CAPÍTULO 17.
¿ESTÁS SEGURO?
La velada es la noche más hermosa para ambos, son las 01:00 am del martes y Tony la lleva al departamento, se despide de ella con un dulce beso; luego se dirige a casa, al llegar encuentra a su hermana despierta en la cocina ha bajado para beber un vaso de agua, aunque la verdad es que no puede dormir porque está preocupada por él porque ya se hace tarde.
- ¿Qué tal ha sido tu noche Hermano? – coloca el vaso de agua sobre la mesada, observa detenidamente a su hermano, se cerciora que las cosas estén bien con él y se tranquiliza.
- No sé si sea una locura hermana, pero me he comprometido con Megan. – acerca una silla para sentarse, quiere dimensionar todo lo que ha hecho, las decisiones que ha tomado. En solo horas su vida ha dado un cambio abismal.
- ¿Qué? – la noticia la toma por sorpresa. - ¿Por qué no me habías comentado nada? – toma asiento y menea deliberadamente las manos, la impaciencia que siente es evidente.
- Es que fue algo espontáneo, bueno la verdad no, entré al cuarto de papá y encontré el anillo de compromiso de mi madre, lo guarde y ya en el momento de la cena sucedió. – en el fondo sabe que su hermana no lo está juzgando, simplemente quiere que lo considere, es demasiado joven y las situaciones no están como para planear una boda, no por los gastos que implica, sino por el tiempo que lleva.
- ¿Para cuándo han fijado la fecha? – quiere parecer lo más normal posible, ocultar toda pizca de preocupación.
- Este… - duda un momento. – sábado.
- ¿Éste sábado? – pregunta perpleja, asimila la situación, quiere que su hermano sea feliz pero esto le parece una locura.
- Sabes que no tengo mucho tiempo y queremos disfrutar al máximo lo que me queda, sé que es muy pronto, incluso puede que no tengamos la edad para casarnos, no estoy muy bien informado al respecto, pero con una orden de un juez podemos hacerlo, es demasiado, lo sé, pero ambos queremos esto.
- Tienes mi apoyo hermano, para lo que sea que necesites, cuentas conmigo. – coloca las manos sobre las de él.
- Honestamente te agradezco. – se levanta, le da un beso en la mejilla, y sube por las escaleras dirigiéndose al cuarto. Se detiene y da la vuelta. – Es un momento que nunca podré vivir con mis padres, al menos tenerlos a ustedes será un gran evento.
Ella sonríe y él va al cuarto. Luego ella también va a descansar, la idea de que su hermano se case no la convence del todo, pero se trata de la felicidad de él y debe apoyarlo mientras aún pueda, al momento de acostarse piensa en los preparativos mientras queda dormida.Megan antes de entrar a su habitación va al de su hermano, con mucho cuidado lo despierta, ella con una sonrisa hermosa le muestra el anillo que esta en su dedo.
- ¿Y eso qué es? – abre lentamente los ojos.
- Es un anillo. - la sonrisa permanece en sus labios.
- ¿Me despiertas para mostrarme un anillo? – airado, vuelve a cerrar los ojos.
- No es solo un anillo, quiero que lo veas bien. - acerca sus manos cerca del rostro de él para que pueda distinguir mejor.
- Parece un anillo de compromiso. – sigue sin entender el punto, sólo desea dormir.
- ¡Es un anillo de compromiso! – afirma, sigue manteniendo la sonrisa en su rostro, sabe que su hermano va a estallar pero ella se siente feliz y quiere compartir la alegría con él por más que está segura que a él no le va a sentar para nada bien.
- ¿Qué? - da un salto de la cama.
- Me voy a casar este sábado con Tony.- no quita la sonrisa de sus labios.
- ¿Me estás jodiendo? – en verdad espera que lo esté tomando del pelo.
- No es ninguna broma, en verdad me caso con él.
- ¡Tienes que estar demente! ¿Por qué quieres arruinar tu vida de esa manera? – eleva el tono de la voz, se levanta y comienza a caminar en círculos.
- No voy a arruinar mi vida, lo amo, ¿Es difícil que lo entiendas? – el tono de su voz suena débil, apagada. Es consciente que él reaccionaría con disgusto, pero tenía la esperanza de que al menos igual la iba a apoyar. Es su hermano tendría que querer lo mejor para ella.
- También amo a Vania y no por eso voy a casarme con ella, la verdad no entiendo, es una estupidez lo que piensas hacer. – hace un gesto y se lleva una mano al rostro, suspira para poder tranquilizarse.
- Tony está muriendo y debemos aprovechar el tiempo que le resta de vida, debemos hacer que valga la pena y no me importa si estas o no de acuerdo, es mi decisión, la he tomado y no pienso dar marcha atrás. – le duele que su hermano no le dé el apoyo que necesita.
- Empieza a explicar por favor. – más calmado se sienta al borde de la cama.
- Se está muriendo, no escuchas. - la voz le sale entrecortada, deja correr por su rostro algunas lágrimas, le hace un espacio a su lado y ella se sienta, la abraza para poder consolarla. Ahora que admite libremente la posibilidad el dolor se vuelve inmenso, no ha dedicado mucho tiempo a pensar en ello, ha tratado a toda costa de alejar dichos pensamientos, pero ahora se derrumba.
- Cuanto lo siento, ahora entiendo sus razones por las que quería que te alejaras. Solo quiero que tengas en claro que eso no debe ser una obligación como para querer contraer matrimonio. – no quiere que ella se sienta obligada a él por la situación en la que se encuentra.
- No me siento obligada, es lo que deseo con todo el corazón – cierra los ojos un momento. - y con tu apoyo o no, lo voy a hacer, pero me sentiría más feliz si tú me acompañas en este momento tan especial.
- Cuentas conmigo. – juega por el cabello de ella, pasa lentamente la mano por su pelo, sabe que eso la consuela. - el que no esté de acuerdo no significa que voy a abandonarte.
- Gracias hermano, ahora iré a mi cuarto a descansar. – le da un beso en la mejilla, luego se dirige a la habitación.
La mañana transcurre con mucha prisa, no ocurre nada fuera de lo normal, llega la tarde con rapidez, Vania acepta ir al cine con Hunter, él pasa a recogerla y van a ver una película de terror que se encuentra en estreno, Megan y Tony salen con ellos pero a último momento deciden ir a hablar con el sacerdote.
Dentro de la sala de cine y cuando están a la mitad de la película, Vania se asusta y coge fuertemente la mano de Hunter, él pasa sus brazos por encima del hombro de ella para abrazarla, por más que se encuentran cerca, él quiere cortar los milímetros que los separan.
- Me siento segura cuando me rodeas con tus brazos. – ella sitúa la cabeza sobre los hombros de él y posa sus labios sobre su cuello.
- Mis brazos siempre estarán dispuestos para ti, como mi corazón y cualquier otra cosa que pueda darte. – sonríe, consigue que su piel se erice cada vez que le da esos besos desprevenidos en los lugares vulnerables.
- Me sumerjo en la profundidad de tu mirada, me pierdo en tus besos, a tu lado me encuentro a mí misma. – sonríe y cierra por un momento los ojos, recibe el dulce beso de él, un par de niñas que se encuentran delante de ellos voltean para verlos sin fijarse en la película, ambos sonríen un poco apenados, vuelven a la posición inicial pero siguen sosteniéndose las manos.
La película no duró mucho más, al acabar se dirigen a la heladería, piden dos helados de crema y chocolate.
- Siento que actúas un poco extraño, es como si sientes algo que te pesa dentro. – camina lentamente para ir al ritmo de él, se lleva un poco de helado a la boca.
- Es algo de Megan, me tiene dando vueltas la cabeza, aún no puedo asimilar, bueno, lo estoy asimilando, pero no creo que sea lo correcto. – se detiene bruscamente, inhala el aire a su alrededor.
- Hunter, confía en mí, dime qué es lo que sucede. – se coloca delante de él, acaricia su rostro suavemente.
- Ella y Tony van a casarse. – exhala, deja que toda la pesadez salga de su cuerpo, vuelve a caminar, ella queda atrás de él, al reaccionar lo sigue.
- ¿Casarse? – trata de procesar, le parece descabellado.
- Contraerán nupcias este sábado. – sus pasos vuelven a ser lentos, el helado se está derritiendo en su mano, lo tira en el basurero, no tiene ganas de seguir caminando y toma asiento en un banco que se encuentra en la vereda del caminero, ella se sienta a su lado.
- No me han comentado nada, pero creo que es demasiado rápido, no creo que la relación sea tan fuerte como para asumir una responsabilidad de esa magnitud. – quiere cerciorarse que no sean celos, ella misma duda de sus sentimientos.
- Es lo mismo que digo, sé en las circunstancias en las que se encuentra Tony y según las estadísticas no hay forma para detener esa boda. – las dudas lo increpa, se da cuenta que no es su vida y que no puede inmiscuirse en lo que no le compete, tiene que apoyar a su hermana en esta decisión. – Es muy trágico, me imagino el dolor de mi hermana cuando llegue ese terrible momento, soy su hermano y debo… - más que una obligación debe ser algo que le nazca. – tengo que estar ahí para ella.
Vania muerde los labios para no llorar, siente el nudo en la garganta que le imposibilita seguir hablando, él la agarra de las manos se da cuenta de que ha sido un gran impacto en ella el enterarse de la boda.
La ayuda a levantarse y se dirigen a casa, quiere ir a ver a su hermana y también quiere dejarla sola para que pueda asimilar el hecho.
- Ha sido una linda noche, espero que descanses. – le da un suave beso en la frente.
- Buenas noches. – se dirige a la entrada principal de la casa.
Ella ni siquiera entra dentro de la casa, queda parada en el umbral mientras se fija qué tan lejos se encuentra Hunter para poder ir a la casa de Tony a hablar con él, porque aún no puede creer que se vaya a casar a tan solo menos de cuatro días.
Camina por la calle asfaltada, cada vez a más prisa, quiere llegar lo más rápido posible, al llegar toca el timbre.
Cynthia se encuentra terminando la cena, al escuchar el timbre deja los paños sobre la mesa y va a abrir la puerta.
- Necesito hablar con Tony, por favor. – no saluda, pero Cynthia se da cuenta de la desesperación en la que se encuentra y llega a entender lo que ocurre.
- Él no está ahora. – la hace pasar. – por lo que veo ya te has enterado.
- Sigo sorprendida. – la sigue y llegan hasta la sala de estar, ambas toman asiento en el sofá.
- Tengo que apoyar a mi hermano. – la agarra de las manos. - Vania él también necesita de tu apoyo.
- No sé si pueda. – esto la descoloca más de lo que imaginó, todo pasa delante de ella como una rayo de luz, los sentimientos por él, todo, la respiración se vuelve entrecortada, quiere llorar.
- Sé que estás enamorada de él, se te nota en la mirada, y no es un pecado que lo hagas. – siente como las manos de ella tiemblan. – necesitas manejar esto con calma, por favor.
- Estuve enamorada de él. – sus párpados se humedecen. - solamente no soporto esa idea de que se case, es demasiado para mí. – suelta la mano de Cynthia, luego se lleva ambas manos al rostro, no quiere llorar delante de ella.
- Tu amor es tan sincero y verdadero, tú debes salir de ese cristal en el que te encuentras aunque duela, porque en algún momento tendrá que romperse y lastimará a todos los involucrados en esta historia, aún estás a tiempo de que tú misma decidas salir antes de que se rompa por sí solo. – las palabras de ella le parecen lo más sinceras, este tiempo en el que se han ido conociendo aprendió a verla como una amiga, su apoyo en estos momentos la reconforta y el consejo sabe que es lo más sensato.
- Tienes razón, no puedo dejar que esto se venga abajo.
- Ambas sabemos que es el último deseo de Tony, él espera contar con nuestro apoyo, aclara todo lo que tengas que aclarar, no puedo obligarte a que no lo abandones, pero si crees que es lo mejor para tu estabilidad emocional tienes que hacerlo. – trata de sonreír para darle ánimos, no quiere que ella caiga en el abismo de sus propios sentimientos.
Vania sabe que quizás sea el último deseo de él, que quizás eso lo mantenga vivo por más tiempo de lo previsto, ese amor puede ser su muerte o su salvación, ella no está segura, pero al fin y al cabo es la decisión de él y ella como su fiel amiga debe de estar apoyándolo aún a costa de que eso significa sacar una daga y clavársela ella misma en el pecho, de eso se trata el amor, en ver feliz a la persona amada aún si no es a tu lado.
Ella suspira, se hunde en sus más profundos pensamientos siente cosas por Hunter; es un hecho, pero ama a Tony, no consigue arrancarlo de ese lugar, lo intentó tantas veces que ella misma se había creído que lo logró, pero acaba de darse cuenta que las cosas no son de la manera en la que imaginó, suspira y agazapa la cabeza sabe que debe arrancar a Tony de ese lugar y dar el paso a Hunter, él lo merece, ha hecho tantas cosas para ganar ese privilegio, es hora de que ella tome la verdadera decisión y es consciente que no puede dar marcha atrás, su mente sabe que debe dejar ser feliz a Tony para que ella también consiga esa felicidad, es su corazón quien se opone rotundamente.
- Llora Vania no te guardes el dolor para ti sola, sé que duele y en momentos así es mejor dejar a las lágrimas caer. – la abraza fuerte, como si es una niña pequeña, trata de consolarla por más que tiene la certeza que restaurar un corazón no se consigue de esta manera.
- No me voy a dar el lujo de destruirme más, lo he hecho más de una vez y no pienso volver a cometer esa estupidez, ahora pienso en mi felicidad, Tony es feliz a lado de Megan, yo soy feliz a lado de Hunter esa es la realidad. – se aparta de ella, las palabras fueron más para ella misma.
- Es una buena decisión. – espeta, no convencida del todo que ella crea firmemente en ello.
Llega Tony y queda sorprendido porque van dos noches seguidas que se encuentra con Vania en casa esperándolo.
- Hola. – saluda Tony.
- Hola. – responden al unísono.
- Voy a ir a ver la cena. – Cynthia se levanta y va a la cocina.
- Necesitaba preguntarte algo que me inquieta. – Vania se levanta y se coloca delante de él.
- Pregunta. – él se mueve y va a tomar asiento, ella voltea a mirarlo.
- ¿Estás seguro de qué quieres casarte? – él no entiende a dónde quiere llegar con la pregunta.
- Vania, lo estoy, es la primera vez que me he decidido por algo y en verdad necesito que me apoyes en esto, por favor. – suplica.
- Tony cuentas conmigo, eso lo sabes, solo quiero saber si estás seguro de lo que piensas hacer, nada más.
- Gracias por estar aquí a pesar de todo.
- Se supone que para eso están los amigos. - muestra una pequeña sonrisa en sus labios sabiendo que por dentro sigue llorando, determinando el camino por el cual debe continuar.
Este es el presente que le corresponde a ella, debe aceptar tal y como es, sabe que es momento de salir del cristal como lo recomendó Cynthia. La ruleta interminable en el que ella entró debe parar, hay muchos sentimientos en juego, debe parar, sabe que lo tiene que hacer, sin querer empieza a llorar, frente a él, se desploma por completo, él con suma rapidez la abraza, quiere detener a toda costa su llanto.
- Lo siento. – espeta él.
- Yo lo siento más. – dice ella y se aparta de él con brusquedad para luego salir corriendo de la casa.
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Acompáñame a ser Feliz. (EDITANDO)
RomanceDespués de perder a su madre Tony emprende una vida tranquila, todo hasta que la muerte de su padre llega sorpresivamente, su vida nuevamente se ve envuelta en una tragedia y para su pesar descubre que padece la misma enfermedad que su madre, está m...