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Pasaron varios días desde el exilio de mi tío Thor, papá se autonombró rey y nombró reina a mamá, aún ambas pensamos que algo no cuadra.

— papá... — dije y después hice una reverencia. — Majestad, quisiera preguntarte ¿cuándo traerás a mi tío Thor del exilio?

— como le acabo de decir a Sif y a los tres guerreros, yo no puedo deshacer la última orden de mi padre.

— pero...

— Ingrid.

— ¿ni siquiera lo harías por tu hija?

— lo lamento, cariño.

— ¿desde cuándo apareció esa ambición por ser rey? — le volví a preguntar como hace días atrás, hice una reverencia y me fui, pasé junto a la sala de estar que tienen los tres guerreros y Sif.

— nos irá mal si lo hacemos.

— pero debemos hacerlo, debemos ir a Midgard y traer a Thor.

— ¿ya planear ir y no me avisan? — les pregunté acercándome.

— íbamos a avisarte en cuanto decidiremos que ya iríamos.

— lo mejor es ir ahora, se siente diferente estar cerca de papá, algo no está bien.

— pero el problema es que...

— Heimdall solicita su presencia. — nos miramos y fuimos al Bifrost.

— ¿quieren romper las órdenes del rey para traer devuelta a Thor del exilio?

— sí. — respondió Sif.

— muy bien. — dijo bajando.

— ¿nos ayudarás?

— no, no puedo desobedecer las órdenes de mi rey. — dijo yéndose, Volstagg y Fandral giraron la espada y cruzamos hasta Midgard.

Esperaba estar en Nueva York, cerca de Brooklyn pero este lugar era muy diferente, es casi desértico. No muy lejos había un pueblo así que fuimos a él.

La gente se nos quedaba mirando raro, bueno... es entendible, no están acostumbrados a ver seres míticos.

— miren. — dije señalando una casa con puertas de vidrio, allí se encontraban mi tío junto a un hombre algo mayor y dos mujeres jóvenes.

— ¡Thor! — gritó Volstagg y aquellas personas nos miraron atónitos.

— ¡amigos! — los abrazó. — ¡Ingrid! — corrí a abrazarlo.

— la ropa midgardiana te queda muy bien. — le dije y una de las mujeres me miró celosa.

— lo siento, Lady Sif, los tres guerreros y la princesa Ingrid.

— mi amada sobrina. — dijo mi tío aún abrazándome con una gran sonrisa. — ¿y qué hacen aquí?

— venimos a llevarte de regreso a Asgard.

— no puedo, ahora que mi padre está muerto, se me prohibió mi retorno.

— Thor, tu padre no está muerto. — le aclaró Sif.

— ¿qué?

— ¿cuándo vino papá a decirte eso? Es el único que ha salido de Asgard después de tu exilio.

— dijo que mi exilio y la guerra que está por comenzar entre Asgard y Jotunheim fue demasiado para Padre.

— solo está en el sueño de Odín, mi abuelo está bien. — lo tranquilicé y me abrazó más fuerte pero se escuchó una explosión.

— mandó al Destructor. — salimos.

— tenemos que detenerlo antes de que llegue al pueblo. — dijo Hogun mirando a mi tío.

— yo solo soy un hombre más, sería un estorbo... ayudaré a las personas a escapar.

— está bien, tengan cuidado. — les dije, asintieron y se fueron.

El Destructor se fue acercando y comenzamos a atacarlo.

— papá, no tienes por qué hacer esto. — ya estaba por golpearme cuando le congelé el brazo, después quiso lanzarme fuego pero con el hielo se detuvo. — no querrás matar a tu hija, ¿o sí? Mamá jamás te lo perdonará, este no eres tú, tú no harías nada de esto, sé que todo ha sido muy fuerte pero...— me golpeó y salí volando hasta donde estaban los demás.

— ¡Ingrid! — se acercaron a mí.

— ¿estás bien? — negué, papá nunca haría eso.

— váyanse, yo me encargaré. — ordenó mi tío.

— pero...

— háganlo. — una de las mujeres y Sif me ayudaron a levantarme, Hogun y Fandral ayudaron a Volstagg a levantarse y nos fuimos alejando.

— ¿qué hace? — nos quedamos parados, viendo a mi tío caminar hacia el Destructor.

Por un momento pareció que no le haría nada pero le hizo lo mismo que a mí. Comencé a llorar, desde metros de distancia se notaba que no respiraba.

— ¡no! — gritó la mujer que parecía estar celosa cuando llegué y corrió hacia él.

— ¡Jane! — gritó el hombre, el cielo se comenzó a nublar, el hombre logró separar a Jane de mi tío y un tornado se formó alrededor de él.

De un momento a otro, mi tío estaba como acostumbramos verlo y con el Mjolnir en su mano, el tornado siguió y él junto al Destructor se elevaron por los aires hasta que mi tío lo mató.

— ¿así es como luces normalmente?

— más o menos. — dijo y se acercó mucho a ella. — debo irme pero te juro que vendré por ti y te llevaré a Asgard. — ella sonrió mientras él besaba su mano. — ¿trato? — ella lo besó.

— trato hecho.

— ya sé de dónde saqué eso de enamorarme de un mortal. — bromeé mientras mi tío hablaba con un hombre de traje que acababa de llegar y los cuatro me miraron.

— debemos irnos, Heimdall, abre el portal por favor, Heimdall. — se abrió el portal y caminé hacia él. — ah no, tú no vuelves.

— ¿por qué no?

— es peligroso.

— ¿se te olvida que soy una guerrera y he ido a miles de batallas contigo?

— esta es diferente, se trata de Loki.

— conozco a mi padre, no es muy peligroso que digamos.

— vendré por ti cuando todo termine, ¿sí?

— está bien. — besó mi frente y se fueron pero la tormenta y las nubes grises jamás se fueron.

Amor Destinado [Steve Rogers] [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora