Nakahara Kenta un frío y agresivo omega que desprecia a los alfas que abusan de su género, conoce por temas de negocios al traficante de armas Aizome Kazuna, un alfa que tras no encontar a su pareja destinada decide simplemente divertirse con quién...
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*Kenta*
– No le temas al amor esta vez y ámame...
Esas palabras resonaron en mi cabeza y no paraban de repetirse una y otra vez, mi errático corazón palpitaba tan fuerte que incluso creo que Kazuna lo podría escuchar.... Todo parecía irreal, tan malditamente irreal.
Ahhh... ¿Qué es este sentimiento tan... cálido...?
Sentí como humedad inundó mis ojos
– Yo... Yo... – no sabía que decir, una gran parte de mi amaba la idea de un futuro con Kazuna ¿casarnos? Si! Si quiero! pero la otra parte tenía miedo... Tanto miedo... Ya casi lo pierdo... No quiero que eso vuelva a pasar y estar conmigo siempre lo va a envolver en problemas. – Kazuna tú... – iba a continuar, pero el alfa frente a mi calló mis palabras con un dedo sobre mis labios.
– No Ken, no, ya sé lo que dirás... No aceptaré que niegues lo que sientes, porque lo sé, Nakahara Kenta yo sé que entre tú y yo... – su cálida y gentil mirada me sonrojaron – Más que feromonas, más que destinos o vínculos... Más que un alfa y un omega... Más que todo eso yo te amo por lo que eres, por lo hermoso y protector que puedes llegar a ser cuando alguien que te importa está en peligro, que prefieres sacrificarte antes que alguien a quien tienes en tu corazón sufra y se que tú también sientes algo por mí. – Tomó mis manos suavemente sin dañar mis heridas – Juntos Ken, juntos podemos superar todo... – Las llevó a sus labios y las besó – Juntos podemos contra todo, sea quien sea tú y yo podemos ganar y yo quiero ver... Quiero ver ese futuro que tanto añoro junto a tí.... Dime Ken ¿Es tan difícil decir la palabra amor?
Mis labios temblaron ante su pregunta, y si... para mi era difícil... Pero la quería decir... Lo sentía y quería que él la escuchara, pero yo era un fracaso en el amor, nunca supe que era estar verdaderamente enamorado, y sí, amé a Liam, pero no podría comparar jamás lo que siento por el alfa frente a mi y el padre de mi hija.
Dudé un poco al hablar – ¿Aun-Aunque yo no sepa amar correctamente?
Una leve sonrisa invadió sus labios – Si no sabes yo te enseñaré, y si yo tampoco comprendo aprenderemos los dos juntos – besó mis manos de una manera muy dulce y susurró – paso a paso...
Algo cálido se derritió en mi corazón – ¿Aunque no sea un omega como los demás y esté roto...?
– Para mí, tú eres el mejor omega que podría encontrar. Y tú... No estás roto Ken, no digas eso. – sus dulces palabras me envolvían con tanto cariño que mi loco y tonto corazón retumbaba en mis oídos.
– ¿Aun-Aunque sea molesto, te traiga problemas y estés en peligro? – Sabía lo que conllevaría que Kazuna estuviese a mi lado y me asustaba enormemente que algo le pasara.
Él rió al escuchar marcando así esos huequitos que hacía tanto no veía – Tengo una gran paciencia, puedo lidiar con tu humor, también dije que todo lo podemos superar juntos y... – me observó serio por un momento para decir – amaré tener que hacerlo por el resto de mi vida.
