Cap4: Nadie

85 13 9
                                    

—¿Nosotros? —volvió a responder el mismo con su largo cerquillo tapando su rostro —nosotros no somos nadie.

Inmediatamente mandó hacia nosotros una gran ráfaga de aire, la cual Mydoriya esquivó de un salto aún conmigo en brazos.

—¡Suéltame! —le ordeno al pecoso mientras esquiva cada uno de los ataques que manda nuestro enemigo— Te vuelves lento llevándome a mí.

—¡No lo haré aquí! —responde saltando de un muro al otro un edificio hasta llegar a la azotea de este, donde por fin me deja tocar el suelo —Yune-senpai quédese aquí.

¿Y huir como una cobarde? No gracias.

—Yo voy contigo —le informo—, son dos contra uno y no sabes que kosei posea el otro.

—Por eso es que la traje a usted hasta aquí, es muy peligroso para alguien …—aprieta sus labios arrepentido.

—¡Anda dilo, para alguien sin kosei verdad, es lo que quieres decir, vamos dímelo! —me le acerco encolerizada agarrando el cuello de su abrigo, pegando mi frente a la suya, no le voy a permitir subestimarme y menos que me lo diga en la cara.

Aún en esa posición siento una pequeña corriente de aire que mueve nuestros cabellos, ambos nos separamos y vemos al controlador del aire.

—Los encontré —con un simple movimiento de manos me hizo volar por los aires de nuevo, en caída libre hacia el pavimento.

—¡Yune-senpai! —gritó el peliverde en un intento de alcanzarme, pero el también recibió una ráfaga de aire que lo envió hacia el otro lado.

Mientras voy cayendo visualizo un balcón a unos metros más abajo a la derecha. Con un pequeño bombillo que sobresalía tomé impulso para así llegar hasta mi objetivo, lo cual logro. Quedo guindando aguantándome del piso del balcón, aún quedan nueve metros para llegar al suelo, si me suelto posiblemente me rompería todos los huesos. Intento con todas mis fuerzas impulsar mi cuerpo hacia arriba, así podría entrar en el departamento, subir hasta el último piso y encontrar a Midoriya.

En esa misión es que siento una mano que agarra la mía y me ayuda a subir. Debe ser la persona que vive aquí. Cuando pude trepar y adentrarme al departamento me dispongo a mirar a quien, de cierta manera me salvó la vida, quedándome congelada en el lugar. Era el otro chico que nos había atacado, el albino.

Rápidamente me levanto y me pongo en posición ofensiva, mi contrario no me imita, es más, se da vuelta para dejarme sola.

—¡No te muevas! —le ordeno y el me hace caso—¿Por qué no me enfrentas?

—El objetivo ya se ha cumplido –me responde con voz monótona—, matarte a ti y al héroe es innecesario …

—Esto es solo una prueba —habla una voz a mis espaldas, me giré rápidamente y ahí estaba de nuevo ese chico, volví a mirar hacia el otro lado y efectivamente este no se había movido.

Así que ese es su kosei.

—¿Una prueba de qué? —les cuestiono aún en guardia mirando intercaladamente a ambos lista para cualquier ataque.

—De nuestro alcance —dijeron al mismo tempo.

En ese momento se escucharon golpes desde las afueras del edificio y un ligero temblor en el piso, similar a un terremoto.

—Es tiempo de irme —me informó dándose la vuelta, pero al hacerlo lo vi encorvarse, apretando su cabeza entre sus manos gritando de dolor, en ese momento su clon desapareció, su color de cabello cambiaba a negro y con la misma velocidad se volvía blanco.

ChangeWhere stories live. Discover now