Primer año.

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- ¿Estas preparada para tu primer año Calíope? – Dijo Albus viendo a la niña entrar a su despacho.

- Por supuesto – respondió feliz - ¿Voy a ir a comprar los útiles?

- Si, pero me temo que serás acompañada por Hagrid.

- Oh, está bien – dijo ella – Deben estar ocupados, entonces me iré a buscarlo.

- Calíope – la paró Dumbledore – Te vas sin el dinero.

- Cierto – Ella corrió rápido a donde Albus le entregaba una bolsa con monedas – Gracias.

- Va lo necesario para que compres todos los útiles, y talvez algo para lo que tu quieras – dijo con un guiño el director – No compres ingredientes para pócimas, lo notare.

- Pff – le dijo ella – Bien, comprare... dulces de limón – con una sonrisa salió del despacho.

Calíope acompaño a Hagrid a un callejón muy misterioso, pero bueno, los dos compartían muchos secretos y no le incomodo pasar por ahí, además ella también quería buscar algunas cosas... que sinceramente no debería.

- Que tienes que comprar para este año ¿Calíope?

- Lo mismo que compraste el año pasado con Harry.

- ¿Segura? – dijo el divertido – Tienes una varita, tienes calderos, tienes los libros que usaste en los otros colegios y según tengo entendido, tienes toda una colección de los Libros de Newt Scamander.

- Bueno... talvez debo comprar un poco menos – dijo ella un poco divertida – El uniforme y algunos ingredientes.

- ¿Ingredientes? – dijo Hagrid con curiosidad.

- Y también comida para Adal y Ezra – dijo ella refiriéndose a sus "mascotas" – Dumbledore me dijo que podía comprar dulces.

- Realmente no tienes que comprar mucho Calíope – dijo él.

- Hagrid – Le hablo la muchacha interrumpiéndolo - ¿Ese no es Potter?

- ¿Potter? – El gigante miro a la dirección que miraba la joven y hablo - ¿Harry?

- Hagrid – respondió el niño.

- ¿Qué rayos haces aquí? Vámonos – Harry corrió a donde se encontraba el gigante y la niña.

- Hola Potter – dijo ella viéndolo – Tanto tiempo.

- Hola... - Harry se dio cuenta de que nunca supo el nombre de la niña.

- Calíope – le hablo feliz – Vamos, este es un al lugar un tanto... - La niña no termino de hablar, porque no sabia si decirlo. Solo siguieron caminando hasta que Rubeus volvió a hablar.

- Que barbaridad Harry. Merodeando por ese cajellón tan peligroso, que nadie te vea por ahí. Pensarían que andas en malos pasos. 

Pobre Calíope, ella iba por unos malos pasos y nadie le advirtió.

- Me perdí. Yo... y ustedes ¿Qué estaban haciendo ahí?

- Emm... - Calíope estaba pensando que decir.

- Yo, ah estaba...estábamos buscando un repelente para babosas carnívoras, destruyen los tomates de le escuela – Contestó.

Los tres siguieron caminando hasta que Harry vio a una niña y se le acerco. La muchacha corrió hasta estar en frente de los tres y le hablo al de lentes.

Calíope SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora