Capitulo 11: Miedos

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—Todoroki, tú ¿Qué haces aquí? —preguntó el joven peliverde sin entender la razón por la que su antiguo compañero de escuela y amigo estuviese allí.

—Nada que te importe —contestó la chica girando su cuello al lado contrario de donde estaba Midoriya, no quería ni verlo—. Kori ten la amabilidad de decirle al arbusto con patas que no quiero ver su cara de mierda aquí.

¡¿Kori!?》 Pensó el pecoso ante aquel mote cariñoso, hasta donde él tenía entendido el único apodo que tenía Shoto era Bastardo Mitad-Mitad y no era para nada cariñoso.

—Ella dice que no quiere… —repitió textualmente el recado.

—Sí, ya lo escuché —le detuvo Izuku—. Dile que tengo algo muy importante que decirle.

—Dice Midoriya que tiene algo que … —fue parado nuevamente.

—Dile que todo quedó claro ayer, no tengo nada más que hablar con él —ordenó la fémina sin separar la vista de la pared.

—Ella dice que todo…

—¡Ya la escuché! —interrumpió fastidiado el pecoso—. Vine a hablar contigo Yune —dio una rápida mirada a Shoto—. A solas.

—¡Shoto no se va! —habló finalmente Yune, acuchillando con la mirada al chico—¿Qué te crees?

—Por favor —pidió con paciencia.

—No —respondió ella tajante.

—Yune —su tono salió como si regañara a una niña en medio de un berrinche, aunque no estuviese lejos de la realidad.

—Shoto no sale de aquí y si digo que no se va es porque —vacío—, se fue.

En efecto, el chico heterocromático había salido de la habitación mientras los otros dos estaban hablando entre ellos, se había dado cuenta de que estaba demás allí.  Había escuchado del accidente de Yune días atrás, si bien no había podido ir antes por estar ocupado, había llamado regularmente y finalmente ese día consiguió un hueco en la agenda y fue a verla.
                                              
                                💚💚💚

—Yune, vino alguien a verte —anunció entusiasmado Do, dándole paso al menor de los Todoroki quien traía con él un nada modesto ramo de flores—. Mejor los dejo solos.

A paso lentos el joven se acercó a la camilla donde reposaba Yune, quien no paraba de reír ladinamente a la espera del presente.

—Son para ti —entregó las flores—. En casa esperamos que te mejores.

—¿Incluida Fuyumi? —cuestionó irónica mientras recibía el regalo.

—Por supuesto —respondió inalterable el menor.

—Eres pésimo mintiendo ¿Sabes? —soltó una pequeña risa—. Me llevo mejor con Toya, es mi favorito, después de ti, claro—miró por un momento las flores—. Seguro la idea de las flores fue de ella, como si fuera un funeral.

—Fue idea del viejo —aclaró sereno—. Te dejó una pequeña nota.

Yune rápidamente buscó la nota entre todo el Amazonas que conformaba el ramo, hasta dar con ella. Era un pequeño trozo de papel con algo escrito en una perfecta caligrafía, ella se detuvo a leer bajo la atenta mirada de Shoto, quien no perdía ningún detalle de las reacciones de la chica.

—Es gracioso, hasta tiene un pequeño corazón dibujado —se burló con voz ronca—. Parece que la rudeza se pierde con los años ¿No crees?

—En cuanto pueda viene a verte … Fuyumi no está invitada —esa pequeña broma logró sacarle una minúscula sonrisa a Yune.

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⏰ Last updated: Jun 13, 2021 ⏰

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