XV.

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CAPÍTULO 15.

ME ENAMORO DE TI CADA DÍA MÁS.

Vania, sigue bostezando al levantarse de la cama, se da una ducha, cepilla los dientes, cambia de ropa colocándose un vestido de color gris con rayas negras, unos zapatos negros, usa un poco de maquillaje y va a la cocina a pedir permiso a sus padres para salir.
- Buen día familia. – agarra una dona de la mesa.
- ¿Qué haces despierta a estas horas un domingo y vestida tan elegante? – pregunta su padre arqueando una ceja.
- Saldré papá, vine a pedir permiso. – se lleva la dona a la boca.
- Últimamente andas saliendo bastante ¿no? – dice su padre hojeando las páginas del diario.
- Papá si no me divierto ahora cuando soy joven ¿Cuándo crees que lo voy a hacer? - trata de que su padre le dé el permiso.
- Está bien, pero el próximo domingo te vas con tu hermana a la iglesia, ella hace más de una hora que ha ido. – sigue con la vista su lectura.
- Gracias papi. – se acerca a él y le da un beso en la mejilla para luego dirigirse a la puerta.
En el camino Vania se encuentra con Ron, justo cerca de la casa de Clara. Le da un beso en la mejilla y lo abraza.
- Vanita por qué no me contaste sobre la enfermedad de Tony. – un reproche de lo más doloroso, no espera ni un solo momento para encarar la situación.
- Es algo que no me corresponde a mí decírtelo, es algo de él y él me hizo prometer. – recordar eso hace que se sienta nuevamente mal.
- Tienes razón, es tan difícil asimilar que a nuestro amigo solo le queda un efímero paso por esta vida, no lo puedo comprender realmente, es doloroso. – hay demasiada tristeza en sus palabras.
- Es difícil pero no podemos hacer nada al respecto, él no se deja ayudar al menos para que sus últimos días sean llena de paz. - se le ha erizado el vello púbico tras pronunciar esas palabras.
- Voy a hablar con él cuando esté más calmado por lo de Megan, ese momento quiero que me des tu apoyo y juntos lograr que cambie de opinión. – deposita toda la esperanza en ello.
- Cuentas conmigo, esperemos que a ti te haga caso.
- Espero que sea así.
- Desde que me enteré e incluso antes; he estado a su lado, aún tengo la esperanza de que los médicos se equivoquen. – en su interior ella siempre ha estado pensando sobre eso, Tony le había comentado que su mamá vivió 10 años con la enfermedad después de que los médicos no daban ninguna esperanza. Este también podría ser un caso similar.
Clara lo escucha todo, al parecer está tan cerca de ellos, queda impactada con la noticia jamás esperó algo similar, sabe que es una noticia valiosa y debe pensar cuidadosamente qué hacer con ella. Pero en su interior algo se siente diferente, no es lo que esperaba y su reacción a la gravedad del asunto la deja pensativa.
Vania llega al departamento y sube al cuarto de Hunter, toca un par de veces el timbre hasta que él aun casi dormido se levanta a abrir la puerta.
- No esperaba tu visita. – se disculpa, se encuentra en bóxer y con el torso desnudo.
- Es que tenía la necesidad de verte. – trata de no mirarlo, para abstenerse a no desearlo más de lo que ya lo desea, no sabe en qué momento comenzó a desearlo tanto.
- Disculpa por encontrarme en estas condiciones, pasa, mientras iré a vestirme. – siente vergüenza por la condición en que lo encuentra, por más que son pareja hace días, no han tocado aún el tema de lo sexual y la verdad es que él no la ve de esa manera, al menos no ha dedicado pensamiento a ello.
Vania queda mirándolo a los ojos, él también lo hace.
- No sé si estoy enamorada, pero sé que te quiero y no dejo de pensar en ti últimamente, pienso en ti a cada momento. – se muerde los labios, siente el impulso de correr a sus brazos, pero con todas sus fuerzas consigue detenerse para que él realice el primer paso.
- Al contrario de mis sentimientos, no tengo dudas de que estoy enamorado de ti, y lo hago cada día más. – él se acerca lentamente a ella hasta quedar a centímetros de su cuerpo, sus pensamientos solo son ella, por más de que nunca pensó en ella de esa manera, ahora, en este preciso momento es todo lo que desea. Vania sonríe y se acerca a los labios de él, lo besa, él responde al beso y coloca sus manos sobre la cintura de ella para sentir su cuerpo contra el suyo, sabe que no es lo correcto y más en la condición en la que se encuentra. Pero quiere ser de ella por completo, en cuerpo y alma.
- Esto es mucha tentación para mí. - empieza a jadear. - tenerte así me hace perder mi posición, tengo miedo a no poder controlar o sobrepasarme de alguna manera. – da unos pasos atrás, quiere mantener su postura de caballero, él la ama de verdad.
- Y qué sucede si esto es lo que quiero. – cierra la puerta y se acerca a él.
-       No quiero que tengas dudas, tampoco quiero que pienses que solo busco eso en ti. - la mira a sus ojos, ve en ellos una llama, una llama que lo seduce, en su interior la llama se extiende por cada célula de su cuerpo.
-        Puede que no sea el momento, pero dentro de mí se está produciendo una explosión, un incendio que necesita ser apagado. - muerde su labio inferior. - No quiero que pienses que soy una lanzada o lago, pero la verdad no sé porqué mi cuerpo reacciona de esta manera.
- ¿Estás segura? – quiere descartar toda duda, y de alguna manera asegurar que él no piensa absolutamente en lo que ella ha dicho, él la ve con ojos distintos, desea que sea suya, aunque el lapso de tiempo ha sido muy corto.
Vania asiente con la cabeza, Hunter la carga en brazos y la lleva hasta la cama, la recuesta y  besa con tanta pasión y delicadeza, ella recorre con sus manos la espalda de él acariciándolos lentamente, él cuidadosamente le quita el vestido, luego los zapatos dejándola en ropa interior, sigue besándola produciendo un éxtasis de locura y pasión en ella, él se detiene a mirarla nuevamente y pregunta: - ¿En verdad estas lista?- a lo que ella responde: – Quiero que tú seas el primero y quién sabe también puedes ser el último. - ambos sonríen, él desabrocha el bracear de ella, lentamente se quita el bóxer, al principio ella tiene miedo y por un momento duda, pero luego se deja llevar sin importar nada. Hunter recorre con sus manos cada centímetro del cuerpo de ella, haciéndola suya lenta y suavemente, ella cierra los ojos y luego las abre para dejar escapar un suspiro, siente que está en el cielo pero sin haber salido del cuarto, Hunter es totalmente cuidadoso para que ese momento sea inolvidable para ambos, él la sigue mirando a los ojos, ella también lo hace para luego darse unos besos apasionados en un choque de locura, amor y pasión, después de terminar él se recuesta a su lado y la abraza quedando ambos dormidos.
Unas horas después él abre los ojos, la ve durmiendo y sonríe, luego ella despierta: - ¿Qué me estás viendo?
- Estoy viendo lo hermosa que eres. - ella sonríe y le da un beso.
- Este ha sido el mejor regalo de cumpleaños para mí. – la mira con un brillo en sus ojos.
- ¿Qué? ¿Hoy es tu cumpleaños? – sorprendida, no estaba al tanto.
- Sí y esto ha sido el mejor regalo. – aún no puede creer que este momento sea real, se da cuenta que eso implica el amor; que las cosas sucedan de manera espontánea, sin proponerse.
- No sabía que era tu cumpleaños, lo siento. – le da un beso y un fuerte abrazo. – Feliz cumpleaños.
Ella sabe que ha tomado su mejor elección, no está arrepentida de lo que acaba de hacer, porque han sido sus sentimientos quienes la impulsaron, ese es un momento que ella quiere recordar por siempre, desea que ese instante no llegue a detenerse.
Ambos se levantan de la cama aún desnudos, Hunter la vuelve a cargar en sus brazos y la lleva a la tina, ahí vuelven a repetir, todo es mágico para ella, sin importar nada se deja llevar, disfruta de este maravilloso momento que quedará conservado para siempre en cada poro de su cuerpo.
- Te amo. – lo dice con tanta sinceridad, desde lo más profundo de su ser.
- Te quiero y este momento es el mejor de todos para mí y no lo voy a olvidar, me entregué a ti por amor y sé que este amor va a seguir creciendo. Gracias por llegar a mi vida. – sonríe, cierra los ojos y se aferra a él.
Ella es bastante clara con sus sentimientos, no quiere mentir y hasta el momento no lo ha hecho, porque ella aún no lo ama y no quiere engañarle a él ni engañarse a sí misma, en ese sentido él la comprende perfectamente.
Una vez vestidos, ella pasa al cuarto de Megan a felicitarla, la encuentra totalmente deprimida, viendo una película romántica, comiendo palomitas y teniendo en mano una caja de pañuelos desechables.
- Megan hoy cumples 18 años y piensas quedarte sentada en tu cama llorando todo el día. – directo pasa a regañarla antes de que la felicite. Vania queda frente a ella y cruza los brazos.
- No quiero salir, no quiero hablar contigo ni con nadie, no hasta que no me cuentes lo que ocurre con Tony. - usa el pañuelo para secar sus lágrimas, ella necesita saber la verdad para entender el rechazo de Tony. Se dijo que no rebuscaría pero el dolor es demasiado que todo lo que desea es saber la verdad.
- Entiende Megan, él no sabe lo que hace, pero él te ama. – se pone en cuclillas y coloca las manos sobre las rodillas de ella.
- Si en verdad me ama no me haría daño. – quiere gritar, no entiende la forma de su amor, ni mucho menos cómo ella está tan segura de los sentimientos de Tony hacia ella.
Vania hace un gesto con la cabeza y decide salir, Megan se encuentra muy destrozada y quedarse empeoraría las cosas, ella se despide de Hunter y le pide que entre a hacer compañía a su hermana, porque ella debe volver a casa a almorzar con sus padres. Hunter la acompaña hasta la salida y le da un beso.
Cuando llega a casa lo primero que hace es ir al cuarto de su hermana, necesita confesarle lo que ha ocurrido.
- ¿Por qué esa sonrisa picarona? – pregunta su hermana al verla, ella se encuentra viendo una serie de tv.
- No sabes lo feliz que estoy. – se acuesta en la cama de su hermana.
- ¿Por qué? – la curiosidad menea en su interior, se acerca más a su hermana para saber la razón.
- Estuve con Hunter y no sabes lo increíble que fue, al principio tenía miedo pero luego me dejé llevar. – para ella su hermana es su mejor amiga, nunca le oculta nada y esta vez no sería la excepción.
- Espera… espera. – se siente sorprendida. - ¿Estás diciendo sexualmente?
- Sí. – aguarda que ella no se enoje.
- ¿Estás arrepentida?
- Por supuesto que no, fue el mejor momento de mi vida, ninguno de los dos lo buscamos, se dio la oportunidad y los dos lo disfrutamos. – sabe que su hermana no la va a juzgar, por más que sea o no correcto ella siempre la va a apoyar.
- Tener relaciones sexuales no está prohibido, al fin y al cabo todos lo hacen, todos lo practican, lo importante es tomar la decisión correcta de hacerlo, porque algunos lo hacen sin tener la menor idea de lo que después pueda ocurrir, para tener una buena relación sexual sana es necesario conocer, orientarse sobre el tema antes de tomar la decisión de tener una experiencia sexual, porque las consecuencias que trae esto son desastrosos, embarazos no deseados, hay que estar conscientes de lo que hacemos y si llegaste a tomar la decisión de tener una experiencia sexual que sea basada en respeto, en el amor y a base de una buena orientación. – expresa su punto en un discurso.
- Lo siento si te defraude. – siente que el discurso de su hermana es un reproche.
- Por supuesto que no hermanita. – la abraza. – me alegra saber que tomaste por decisión propia y que estas bien con ello.
- ¡Qué alivio! Para que también estés aliviada quiero que sepas que ambos estábamos bien informados sobre el tema, aunque no haya sido planeado usamos protección para prevenir cualquier problema, además Hunter me ama, estoy segura de ello. En mi caso siento cosas especiales por él, tomé esa decisión en un momento imprevisto pero mis emociones fueron más fuertes y han logrado dominarme, me dejé llevar por el momento.
- No tienes que darme tantas explicaciones. – la interrumpe. – con que no estés arrepentida me encuentro muy contenta.
La noche se asoma volando, Vania se da una ducha y recuerda lo ocurrido con Hunter, recuerda recorriendo con sus manos la espalda de él, juntos piel con piel, corazón con corazón, dejando que ese instante fuese eterno e importante para ellos, entregándose en cuerpo y alma a la fuerza de la pasión, a la fuerza del amor, ella se toca los labios recordando los besos de él, recuerda sus miradas puestas en ella, recuerda las sonrisas que él le brindaba día tras día sin importar nada, a pesar de todo siempre estaba ahí cuando ella lo necesitaba, ella respira profundamente y siente una extraña sensación dentro de su cuerpo, como un cosquilleo suave y sonríe, ella se está enamorando de Hunter.
Una vez recostada en la cama no consigue lidiar el sueño, solo piensa en esa mañana, aquellas caricias que recorren su cuerpo, sus labios y sus besos, en esa mañana en la que perdió lo más preciado que posee una mujer, ella sabe que quizás haya estado mal, pero de igual manera  lo desea con cada poro de su cuerpo, solo pensar en su mirada, una ventana que la lleva al cielo, hasta pensar en su nombre irradia seducción en aquel momento, es como cualquier droga, elixir que quieres consumir, como en la tierra prometida, y se pregunta: - ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser prohibido?

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