Cosplaying

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(Looney Tunes Clasicos)

(Basándome en una de las ideas de FrantVantas)


Una copa de champaña en su mano y deseaba con todas sus fuerzas que el vaquero se alejara de él.

El colarse a la fiesta vestido de esa manera le pareció el plan perfecto, pero para su desgracia nunca contemplo la posibilidad de que aquel vaquero se acercar a él con esa absurda sonrisa "conquistadora" y ojos de enamorado.
Y ahora bien, de un momento a otro, había acabado atrapado en una de las mesas con una botella de champaña a medio tomar, un Yosemite Sam un tanto borracho intentando coquetearle y sin la posibilidad de apartarse sin que el vaquero le apuntara con alguna de sus armas.

Si, el plan perfecto de Daffy Duck, para adentrarse en ese estúpida fiesta de gala se había arruinado por completo, pero ¿Quién podría culparlo? Sin duda el vaquero había sido incapaz de resistirse ante los encantos "femeninos" que ese disfraz le ofrecía, o al menos eso era lo que Daffy pensaba.

Había transcurrido una hora y media desde que se coló a esa fiesta, y todo ese tiempo ha tenido que escuchar las tontas historias de Sam.

El vaquero en verdad creía que el pato con su cabello acomodado hacia enfrente como una mujer de cabello corto y vestido color perla ajustado que dejaba ver una buena variedad de curvas, era en verdad una chica que tenía oportunidad de conquistar con sus relatos sobre su carrera dentro de la Warner, siendo uno de los villanos más conocidos y afamados.

Inclusive el chaparro pelirrojo, se atrevió a presumirle de su trabajo junto a Bugs Bunny, cosa que lo había hecho reír de tal manera que casi provoco que lo descubriera. El vaquero, verdad creía que fanfarronear de su capacidad de trabajar al lado del "conejo loco" que siempre se burlaba de él y le ganaba haciéndolo quedar en ridículo, iba a ser suficiente para impresionarlo y conseguir algo mas que su compañía en aquella fiesta.

Una mano colándose sobre la pierna del pato y Daffy la aparto con una sonrisa apenada, mientras intentaba seguir la conversación con el vaquero, pero fue cosa de poco tiempo antes de que la mano del pelirrojo volviera a colocarse sobre su pierna, acariciándola despacio lanzando una propuesta.

¿Eso era lo mejor que podía hacer el idiota para conquistarlo? Con razón el vaquero llevaba tantos años soltero.
Ninguna mujer en su sano juicio saldría con un idiota que la manosea con tan solo unas cuantas horas de haberse conocido. 

Intento apartar aquella mano una vez mas, pero esta se mantuvo firme, deslizándose hábilmente hasta levantar un poco su vestido.
Con su paciencia agotándose en un instante, Daffy trono los dedos de su mano derecha, dispuesto a lanzar un buen puñetazo al borracho si es que esos dedos no dejaban de avanzar por debajo de su prenda.

Y lo hubiera hecho, hubiera noqueado al vaquero de un solo puñetazo, si tan solo...

-'Eh...Ese es un hermoso vestido...'-

Daffy sintió su sangre helarse al escuchar esas palabras justo detrás de él y se negó a volver su mirada.

Esa voz la conocía más que bien.

-'Gracias...'- fingió una voz suave y femenina, que salió un tanto temblorosa.

-'¡Conejo!'- dijo Sam poniéndose de pie de inmediato. –'¡Ves! Te dije que lo conocía'- inflo su pecho con orgullo, a pesar de su incapacidad de pararse sin tambalearse.

-'Bugs Bunny, a tus servicios'- Sonrió el conejo, arrebatando la silla del vaquero para sentarse, y quedando junto al pato, estiro una mano hacia él.

Esa sonrisa... esa tonta sonrisa confianzuda y burlona en el rostro del conejo le demostraba que Bugs no era tan estúpido como para caer en su farsa, pero el pato se mantuvo firme en su papel ofreciendo propiamente su mano para estrechar la del roedor, pero apenas y la acerco cuando este la tomo con firmeza, llevándola hacia sus labios para colocar un beso en la parte de arriba.

Baffy Challenge!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora