Capítulo 7: Llamada.

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*Kenta*

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*Kenta*

Cómo había prometido Kazuna, esa noche había llegado el encargo, es idiota pero es buen comerciante y mantiene su palabra. El trato había cerrado mejor de lo que había imaginado, yo en lo personal estaba muy complacido.

Los días pasaron y aunque lo vi a menudo, no hablaba mucho con él. Con el que si mantenía contacto era con Onzai Hikaru. A Aizome en particular lo detesto, sí, lo detesto!!! Él me hace perder el control y aunque en parte lo besé para burlarme de él, terminé perdiendome en mi propia satisfacción. Aún recuerdo su cara después de besarlo... fue malditamente excitante, pero no lo extrañaba ni nada de eso.

Si claro di lo que quieras.

Al sentir mi estúpida conciencia hablar golpee con más fuerza el saco de boxeo. Estaba frustrado... no, frustrado era poco. Tsukishima no había hecho nada aunque le había mandado un lindo mensajito, colocando a uno de sus hombres prácticamente frente a su nariz, pero no me respondió, o todavía no lo hacía y eso junto a la tranquilidad de mi tío no me olía bien. Algo tramaban esos estúpidos arrogantes.

Las puertas del gimnasio se abrieron y Goshi apareció con un chándal color gris. Al verme se sorprendió un poco, normal eran las 5:45 de la mañana y aquí estaba yo, descargando mi furia contra el saco de boxeo.

– Oh Kenta, no pensé que estuvieras aquí tan temprano – dijo mientras se acercaba.

– Solo, no podía dormir. – Por las pesadillas. – Y pues me levanté más temprano a quitarme un poco de furia acumulada.

– Se ve, en lo personal no quiero ser el saco de boxeo.

Reí, o eso pretendía ante su comentario y vi como el lo hacía también al verme. Goshi se alejó para empezar a calentar antes de ejercitarse, no sin antes quitarse la sudadera que traía y quedar completamente su torso descubierto, mostrando así, su bronceado y definido cuerpo.

Si que está bueno, ese cuerpazo bronceado está para chuparse los dedos.

La verdad si, no lo voy a negar. Pero crecí con él parte de mi adolescencia, así que no lo veo de esa forma aunque... No no no, mejor no.

Oh vamos está muy bueno, muy bien que te puedes divertir ¿O es que solo te reservas para Kazuna?

Tks. Volví a golpear el saco con fuerza. Que estupidez ¿Aizome? Una cosa es besarlo y otra es jugar su juego.

Que aburrido.

Calla!!! Yo estaba tan tranquilo hasta que ese alfa apareció, por su culpa mi humor está insoportable y mis hormonas locas y ese beso encendió cada poro de mi piel deseoso porque sus labios no solo estuvieran en mi boca. Nunca debí besarlo!!! ¿Por qué tuve que caer tan bajo?

Porque lo deseas.

Di un último golpe al saco, este se zafó y calló al suelo.

– ¿Estás bien? – preguntó el beta mientras se acercaba a mí.

Obedece alfa.《Completa》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora