ʙʟᴜᴇ - ᴊᴀᴋᴇʜᴏᴏɴ

-ᴘᴇꜱᴀᴅɪʟʟᴀꜱ-

Miedo.

Tristeza.

Nostalgia.

Jake despertó asustado. Estaba llorando, no se preocupó en lo absoluto.

Se dirigió al baño de manera somnolienta, no era la primera vez que le sucedía, de tantas veces que le había ocurrido ya se había acostumbrado.

Luego de lavar su cara y mirar la hora, maldijo en voz bajita al darse cuenta que eran las 5:53 am, ya no tenía sentido dormir, si lo hacia lo más probable es que su cerebro ignorara la alarma y no despertara.

Se sentó en su cama a ver videos, era lo único que podía hacer mientras esperaba a que fueran las 7:10 y su madre despertara a preparar el desayuno, podría tener 16 años, pero era un desastre en la cocina, la única vez que su tía Seulgi le intento enseñar casi se queda sin un techo donde dormir, luego de eso su madre le prohibió rotundamente el acercarse a su preciada cocina, además de regañar a Seulgi por no consultárselo antes.

Su alarma invadió el silencio de su habitación, eran las 7:20, se levantó con unas ojeras gigantes a lavar sus dientes y cara para ir a comer, ah, su estómago sonaba hambriento.

Al llegar a la cocina su madre estaba terminando de preparar su desayuno.

Termino de comer el ultimo pedazo de tostadas con queso y el ultimo sorbo de su café para levantarse y ver la hora, mierda eran las 8 y sus clases comenzaban a las 8:15, fue mala idea el quedarse de más conversando con su tía.

Llego cansando y un poco sudado, pero llego a tiempo, podía no relacionarse con personas o disgustarle muchas cosas, pero su aspecto de alumno intachable frente a sus docentes era importante, manía que desarrollo desde pequeño cuando un profesor lo regaño frente a toda la clase y lo avergonzó demasiado por llegar tarde, a veces los adultos son una mierda.

Cuando entro a su salón vio a Jungwon sentado, jodida mierda, se sentía muy avergonzado por lo del día anterior, el chico había sido muy amable comprándole comida y preocupándose por su bienestar, el chico no se merecía que Jake se fuera de la nada con una excusa un poco mala.

Al llegar al lado del pelinegro lo observo, se veía sonriente, exactamente igual que el día anterior, cuando el menor se dio cuenta de la presencia del mayor lo saludo alegremente.

Jake no supo cómo reaccionar, ¿realmente no sabía cómo responder a un saludo?, jodida mierda si, solo le sonrió y se sentó a su lado.

Luego de un pequeño silencio se atrevió a hablar. –Jungwon-ah, lamento la forma en que me fui ayer, realmente me sentía mal-.

El pelinegro solo lo miro con una sonrisa achicando sus ojos. –Está bien Jake, no debes disculparte, solo espero que seamos amigos-. Woah, pensó Jake, eso había sido fácil, nunca pensó poder hacerlo, siempre dudaba de todo, de su alrededor, de sus propias capacidades.

Jake sonrió, por primera vez en el día, se sentía bien, por alguna razón, se sintió bien hablar con otras personas.

Jake, Jungwon y Sunoo se encontraban comiendo e intercambio palabras de vez en cuando en la cafetería de la escuela.

Jake tenía miedo de hablar por primera vez con Sunoo, tenía una cara de querer matar a todos a su alrededor, pero no fue asi, realmente era una persona cálida y amable solo que no le sonreía a todo el mundo con Jungwon.

Jake estaba feliz, se encontraba demasiado alegre, pensó que sería mala idea el almorzar con ellos de nuevo, pensó que volvería a sentirse cohibido y fuera de lugar, que le volvería a faltar el aire y tendría ganas de llorar y alejarse, no fue así, algo que le sorprendió demasiado.