*Kazuna*Las puertas de la casa se abren, para así entren los hermanos omegas junto a la pequeña Alexia. Lina Mettler contonea sus caderas y sus altos tacones resuenan en el piso.
– Buenas Lina, ¿Qué la trae por aquí? – pregunto mientras la pequeña Alex corre hasta donde estoy y la cargo – Hola para ti también preciosa. – la pequeña esboza una sonrisa idéntica a la de Ken.
– Kazuna, solo tengo un asunto con Hikaru ¿Está? – asiento mientras le señaló con la mirada la habitación donde debe de estar.
La omega no dice nada más y va hasta donde le indiqué. Liam con el cansancio reflejado en su rostro se sienta en uno de los sillones.
– ¿Te sientes mal? – pregunto un poco preocupado. El rubio me da una mirada cansada y dice:
– Se supone que yo soy el que te tiene que preguntar eso, soy el doctor. – da una cansada sonrisa. La verdad Liam es muy agradable, ya veo porqué Ken lo había elegido. – Yo solo estoy agotado por el trabajo, tú eres el que no se ve para nada bien. ¿Estás durmiendo lo suficiente?
Desvío la mirada y me siento en el sofá con Alex sentada en los muslos y jugando con mis manos. – Estoy bien.
– No me engañas Kazuna, tienes ojeras.
– Ahh – suspiro. Desde la muerte de Ken no he podido dormir correctamente, ya han pasado siete meses y aún duele. El dolor, la frialdad de las sábanas, la falta de su aroma, los recuerdos, todo eso más su ausencia no me deja conciliar el sueño. – Lo intento... pero no puedo. Lo extraño.
Liam suspira como si supiese de lo que estoy hablando. Se nota que aún lo quiere y no lo culpo; Nakahara Kenta es de esos hombres que aunque pasen años y años nunca se olvida, es de esos que deja una huella tan profunda en el alma de las personas que es imposible borrarla.
– Entiendo – es lo que dice y en ese instante entra Ayato a la sala.
– Pero si mi linda sobrinita está aquí – Habla mientras me la quita de encima, pero Alexia se remueve con todas sus fuerzas. No sé porqué odia a Ayato, aunque tal vez es porque ya no da esa cálida e inocente sensación que antes lo rodeaba. Ayato ha cambiado mucho. Una semana después de yo despertar Ayato cumplió 17 y desde entonces, empezó a crecer de manera alarmante, ya no es un niño inocente y puro como solía aparentar. Entrena todos los días, e incluso, está aprendiendo todo acerca de las empresas que su hermano había dejado aquí en Suiza. También ha obtenido músculos, empezando a parecerse así al físico de su hermano mayor. – ¿Pero por qué me odias?
– Malo – dice la pequeña mientras va hacia su padre. Liam solo niega con la cabeza.
– Malo eh? – se encoge de hombros el ya no pequeño alfa. – Tiene buena vista la pequeña. Jaja – empieza a reír y se marcha.
ESTÁS LEYENDO
Obedece alfa.《Completa》
RomanceNakahara Kenta un frío y agresivo omega que desprecia a los alfas que abusan de su género, conoce por temas de negocios al traficante de armas Aizome Kazuna, un alfa que tras no encontar a su pareja destinada decide simplemente divertirse con quién...