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Don Marrero, representante de la familia, había recibido una no muy agradable noticia, eso lo tenía de mal humor, y es que no se podía permitir que un vagabundo cualquiera le hubiera arrebatado una pieza de su ganado, por esa razón llamó a sus empleados y a su hijo, Santiago, porque tenía un trabajo para ellos. Pero ¿Por qué a su hijo? Porque él era el único que había estado despierto la madrugada anterior (Vaya a saber qué hacía a tal hora...Ponerla seguro que no), por lo tanto, era el único que había visto al tipo culpable. Ya les había dado una descripción de lo poco que había visto, ahora solo faltaba buscar.

Volviendo a los empleados...Primero estaba el señor Tavella, que solía vivir la vida de un gaucho hasta que lo "corrigieron" y le "indicaron el camino correcto", le caería bien al hijo de Don Marrero de no ser por su constante uso de tonos burlones y medio ofensivos a la hora de expresarse. Después estaba Alvin, que a veces no le llegaba agua al tanque, pero era bastante alegre y adorable, y eso era suficiente como para intentar soportarlo.

Gustavo, también conocido como "Topo" , tenía cara de ser igual que el antes mencionado, la diferencia es que Topo tenía una inteligencia oculta, por algo estaba donde estaba (No como Alvin, que era un acomodado por ser pariente o amigo de algún fulano). Por último pero no menos importante, estaba Roberto, siempre tenía cara de culo y parecía que todo lo embolaba. Siempre se tomaba las cosas muy en serio, además, nunca nada lo sorprendía, era de esas personas que parece que ya lo vieron todo, pero eso sí, no era malo.

Con respecto al ladrón, este recorría las calles del pueblo, estaba tranquilo a pesar de que ayer le había robado a una familia aristócrata muy importante y lo podían pescar, pero es que así era él.
De todas formas, nadie conocía su cara, tan solo sus ojos, que ahora utilizaba para ver una flor sacada de un jardín cualquiera «¿Para qué la arranqué?» se preguntó, a lo mejor su aburrimiento lo obligó a hacerlo. Entonces,sin que se de cuenta la dejó en la cartera de la linda señorita Flora, quien justo pasaba.

Cuando alcanzó las afueras del poblado, divisó la casa del amigo con el que se estaba quedando. En el poco camino que le quedaba, se puso a pensar en que le hubiera gustado conseguir un caballo nuevo, aunque fuese uno viejo, a lo mejor Cano le podía brindar uno.
Abrió las puertas de madera de par en par y entró como si la vivienda le perteneciera.

-¿Hiciste algo de comida?-Fue lo primero que dijo-Tengo muchísima hambre.

-No, pero hay mate-Le contestó el de la máscara-Por cierto, Yara ¿Por qué tardaste tanto? ¿Andabas de montonera?-La miró de reojo mientras se tocaba la barba.

-No-La chica se quitó el poncho, el sombrero y todo disfraz que llevara-Soy gaucha, no montonera, me quedé dormida entre los yuyos-Le explicó medio risueña-Y dejá que yo solita me hago unos chorizos pero después no me pidas.

-Dudo que sepas como encender el fuego-Dijo en tono de broma.

Yara no se acordaba de como conoció a Cano, pero de lo que sí se acordaba, es que él era un hijo de la gran puta, peligroso, era de palabras crueles, a veces mentiroso, y no tenía miedo de sacar el facón de la vaina, pero con ella era un amor, así que no tenía quejas.

-Me están buscando-Confesó de la nada mientras veía el mate entre sus manos.

-¿Ehh?-El de la máscara se inclinó hacia ella incrédulo-Jodeme que se dieron cuenta ¿Cuentan las vacas una por una o qué carajo?

-Ya sé-Apretó el recipiente de madera-Apenas hoy me vengo enterando...Aunque, bueno...Creo que un pibe me vio.

-Te tenés que ir, gila-Se apresuró a ordenarle-Si te encuentran te van a hacer cagar fuego de una.

-Hoy mismo me voy, pero cuando sea de noche, quisiera quedarme un cacho más-Peinó su pelo corto hacia atrás-Y, ehm...¿Hay alguna posibilidad de que me prestes un caballo?

-Sí, seguro, te doy a la Negra-Yara lo miró con sorpresa-Te daría a su hermano pero ese es medio bravo.

-Piola, gracias-Sonrió.

-Pero me la vas a devolver, eh. Que los caballos cuestan guita.

-Sí, sí.

Mientras tanto, el cuarteto y Marrero hijo preparaban sus transportes que una vez fueron baguales libres.
El joven aristócrata puso cara de asco y por poco no grita cuando agarró la montura y había una cucaracha encima.

-Cuidado, no vaya a ser que la cucaracha tenga un machete-Se burló Tavella y enseguida a Alvin se le hizo que era lo más gracioso que había escuchado en el día.

-Callate, viejo choto, vos sabes muy bien que mi papá te puede echar cuando quiera- Replicó perdiendo la paciencia muy pronto. No es que se viera como un ser superior por ser un Marrero, sucede que no toleraba los insultos y ya...Mentira, durmió mal(?)

-Tu papá sabe que no le conviene echarme ¿Sabés con quien hablás, nene?-Lo interrogó con toda la calma del mundo.

-Ehm...

-Eso pensé, muchachos ¿Todo listo? Revisen que tengan las braguetas subidas.

-Sí, don-Topo se encargó de contestar por todos.

Acto seguido, Marrero vio como todos montaban sus caballos y comenzaban a irse, y él ni siquiera había puesto la montura al suyo. Suspiró frustrado, viendo la antes mencionada montura.

-No te lo tomes personal, acá las cosas son así, mejor andá acostumbrándote-Le dijo Roberto con su característica cara de seriedad, antes de ir tras el grupo.

-Pff, que se vayan a la mierda-Renegó Santiago por lo bajo-Solo hay que encontrar al gaucho y listo...-Entonces, al terminar de quejarse, fue con ellos.

-¿Y si borramos a todos los gauchos que veamos?-Expresó Alvin de forma muy poco seria-En algún momento vamos a dar con el que es. De paso hacemos un favor a Tajo.

-Eso le sacaría lo divertido-Lo contradijo Gustavo-Esto merece un plan más elaborado-Se frotó las manos- Además, nos quedaríamos sin casi la mitad de la población, te recuerdo que somos tres gatos locos acá.

-Ahijuna.

-¿Se acuerdan del tipo ese pelado de la máscara?-Se acordó Tavella-Me parece que podría saber algo, muchos gauchos han pasado por su casa por asuntos de negocio, incluido yo.

-¡Ja!-Rió victorioso Marrero, que recién los alcanzaba-¡Vos eras gaucho! ¡Cuando le diga a mi viejo te va a sacar a patadas! ¡Cagaste!-Dijo, ganándose la mirada de todos pero no de la forma que hubiera deseado.

-Eso todo el pueblo lo sabe-Lo informó Roberto-Ahora preocupate por el trabajo.

•Bandido• (Cuarteto De Nos) [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora