-ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏꜱ-

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Tristeza y felicidad.

Sus sentimientos eran agridulces.

Ahora supo porque realmente su madre insistió en estar con él ese día, ese martes se cumplían 2 años de que abandono el país donde nació, creció, sufrió y rio.

Realmente no sabía porque sentía tanta nostalgia en ese hecho, sus únicos amigos lo abandonaron y pusieron en su contra, donde su madre escapo con él y su tía hacia el aeropuerto y se los llevo lejos de las personas que por tanto tiempo les hicieron daño.

También ese día se cumplían 3 años de que murió su 3er persona favorita, su abuela, Jake la amaba demasiado, pero su hora había llegado en ese día de otoño.

Cuando despertó no sabía que día era, realmente solo sabía que era martes hasta que desbloqueo su teléfono y se dio cuenta que era 12 de marzo.

Fue al baño a lavar su cara y poder despertar bien, no quería sentirse triste, quería sentirse alegre de que se fue y abandono ese hermoso país donde estaba rodeado de horribles personas.

Suspiro melancólico recordando la primera vez que se escapó junto a su madre al zoológico, recordó como le compro dulces y chuches para que comiera y disfrutara el día de su cumpleaños número 10, de todas formas, eran finales de la primavera australiana. Recordó como escucho a su madre llorar en la sala luego de ser golpeada por su padre, era solo un niño de diez años, pero aun así era consciente del daño que recibía, no sabía qué hacer, aun no lo sabe.

Su madre llamo a su puerta mientras el aún estaba con la cara un poco húmeda a causa de no ser secada y teniendo sus ojos llorosos por los recuerdos.

Ah.

Odiaba esas fechas, no podía controlar sus sentimientos, era un gran revoltijo en su cabeza y siempre empezaba a doler desde temprano.

Su madre volvió a insistir y al no recibir respuesta musito un "Jayke, ¿puedo pasar?". El australiano suspiro por segunda vez en su corta mañana y decidió poner su mejor sonrisa y salir a desayunar.

Su madre le sonrió y le dijo que bajaran, que su tía Seulgi ya estaba ahí y que estaba haciendo el desayuno para ellos.

-Jayke- pronuncio su tía cuando lo vio junto a su madre, él fue rápidamente a abrazarla y besar su mejilla, su día ya había mejorado, no sabía cómo, pero Seulgi lograba ponerlo de buen humor con solo saludarlo, su energía siempre era demasiada y su sola presencia te hacía sentir revitalizado, realmente se sentía privilegiado de que ella se viniera con su madre y él hasta corea.

Y ahí estaba de nuevo, la melancolía había vuelto al recordar a su tía, ese ser que desprendía alegría había abandonado a su novio, a una de las personas que más amaba para apoyar a su madre en su crianza, ella no debía hacerlo, pero aun así lo hizo.

Cuando se sentó a comer tenía la cara larga, su madre no tardo en regañarlo, sabía que ella estaba igual o peor que el, enserio odiaba esa fecha, pero prefería pasarla en casa que en la escuela.

Estaba sentado viendo una película en su sala, su madre había salido a comprar helado y gomitas junto a su tía, Jake había decidió no ir, prefería quedarse en la comodidad de su casa y no tener que ver a más personas no estaba de humor.

Su teléfono sonó, no quería verlo, cuando dejo de sonar enseguida volvió a sonar, hastiado del insistente sonido se decidió a ver quién era, suspiro, no quería ser borde, pero Sunghoon era insistente, contesto la llamada con un deje de irritación.

–Hola, Sunghoon- contesto de la mejor forma que tenía, realmente no quería hablar, solo quería llorar por no poder controlar sus emociones, quería comer helado y dormir hasta que su pecho dejara de presionar, hasta que se sintiera bien y pudiera sonreír con ganas nuevamente.

ʙʟᴜᴇ - ᴊᴀᴋᴇʜᴏᴏɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora