XII

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CAPÍTULO 12.

DEJA QUE TU CORAZÓN DECIDA.

Vania aún muy confundida va al hospital al día siguiente a ver como se encuentra Tony, su sobrina y la hermana de él. El cariño por esas personas ha ido aumentando y no quiere dejar que las confusiones de Tony hagan que se aleje de ellos, Cynthia la recibe con una gran sonrisa, ellas se han hecho buenas amigas en este tiempo que ha transcurrido.
- ¿Cómo se encuentra Rosmary? - pregunta después de saludarla.
- En este preciso momento la están trasladando a otra sala, dentro de pocas horas ya podremos entrar a verla y abrazarla. – no puede ocultar la alegría, no es para menos; después de esos días de angustia ahora por fin está brillando el sol en el horizonte que les corresponde.
- ¡Qué alegría! Dentro de poco van a estar en casa y todo esto será un mal sueño del cual al fin hemos despertado todos. - no disimula la emoción, es un alivio para todos.
- Si, aunque esta vez los cuidados serán el doble, no quiero llegar a ser una madre sobreprotectora al punto de asfixiar la privacidad de mi pequeña, pero tendré que ver nuevas medidas.
- Es normal que pienses en ello. - agarra sus manos con las suyas - es lo más lógico que puedes hacer dada las circunstancias.
Tony hace caso omiso a la conversación de ellas, Vania siente la distancia pero no piensa romper esa barrera, no le corresponde a ella dar ese paso, esta vez deja toda la responsabilidad sobre él; pero de por sí le corresponde a él a nadie más. Él se levanta y va a la cafetería, Vania suspira sacando para fuera todo lo que contiene dentro, luego decide ir tras él un poco enojada y a la vez triste, quería mantener el límite pero no puede evitar la necesidad de aclarar la situación, por más que lo ha querido ocultar se ha vuelto para ella una dolorosa prioridad. Consigue alcanzarlo y se coloca delante de él para detener su andar.
- Tony, no puedes besarme y luego actuar como si nada hubiese ocurrido, esto me duele. ¿Tú piensas que todo esto es fácil para mí? – lo mira a los ojos esperando alguna respuesta, sabe que quizás no es el momento adecuado pero fue él quien ha dado hincapié a esta confusión. Y a causa de ello la situación se ha tornado demasiado incómoda y antes de que avance quiere cortar de raíz. De esa manera que se aclare lo que deba ser aclarado.
- En verdad nunca fue mi intención realizar algo que sea incómodo para los dos, no quiero perder tu amistad Vania, hace mucho tiempo había notado tu ausencia, éramos amigos pero muy lejanos, en cambio hoy siento que cada día estás más presente y Megan también lo está; estoy confundido y tú más que nadie sabes lo que ocurre conmigo y no sé qué pueda ocurrir el día de mañana, tengo miedo de tomar una decisión si al final he de morir, no veo porqué tengo que hacer ese esfuerzo, ¿Por qué simplemente no dejo que todo se vaya a la mierda? Estoy cansado de no saber qué es lo que siento, tengo miedo a enamorarme y cuando muera dejar destrozada a esa persona que me brindó su amor. – es la primera vez que decide hablar con toda la sinceridad, los nudos que antes impedía que hable sobre el tema ahora se han desenredado.
- No tengas miedo, no sabes lo que mañana pueda suceder, sabemos que tienes una enfermedad y que te queda poco tiempo de vida, pero no sabes en cuánto tiempo se acabe, nadie lo sabe, por lo tanto mientras llegue el momento tienes que disfrutar sin importar nada, hoy estas vivo y eso es lo único que importa, el mañana aún sigue siendo un misterio, date la oportunidad Tony, no te aferres a la idea de que vas a morir, no importa sino sea yo, pero tienes que darte esa oportunidad, al final tu muerte dolerá de igual manera para todos aquellos que te hemos demostrado cariño el tiempo que has vivido. – se acerca a él y con sus suaves manos acaricia el rostro de él, un simple tacto que los quiebra y une a la vez.
- Es como si dices que debo dejar que mi corazón decida, ¿no? – deja escapar un suspiro.
- Sí, es eso exactamente lo que estoy queriendo decir. – ella lo único que desea es que él sea feliz, que viva de manera plena y sincera, por más que ella no sea la que forme parte de su felicidad.
- ¿Con qué corazón quieres que tome la decisión? Sabes que mi corazón no sirve y menos va a servir para tomar una decisión tan importante como esta. – el pesimismo o el temor de aceptar sus sentimientos juegan en contra, o quizás solo sea una excusa para no afrontar lo que siente, es verdad, se encuentra en una situación complicada pero el derecho a vivir y ser feliz mientras dure es suya desde un principio, eso no le puede arrebatar nadie.
Ella tiene en claro que es caso perdido discutir con él, porque cuando algo se le mete en la cabeza ya es totalmente imposible hacer que cambie de parecer y no tiene ganas de discutir al respecto, lo único que desea es aclarar la situación pero se da cuenta que al menos hoy no será ese día.
- Tú tienes la decisión, nadie va a decidir nada por ti. – da la vuelta para retirarse.
- ¿Me vas a dejar aquí solo? – con rapidez va frente a ella.
- Siempre vas a contar conmigo, sin importar la decisión que tomes, pero tú necesitas un tiempo a solas para que puedas reflexionar y saber qué es lo que en verdad quieres y necesitas en tu vida, sé que tu corazón va a guiarte.
Él asiente con la cabeza, ella tiene razón y lo sabe. Vania se marcha, él queda aturdido por sus pensamientos.
Un hombre de la misma estatura que él, de cabellos rubios, piel extremadamente blanca y con unas gafas se acerca.
- Parece que traes loca a esa chica, y cómo no si eres todo un Don Juan. – dice el joven en tono burlón.
Tony voltea a verlo: – Ron. – sorprendido. - En… ¿eres tú?
- ¿En serio lo preguntas? Por supuesto que soy yo, ven aquí y dame un abrazo. – responde él dándole un apretón de manos y luego lo abraza.
- ¿Qué ha pasado de ti? Hace dos años que desapareciste amigo. - es una maravillosa sorpresa para él.
- Estuve por ahí viviendo de la vida, pero mi hombre ya no quiere mantener a un bisexual. - responde riendo.
- No has cambiado nada Ron. – ríe, es realmente grata para él la presencia de su amigo.
- Tú tampoco has cambiado en nada, eso es muy bueno, Vania y tú fueron los únicos en no tener miedo de mí, ni hicieron comentarios ofensivos al enterarse de mí “problema” – hace un ademan. -  Fueron los primeros en saber que soy bisexual y me cubrieron hasta que la noticia explotó, todos se alejaron de mí, pero tú y ella a pesar de los comentarios siguieron ahí a mi lado, es por eso que al enterarme de todo lo que te ha ocurrido en estos meses que han venido como granada encima de ti, he venido a darte mi apoyo. – Tony fue un gran amigo para él durante esos tormentosos momentos que vivió, gracias a su apoyo y al de Vania pudo salir adelante. Ahora de alguna manera quiere retribuirle algo de apoyo. - Ambos desde la primaria han sido mis amigos, y aún hasta este día seguimos en las mismas.
-         Te agradezco por venir, en estos momentos es cuando más necesito de un amigo. - Tony no quería admitir delante de nadie que realmente se sentía solo, pero durante todo el tiempo añoró a su amigo, ambos de alguna manera se ayudaban siempre.
- ¿Quién es la mujer con la que estabas en plena discusión?
- ¿No la has reconocido? – pregunta con el ceño fruncido.
- No, la verdad es que no tuve tiempo para fijarme en el rostro, solo me quedé en las curvas. - ríe.
- Es Vania, nuestra amiga, tu Vanita como la llamabas.
- ¿Qué? Es hermosa Vanita ahora, obvio antes era linda, pero al verla hoy está hermosa, si no fuese mí Vanita le tiraría la onda. – sonríe, luego pide dos cafés a la mesera.
Ambos se toman el café y charlan durante media hora, hasta que Ron se despide porque tiene un compromiso urgente el cual debe atender.
- Me ha encantado volver a verte Ron.
- Ni lo digas, nos estaremos viendo pronto.
- Por supuesto amigo.
Ron se retira y Tony queda sonriendo, ha sido bastante agradable charlar con un viejo amigo.

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