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70 años más tarde...

Hoy es el gran día de mi tío Thor, es su coronación como rey de Asgard. Me paré junto a mi padre, sonriendo mientras miraba a mi tío, me alegra tanto verlo así de feliz.

Levantó el Mjolnir y caminó hasta quedar al ras de los escalones, donde en frente se encuentra el trono de Odín, Padre de Todo y mi abuelo. Lo dejó en el suelo, se arrodilló y se quitó su casco dejándolo a un lado del Mjolnir.

— Thor, hijo de Odín, mi heredero, mi primogénito, hace mucho se te confió el poderoso martillo Mjolnir, forjado en el corazón de una estrella agonizante, su poder no tiene igual, como un arma para destruir o herramienta para construir, la compañía apropiada de un rey, he defendido Asgard y las vidas de los inocentes a través de los nueve mundos desde los inicios del tiempo. — hizo una pequeña pausa. — ¿juras cuidar de los nueve mundos?

— lo juro.

— ¿juras preservar la paz?

— lo juro.

— ¿juras hacer a un lado el egoísmo y ambición y te ofrecerás solo para el bien de los mundos?

— ¡lo juro! — gritó levantando el Mjolnir.

— en este día, yo Odín, Padre de Todo, te proclamo...— calló, mi tío desvaneció su sonrisa y papá mostraba una pequeña sonrisa, casi invisible. — gigantes de hielo. — murmuró y golpeó el suelo con su cetro.

— ¿gigantes de hielo en Asgard? — miré a papá. — tus travesuras llegaron demasiado lejos.

— ¿por qué crees que fui yo?

— no lo sé, tal vez porque le has hecho miles de travesuras a mi tío por siglos, madura, papá.

Terminó la coronación –aunque nadie fue coronado.– y mi abuelo, mi tío y mi padre se fueron juntos.

— Heimdall debió de haber visto cuando se infiltraron, ¿no? — pregunté.

— sí, se supone. — me fui con mi mamá a caminar.

— desde lo que ocurrió en Jotunheim, papá hace este tipo de travesuras.

— me encantaría darle la razón pero... a veces exagera con sus travesuras.

— habla con él, mamá, arruinó la coronación de mi tío.

— trataré, lo prometo. — asentí. — ¿cómo te has sentido?

— estoy bien, algo triste porque mi tío aún no ha sido coronado, ya me imagino cómo se ha de sentir.

— sí...

— ¿y tú?

— preocupada por lo de los gigantes de hielo, una nueva amenaza a la paz jamás es buena. — suspiré y tomé su mano.

— lo sé. — besó mi frente.

— creo que todos necesitamos descansar.

— mamá... — se fue.

Miré hacia afuera y vi varios caballos con jinetes yéndose hacia el Bifrost, no fue difícil identificarlos. Tal vez van a Jotunheim.

Volví a mi habitación y me acosté en la cama. Lo único que hice fue voltear y ver la foto que se encuentra en la mesa de noche. Sonreí decaída, melancólica. En ella salen mis hijos, Tony y Brooke, ambos me odian y tengo cerca de 20 años sin ver a ambos.

Ambos me odian porque decidí volver a Asgard cuando Howard murió, ninguno quiso venir conmigo, los tres sufrimos demasiado con la pérdida de mi esposo y María, mi asistente personal, mi mejor amiga, pero ninguno entendió mi dolor, que fue tan grande que no resistió quedarse más en Midgard. Así que ellos viven allá, odiandome, mientras que yo vivo en el palacio sin la parte más importante de mí.

Después de un rato salí y noté que estaban los tres guerreros y Sif reunidos.

— ¿y mi tío Thor? — me miraron tristes. — ¿murió en Jotunheim? — pregunté asustada, pero negaron.

— Padre de Todo lo exilió y lo dejó en Midgard.

— ¿Midgard? — asintieron.

— ¿irás por él?

— quisiera pero no, no después de...

— del midgardiano y tus hijos. — dijo Volstagg y asentí.

— no puedo volver a Midgard. — dije.

— y lo peor de todo es que según Loki, Odín acaba de caer en el sueño de Odín, quién sabe por cuanto tiempo estará así.

— mi abuela no podrá reinar sola.

— y si...— me miraron.

— ¿creen que lo haga? — asintieron. — lo peor es que yo también lo creo, tengo que hablar con mi mamá. — fui hacia donde mi mamá y me acerqué a ella. — ¿papá ya habló contigo? — asintió.

— quiere tomar el lugar de tu abuelo y que yo esté a su lado para eso.

— ¿y estás de acuerdo?

— jamás me imaginé como reina y sigo sin hacerlo, no creo que sea una buena idea. — respondió.

— es porque no la es, es extraño ¿no crees?

— un poco, sí, pero... a decir verdad ya era así desde antes de que nacieras y de que naciera Astrid, le tenía muchos celos a Thor y no sé, sabiendo su origen entendería, el rey Odín se hizo más cercano a Loki desde entonces, pero aún así Loki le tiene celos a Thor.

— incluso logró que mi abuelo exiliara a mi tío. — asintió y miré detrás de ella. — papá viene.

— hablaré con él.

— está bien. — besé su mejilla y comencé a caminar.

— ¡Ingrid! — me habló papá, cerré los ojos deteniendome y los abrí al voltear.

— ¿sí, papá?

— quería saber tu opinión acerca de que yo sea el rey.

— tú jamás has querido ser rey, ¿desde cuándo el interés de serlo? — me miró serio y me retiré para ir de nuevo con los guerreros.

— ¿y bien?

— ella no quiere ser reina y cree que no es una buena idea, hablará con mi papá de nuevo. — asintieron. — chicos... — les hablé antes de que se fueran. — si deciden ir por mi tío a Midgard, avisenme, iré también.

— ¿y ese cambio tan repentino?

— vale la pena tocar el suelo de Midgard de nuevo para ayudar a mi tío a volver. — sonrieron. — y tal vez necesiten una guía, Midgard es mi área. — rieron.

— ya te salió lo hija de Loki. — sonreí orgullosa y me fui a mi habitación de nuevo.

— lo que daría porque ustedes no me odiaran, aparte de su tío, ustedes también son mis únicas razones para volver a Midgard. — dije viendo la foto de mis hijos, suspiré y miré las demás fotos que tenía. — los extraño. — tomé la manta que James compró para Brooke –la cual ella dejó de querer hace varios años.– y me cubrí con ella.

Amor Destinado [Steve Rogers] [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora