Olvidados

6: "Secretos"

Morgan ahora le estaba ayudando a levantar el desastre en el pasillo, resulta que se encontraba un interruptor de luz al lado de la puerta y mientras estuviera en "OFF" no se activaba la trampa mortal de moscas gigantes, repito, estaban a salvo.

—¿Y que hacemos ahora?—pregunto Morgan cargando un monto de ropa y dejándola en la cama.

—No lo se, ¿ya exploraste todo el lugar?

—No, solo me mantuve lo mas alejada posible de este pasillo—se pausa antes de sentarse en la cama—No pensé en explorar supongo.

—Ya lo haremos juntos—expreso distraído, aun transportando mi ropa en el armario.

¿Desde cuando el tenia tantas cosas en el armario? La buena noticia es que por primera vez no había planeado ordenarlo y ahora que lo observaba mas minuciosamente, se dio cuenta de que le gusto mas este método de organización, espontáneo.

—Mm, gracias Oliver
Capta su atención y se voltea, ella duda pero alza la mirada y le dedica una media sonrisa.

Ella tiene que tener cuidado con esas sonrisas, pone nervioso a cualquiera.

—Ahm—trago saliva cuando lo ve expectante, ¿tenia algo en la cara?—. Gracias igual, sin ti probablemente le seguiría hablando a mi pluma.

Morgan frunce el ceño, divertida.
—Creo que fui la única que no toco fondo—se burlo ella.

—¿A caso eso no es normal?—le sonrió cómplice.

Al fin había logrado meter todas las cosas del pasillo en su cuarto, no era ni de lejos tan organizado
como hace poco tiempo, pero no estaba tan mal; le dirigió una mirada a las puertas cerradas que podía vislumbrar por el marco de su puerta y se pregunto, ¿podría ser que atrás de esas puertas estén todas las respuestas que buscaba con tanto interés? O una idea mas descabellada aun, ¿habría personas habitando esas habitaciones? ¿estarían siendo vigilados? Pero en todo el tiempo que llevaba despierto
no recordaba ni una vez haber comido algo, eso le asusto, ¿habían experimentado co...?

—¡Oliver!—el grito sin duda lo saco de sus pensamientos y ahora estaba visiblemente confundido, Morgan ignoro su ceño fruncido—. Como decía, creo que primero debería enseñarte lo que descubrí en la sala común.

—¿Sala común?

—Recuerdas donde nos conocimos, ¿o prefieres llamarle comedor espacial?
Lucho por no alzar las comisuras en una sonrisa.

—Sala común me parece un nombre mas apropiado—declaro al mismo tiempo que Morgan se incorporaba.

--Es lo que venia diciendo—canturrea al pasar a mi lado y ambos salimos al pasillo.

Ambos se permiten observar con mas detenimiento su entorno, había un total de 9 puertas a lo largo del pasillo, todas parecían ser iguales pero al dedicarles mas atención podías notar los diferentes o en el caso de Oliver, inexistentes pomos de las puertas.
El se moría de la curiosidad, quería tocar cada una de ellas, abrirlas de par en par; ¿Qué habría en esa habitación? Alguna respuesta, lo sabia con seguridad; pero al mismo tiempo ya no quería sufrir otro
electrochoque.

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Morgan empezaba a acostumbrarse a ver a Oliver congelando completamente sumido en sus pensamientos, ya le había hablado tres veces y en ninguna de ellas pareció escucharla, solo negaba y susurraba para si mismo; si estuvieran en el mundo normal se habría alejado al instante de el, daba un poco de miedo su capacidad para desconectarse tan rápido del exterior e importarle tan poco lo que las demás personas podrían pensar de el.
Siguió recorriendo el pasillo en silencio, su piel se veía mas pálida de lo que en verdad era casi como en un tono enfermizo y noto los lunares que le decoraban el brazo derecho, era curioso como tenia mas en ese brazo que en el otro donde prácticamente tenia solo uno.
Las otras puertas también eran interesantes, ninguna era tan minimalista como la de Oliver que se abría con presión, todas las demás tenían pomos y acababa de pasar por una donde la manija giraba sola.
Dejo de sonreír parándose en seco.