9: "Sala Común II"

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Lincoln presentía que no faltaba mucho para que todo se fuera al garete. Veía sin disimular a Morgan susurrando algo a Ansel, los dos estaban pálidos y no era por la iluminación, era porque una desconocida parecía conocer al tal Oliver.

Alguien estaba mintiendo o sabía perfectamente cómo engañarlos.

<<Daba igual>> pensó Lincoln, de todos modos él iba a irse de allí.

La cuestión era, ¿a donde? Parecía que estaban atrapados en una cápsula gigante y el no encontraba una salida por ninguna parte.

La segunda opción era volver al cuarto, pero eso sería estar desesperado por protección, pero para eso aún faltaba un evento considerable que aún no había sucedido, además, no quería ver la cara de ese sujeto.

Ansel y Morgan se acercaron hacia él, cada uno sentándose a los lados, Morgan estaba disgustada mientras que Ansel estaba confundido. Y ahora él estaba visiblemente incómodo.

—Ella debe ser uno de ellos—espetó Morgan, susurrando.

—No tenemos ninguna prueba—intervino Ansel.

—¿Cómo que no? Se notaba que quería atacarnos y ahora de repente conoce a Oliver, por favor. ¿De verdad no ves nada sospechoso?

—Pero ella se ve preocupada por él, no creo...—los tres miran atentamente a Jules.

Ella le seguía susurrando cosas, pero ya no se veía tan alterada como antes, sino más bien, desconcertada, aún así no se apartaba de Oliver.

Morgan achicó los ojos, desconfiada.

—Solo es una actriz, una actriz convincente, es todo.

—¿Segura que no es algo más?—Lincoln los interrumpió. Ansel era demasiado amable para siquiera sugerirlo, Morgan no pareció entender al principio.

—¿De qué hablas?

—Celos. Es obvio que el te gusta—los labios de Morgan se abren ligeramente, juntando las cejas al mismo tiempo, incrédula y hasta podría decirse ofendida por señalar algo tan obvio.

—Dos cosas. La primera, no estoy celosa y la segunda, ya tengo novio y no es Oliver. Y el no me gusta, ¿de acuerdo?

—Está bien, tampoco era para que te pusieras así señorita—Morgan rueda los ojos sin importancia.

—¿Tienes novio?—pregunto Ansel con un poco de curiosidad.

—Eso creo, es una de las pocas cosas que recuerdo.

—Debes querer que esté aquí, ¿no? Así al menos algo tendría  sentido—expresó Ansel, pensativo.

—No quiero que estés aquí conmigo—Ansel y Lincoln se giran prestando toda la atención. Ansel estaba sorprendido y Lincoln alzaba la ceja incrédulo, juzgando con la mirada.

—No es lo que están pensando. Es solo que, ¿de verdad desearía que alguien a quien quieren pasara por esto? Seria egoísta de mi parte, además, no es como que lo recordaría si lo tuviera enfrente.

—Meh. Tienes razón—coincidió Lincoln sin importancia.

Los tres se dedicaron a observar sin disimulo a Jules y Oliver, este último seguía inconsciente, y la chica tenía la cabeza de él en sus rodillas y le acariciaba el pelo. De vez en cuando los veía, pero apartaba la vista. Ni Morgan y ella querían dirigirse la palabra, y los chicos no iban a intervenir.

A pesar de que Lincoln disfrutaba del silencio, este era uno incómodo, tanto que una cuchilla podría cortar la tensión. Volteo a ver a Morgan decidido.

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