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(..) <---- ponen la musica, para los que no les cargue el video, la cancion se llama montero lil nas.

Una semana y media, había pasado demasiado rápido, como si hubiera sido ayer que tomo el trabajo, su vida había mejorado en un dos por tres. Las noches eran tranquilas, al fin podía llevar a Lina a restaurantes lindos y decentes, amaba como a la pelinegra le brillaban los ojos al descubrir ese nuevo mundo, el sueldo que recibía era más que suficiente y para que mentir, el bailar todas las noches se le hizo adictivo, el sentir las miradas, el deseo de todos sobre él, asfixiándole.

Los Gambino de vez en cuando se pasaban por el local, y como ignorar que el rubio siempre se sentaba en aquel lugar cuando su show iniciaba, aunque sus show siempre lo compartían con alguien, los ojos claros del rubio siempre estaban fijamente puestos en él.

Esta noche sería la primera en la cual haría un show completamente solo, se vistió con prendas negras, un short pegado y corto, una gargantilla color negro y una camiseta de transparente con tonalidad negra.

(..)

Se preparó, tomando aire y se colocó detrás de las cortinas. Sabrina y los demás le hacían señas de que todo iría bien.

Inhalo profundo y salió al escenario lentamente.

Tomo el tubo dando ligeras vueltas en él, para después posicionarse en el centro del escenario recorriendo con sus manos desde sus caderas hasta su pecho, mientras se hincaba y dejaba que su pecho tocara el suelo, con una vuelta se levantó provocativamente.

Dando media vuelta tomo nuevamente el tubo bajando lentamente, miro hacia el lugar de siempre conectando con unos ojos color cielo que le veían sin despegar la vista. Al saber que le veía el rubio le ínsito a moverse más sexy aun, tomo el tubo recorriendo su cuerpo con una mano, se alzó en el dando leves bailes en el mismo.

Quedo con los pies enredados en el tubo, dejando ver su abdomen hacia las personas que gritaron como si de animales salvajes se tratase, pero el solo pudo observar la media sonrisa del rubio.

Bajo con una leve vuelta, volviendo al centro del escenario, moviendo sus caderas al ritmo de la música, bajando y subiendo. Acercándose a las personas que le metían los billetes en las medias que traía, mientras que algunos le dejaban caer los billetes como si de una lluvia se tratara.

Podía sentir su cuerpo subiendo de temperatura con una ligera mirada recorriéndole todo su ser, pero solo funcionaba con Toni, con nadie más.

Para el final dio una vuelta más hasta quedar en el suelo donde después se levantó lentamente alzando su trasero a la vista de todos, antes de salir le dio una última mirada al rubio que sin dejar de mirarlo se levantó de su asiento, las luces se apagaron, los billetes se recogieron y salió del escenario.

Todos le felicitaron por tan exitosa presentación, fue hasta un cuarto más solitario para contar el dinero.

— Como siempre un gran baile, Salinas.

La voz de Toni le hizo dar un pequeño salto que rápidamente lo cambio por una sonrisa.

— ¿Te gusto? —Se levantó acercándose al rubio, sonriendo coquetamente.

—Para que mentirte. —Toni le tomo de las caderas atrayéndolo hacia él. —Me encanto. —Susurro mientras mordía levente el lóbulo de su oreja, cosa que le saco una risa a Raúl.

Pero ¿como había empezado todo este juego entre ellos?

(...)

Como siempre el pelinegro terminaba sus bailes de todas las noches, todo había ido de maravilla si eliminaba el hecho de que un imbécil había intentado sobrepasarse con él. De no ser porque ambos Gambino estaban en el local no sabe lo que hubiera pasado. Posiblemente un despido por agredir un cliente.

Suspiro mientras guardaba el dinero en el maletín que siempre traía para disimular, hasta que escucho la puerta abrirse, era el mayor de los Gambino.

— ¿Te encuentras mejor? —Pregunto mientras se acercaba al pelinegro.

—Sí, muchas gracias.

— Te lo dije, no iba a dejar que nadie te tocara.

Y así ambos se quedaron mirando fijamente, ya llevaban varios días con este jueguito de miradas, a pesar que el pelinegro decía que le incomodaba para convencerse a sí mismo, la realidad era que le encantara encontrar los ojos de Toni puestos en él, fijos solamente en él.

¿Estaba mal?

Por supuesto que estaba jodidamente mal, el tenia novia, la amaba y eso era lo que más le encantaba.

Raúl se acercó lentamente al rubio, pasando lentamente sus manos por su pecho, acariciándole lentamente, no sabía cuándo había comenzado a desear con tanta fuerza al italiano y sabia perfectamente que Toni lo deseaba de igual manera, podía verlo en sus ojos cada que bailaba, como recorría cada centímetro de su cuerpo con lujuria.

No pensó en nada más y llevo las manos del italiano a su trasero, el cual no desaprovecho para apretarlo levemente sacándole un leve jadeo al menor. Lo deseaba como a nadie, deseaba que le sometiera y le hiciera suyo ahora mismo.

—Toni. —Susurro casi como un ronroneo.

El rubio comenzó a repartir pequeños besos por su cuello mientras que el pelinegro recorría el pecho del más alto, hasta que los besos pararon repentinamente.

—Salinas. —Susurro en su oreja. —Estas en una relacion.

Y sin más lo alejo de él dándole una leve sonrisa, salió de la habitación dejando a un pelinegro sonrojado y con el corazón a mil.

(...)

Esa fue la primera vez que ambos cruzaron la linea de empleado-jefe o amigo-amigo.

De ahí las caricias y pequeños toqueteos no pararon pero solo eso, el italiano no pasaba de eso, lo tocaba, le besaba en todas partes menos en la boca. Siempre todo por encima de la ropa como ahora mismo.

El rubio le tenía contra el escritorio de espaldas contra él mientras lo tenía con una mano agarrado del cuello, rozando su erección contra el trasero del pelinegro repartiendo besos en la parte trasera de su cuello, pequeños jadeos podían salir de la boca del más bajo, el italiano gruñía levemente mientras fingía pequeñas embestidas.

—Toni, por favor. —Pidió casi a suplicas. La risa del rubio se escuchó roncamente y entre cortada.

Lo sintió tomarlo con ambas manos del cuello y acercarse a su oído.

—No puedo follarme a alguien que tiene novia, bebe. —Le deposito un suave beso en su mejilla para soltarlo y salir rápidamente de la sala.

Dejándole nuevamente con un gran problema en su pantalón, sonrojado y con unas tremendas ganas que desquitaría con su novia, esperaba que tuviera ganas, ya que si ella no quería tendría que desahogarse el mismo.



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Se prendiooo la weaaaaaa aaaaa

Los tqm, gracias por leer bbsss <3

Balla per me  [Roni] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora