Solamente le quedo asentir.

—Sabes tus límites así que no llegues tarde o vamos a castigarte.

YoonJi sintió como alguien tomaba su brazo antes de salir por la puerta principal. Era YoonGi. Intento apartarlo, pero éste sólo reforzó su agarre; la menor espero que su madre no fuera lo suficientemente habilidosa para escuchar lo que estaba por decir. —¿Podrías dejar de joder por una vez en tu vida?

El mencionado la miro asombrado, nunca había recibido ese tipo de trato por parte de su hermana, la soltó inmediatamente e intento decir algo, mas estaba mudo. YoonJi se sintió terriblemente mal al momento en que observo el rostro de su hermano retorcerse en una mueca triste. Se alejó lo más rápido de la escena, justo cuando su madre había llamado su nombre. Ni siquiera tuvo la idea de regresar, solamente camino hasta llegar a un lugar en donde pudiera estar tranquilo. Extrañamente terminó frente una tienda de cómics y entro, después de todo no era mala idea leer un poco.

El sitio estaba muy polvoriento y olía libro nuevo, también contaba con una ausencia de gente y parecía algo anticuado, había una música a nivel medio que hacía todo menos insoportable, suspiró; brinco un poco en el momento que alguien detrás de él habló. —¡Hola! —La voz del tipo sonó ronca, pero amable con lo que llamo su atención. —Estoy feliz de que nos visites, puedes dar un vistazo a toda la tienda, tenemos todo tipo de cómics, desde los más viejos hasta los más actuales, incluso puedes preguntar por las ediciones especiales, tenemos varios. —El hombre frente a él tenía una cara de entusiasmo que en cierto modo llego a causarle incomodidad, carraspeo y camino fuera de la vista el hombre. Incluso escucho que decía algo, pero no entendió ni una palabra.

Más a fondo, la tienda era extensa, tenía varios libreros bien abarrotados de esos objetos, también había mesas con sillas y algunas plantas, de algún modo todo se veía muy junto y eso le hacía sentirse más pequeña. Oh, había aire acondicionado. A medida que avanza al fondo del lugar, un ruido se va haciendo más presente. ¿Porqué se escuchan lloriqueos?

No estaba interesada en saber quien lloraba o lo que fuera que esté haciendo esa persona así que encontró fácil sentarse alejado del ruido y colocarse audífonos, pero para su mala suerte como salió rápido de casa no había traído nada con ella. Intento ignorar aquel ruido sin embargo ya estaba siendo algo muy molesto, ¿Acaso el dueño no escuchaba? Porque esta persona estaba causando un gran ruido.

Cansada de que su deseada tranquilidad se viera interrumpida, caminó hasta donde el ruido se hacía más potente y encontró la espalda de lo que parecía ser un hombre, sacudiéndose levemente, entonces él estaba llorando. Quiso regresar a donde estaba pues realmente no le importaba en lo más mínimo la situación de aquel individuo, pero su curiosidad se vio atacada al escuchar un fino susurro provenir de aquel sujeto. —JungKookie ... ¿porqué tenía que ser así?

Ese nombre sonaba conocido, se acerco con la intención de escuchar, pero aquel joven levanto su cabeza a una velocidad increíble y lo atrapo en mitad del acto. Lo reconoció como DongMin, ya que el año pasado compartió algunas clases con él. Tenía la cara roja, por ende sus ojos y nariz eran del mismo. ¿Qué hacía este tonto aquí? ¿Y cual era la razón por la qué menciono a JungKookie? Porqué estaba seguro que ambos tenían en mente al mismo JungKookie pues él los había visto algunas veces juntos y se notaba que de igual forma que TaeHyung, DongMin estaba hasta los huesos por Jeon. ¿Qué tendrá JungKook que lo hace tan encantador?

La curiosidad comenzaba a picar cada vez más y no quería meterse en donde no, pero de alguna forma pensaba que eso puede ser importante o al menos favorecedor para ella.

Claro que por algo confiaba en su sexto sentido pues cuando se aventuró a preguntar recibió una respuesta que fue totalmente de su agrado.