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Capitulo1: Mukosei

Vivir en un mundo en el que todos tienen alguna habilidad especial puede sonar algo muy interesante y emocionante, claro, emocionante para los que tienen alguna de estas habilidades, pero para los que no las poseen, pues hay opiniones variadas. Por ejemplo, están los que se aislan del mundo, otros desarrollan odio hacia la humanidad que no tiene la culpa de nada y luego vengo yo Yune, solo Yune, a la que le importa un pepino el hecho de ser una persona normalmente anormal.

No tengo kosei y lo digo con orgullo. ¿Me molestaron alguna vez? Obviamente ¿Me dolía eso? Se puede decir que si, hasta que aprendes que cuando les rompes los dientes te sientes mejor. Solo diré que en mi niñez y una pequeña parte de mi adolescencia era un dolor de cabeza para todos en general, era un torbellino de violencia, he de admitir que por un tiempo opte por acoger la doctrina de odiar a todo el mundo, luego me percaté de que no ganaba nada con eso y empecé a practicar artes marciales con mi tío y los demás que vivían en el dojo.

Hoy a mis 22 años puedo decir que soy una persona equilibrada, graduada hace dos años como policía, irónica verdad, estoy viviendo mi sueño.

-Por favor niños, respeten las señales de tránsito -digo con voz monótona mientras delante de mí pasa un grupo de niños corriendo como si los fueran a matar.

Y una mierda, yo no quería esto exactamente, quería ser policía, una de verdad; me gradué con honores en la academia, tengo razonamiento lógico avanzado, conocimiento de artes marciales y mi jefe me tiene cuidando el tránsito desde que puse un pie en esa comisaría.

"No estas preparada para un caso , debes ganar experiencia".

Y se piensa que precisamente aquí la encontraré, poniendo multas y encargándome de que no atropellen a niños insensatos cuyas madres no se tomaron las molestias de enseñarles a cruzar las calles

-Hola Yune, lindo día verdad -me saluda una voz inconfundible para mí -. Viste las ultimas noticia, el héroe profesional Deku salvo toda una comunidad de un incendio forestal. Es tan valiente y guapo.

Ella es Tachibana Saruki, Saru para mí, nos conocimos mientras pasábamos la academia militar, desde ese entonces hemos estado juntas en todo, hasta trabajamos en la misma comisaría, solo que ella se dedica a hacer patrullaje, hay que resaltar que su kosei le ayuda mucho en esto pues tiene las características físicas y en algunos casos psicológicas de un mono.

- Que bien por esas familias, deben sentirse con suerte -le respondo mientras observo como un vehículo se estaciona donde no debe, por lo tanto, me dirijo a hacer mi magia con Saru siguiéndome.

-Si verdad, a mí me encantaría que él me sostuviera con esos brazos tan musculosos y varoniles -sigo caminando hasta el coche sin mirarle la cara a mi amiga, me imagino que debe tener todo un manantial de baba saliendo de su boca-. Y que luego me llevara por los aires a la luz de la luna y....

-Me parece que ya escuché este monólogo, pero con otro protagonista -coloco la multa en el parabrisas del auto y me giro hacia ella-¿Cómo era su nombre, Red Riot?

-Es que puede endurecer cada parte de su cuerpo, imagina las posibilidades -mona pervertida- aun así, eso no importa mucho ahora.

-¿Qué puede ser más importante para ti que tus queridos héroes profesionales? -me mofo de mi rubia amiga, hasta que observo la seriedad en su mirada, cosa que no se ve todos los días.

-Pocas cosas, pero una de ellas es el aumento de actos violentos en la ciudad -es entendible que este así, su trabajo es encargarse de darles persecución a los criminales, a veces tengo un poco de envidia de su labor, es mil veces mejor que esto-, aunque no ocupan un área de acción tan grande. Posiblemente se trate de una pandilla.