14. mi sitio perfecto con mi persona perfecta

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Eran las tres de la tarde y ellos seguían caminado, no dentro del centro comercial. Ninguno se dirigió hasta la parada de autobús, en un pedido tácito de no querer terminar su cita.

—Entonces... —Habló TaeHyung para después aclarar su garganta. —¿Podrías acompañarme a otro lugar? —Fingió que estaba tosiendo para aprovechar y tapar un leve sonrojo que se extendió por sus mejillas de forma adorable. —Sólo sí puedes, o también puedo llevarte a la parada de autobús. Sí quieres que lo haga, claro.

—Bueno... aún no es demasiado tarde... creo que puedo acompañarte. —Respondió bajito y una pequeña sonrisa se dejó ver.

—Perfecto. —Devuelve aquel gesto débil.

TaeHyung quería hacer tiempo, esperaba que con algo de suerte JungKook pudiera quedarse un rato más pues tenía planeado mirar el atardecer, para ello, le llevaría hasta una pequeña panadería con la excusa de comer ahí algo dulce y delicioso, cuando el sitio estaba frente un mirador y gracias a su altura, sería perfecto para la ocasión. Respecto a la hora, seguía pensando en una actividad divertida que les llevara algo de tiempo, para terminar antes de que llegara la hora.

Carraspeó buscando su atención. —¿A dónde iremos? —No puede evitar sentirse ansioso. Vamos, esta a nada de cumplir los diecisiete años, cuando algún adolescente te pide acompañarle a otro lugar casi siempre es un pedido con dobles intenciones. No importa sí TaeHyung ha demostrado no ser como cualquier otro adolescente, su mente creaba varios escenarios.

—Confía en mí. No será la gran cosa, pero espero que te guste. —Le responde TaeHyung. Por otro lado, se supone que una cita es para conocer a un persona, pero, aunque es muy rápido para saber todo sobre el chico a su lado, TaeHyung está en cero en cuanto información de JungKook respecta. —Por cierto, no hemos hablado tanto como quisiera. ¿Te gustaría compartir algunos de tus datos conmigo?

—¿Datos? —Su lengua se atrofia a mitad de pregunta, dando como resultado un tierno tartamudeo que, por supuesto, no pasó desapercibido por Kim.

Asiente demasiado tarde para darse cuenta que esto parece una entrevista de trabajo.

—Bueno... —No debe ser tan difícil. Se susurra a si mismo. —Tengo casi diecisiete años, una hermana, un hermano, un padre y una madre, tengo dos pequeñas tortugas y me gusta la materia de historia. —Siente la mirada de TaeHyung sobre él, no puede evitar sudar frío. Tal vez era su turno de preguntar. — ¿Y tú? —De nuevo aquel tartamudeo.

—Yo —Medita un momento aunque no hay necesidad. —Tengo sólo a mi madre y a papá, no tengo hermanos, pero mi familia es grande por lo que tengo muchos primos. Teníamos un perro, pero murió hace unos años, uhm, también tuve un gatito y descubrimos que mamá era alérgica, entonces lo regalamos a nuestra tía.

—Oh...

—Sí... —Aunque lo ama, en este momento quiere desaparecer todo el silencio. Quiere reemplazar el silencio por risas y la suave voz de JungKook, que siempre tímida y relajante. —Cuéntame más.

¿Más? Ya no había más. No era alguien interesante para ser sinceros. —Ya no sé qué más podría decir...

—Uhm... ¿Tienes un color favorito?

—Me gusta el marrón. —Respondió tímido.

—¿Marrón?, ¿Porqué marrón?

—Pues, los troncos de los árboles son color marrón. Los árboles son lindos.

—Oh sí, debí suponerlo. El marrón es lindo.

—¿Cuál es el tuyo?

—No tengo un color preferido, ya sabes, ¿Si puedes tenerlos todos, porqué conformarte con uno? Aún así, si tuviera que elegir uno, sería el rosa, pero no cualquier rosa, el rosa que sale cuando amanece. —El rosa que pinta tus mejillas también es mi favorito. —Es algo realmente bello.

Bitter & Sweet¦ Tk Ff. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora