No sabia que pensar de ese chico... Oliver.
Lo único que no quería era regresar a esa habitación de hotel y tenia que arriesgarse esperando que el chico rubio del sillón no resultara algún maleante.
"No te hare daño" repitió en su mente por decima vez la promesa de Oliver. Le quería creer, ansiaba tocar a otra persona, llorar porque no recordaba a Allison, pero no podía.
No estaba segura de cuantas personas habían prometido lo mismo y al final solo habían roto su palabra. Tal vez podrían haber dicho de verdad, pero eventualmente todos nos hacemos daño.
Esta vez era distinto, tenia el presentimiento desde el inicio que su vida correría peligro si no elegía sabiamente. Relajo la fuerza sostenida de sus manos y decidió observarlo descaradamente
Era rubio con el cabello un poco debajo de los hombros, el era fácilmente media cabeza mas alto que ella, pálido igual que ella, su nariz era recta y sus labios sorprendentemente carnosos, no alcanzaba a verle el color de sus ojos, pero casi estaba segura de que eran claros. Era lindo se podría decir.
Oliver se aclaro la garganta cuando noto que lo observaba, aun así no desvié la mirada y el, por primera vez tuvo la fuerza para mirarme a los ojos.
--Hm, Sabes mi nombre, ¿Cuál es el tuyo? –pregunto jugueteando con los dedos.
No hubo respuesta.
--¿Sabes hablar?
Rodé los ojos y asentí, el no pareció sorprendido.
--¿No confías en mi?—no le respondí—. Eso esta bien, yo tampoco confió en ti.
Frunció el ceno visiblemente; el era el chico nuevo, el era la amenaza. Ella no debería de confiar en el, no se suponía que debía de ser así.
--¿Cómo sugieres arreglar nuestros problemas de confianza?—pregunte, el pareció un poco sorprendido al inicio por escuchar mi voz, pero en seguida se centro.
--¿Puedo?—dijo señalando la mesa contigua a la mía, asentí recelosa y aun así la distancia era segura para ambos—. Podemos empezar con los problemas que hemos tenido desde que estamos aquí.
Un grave caso de perdida de memoria, pensé. Pero no lo dije, bien podría querer sacarme información y después simplemente asentir a todo lo que digo.
--¿Cuáles fueron tus problemas?—esquive su pregunta, con su respuesta sabría si debía de confiar en el o no.
--Hmm—dudo—. Lo siento, pero yo pregunte primero.
--¿Cómo se que no copiaras mi respuesta simplemente para que confié en ti?
--No lo sabes
Se sorprendió por la confianza con la que respondió, pero casi de inmediato achico los ojos, confundido.
--No se suponía que debía de sonar así, quiero decir... No lo sabes y eso es un problema porque yo tampoco sabría si tu estas diciendo la verdad—se incorporo y empezó a darle vueltas a la mesa, irritado—. ¿Cómo podemos saber si decimos la verdad?—se cuestiono mas para si mismo.
Dejo de prestar atención, lo único que me tenia mas preocupada de saber si mentía ese extraño, era la linda pulsera que Allison me había hecho. Aunque no recordara nada de aquella chica, su simple nombre la llevaba a sentirse segura, amada—que le parecía extraño esa sensación—y al mismo tiempo una gran responsabilidad.
Ella vivía por Allison.
Ahora que no estaba a su lado se preguntaba que era de ella.
--¡LO TENGO!—grito Oliver, sobresaltándola del susto, volteo a verlo con cara de pocos amigos, pero aun así no disminuyo su emoción—.Sígueme
Oliver ya había llegado al inicio del pasillo cuando se percato que Morgan no lo seguía, se dio la vuelta y ella aun estaba sentada en la mesa.
--¿Por qué no te mueves?
--Porque no confió en ti, ¿recuerdas?—si el no odiara tanto voltear los ojos en blanco, lo haría en ese momento.
--No te hare daño—y ella aun no se movió, suspiro—. Alzare ambos brazos y puedes estar tan lejos de mi como sea posible
--Quedándome aquí estoy lejos de ti
--¿Por favor? Te prometo que no te hare perder el tiempo—suplico con el tono mas dulce y chillón que pudo hacer.
Ella se levanto y camino hasta llegar a su lado, esperando algo, no lo entendió hasta que con la mirada señaló sus brazos. Rápidamente los alzo al techo.
--Solo dime tu idea y así acabamos con esto.
--Sígueme y te digo—no la dejo terminar y empezó a caminar rumbo a su habitación.
A Morgan no le quedo otra opción mas que seguirlo por el interminable pasillo blanco, le parecía algo sorprendente que hasta ahora no había notado ninguna mancha de tierra. Supuso que debían de estar aislados, no había sentido tanto frio hasta ahora; Oliver parecía animado, aun no sabia que pensar de el, además de que podría ser un enemigo en potencia.
--¿Por qué te detienes?—pregunto cuando por accidente lo empujo por la espalda.
--Llegamos
Se dio cuenta al ver ropa de hombre y un escritorio en medio del pasillo, al lado izquierdo estaba un cuarto abierto, debía de ser en el que Oliver despertó dedujo y no le sobraron dudas cuando paso algo desconfiado, suspiro en el momento que entro a la habitación.
--¿Me estas mostrando que eres desordenado?—pregunto señalando las cosas en medio del pasillo.
--No podía salir de mi habitación, la primera vez que lo intente me electrocute. Paso un poco de tiempo antes de volver a intentar cruzar la puerta, para salir se me ocurrió lanzarme con el escritorio que esta hecho de un material aislante y eso evitaría que sufriera una descarga, lo intente y bueno, aquí estamos—alzo las cejas, esa respuesta no se la esperaba.
--Supongo que no intentaste desactivar la protección
Oliver dejo de buscar entre el piso para mirar si lo decía en broma, ella estaba suprimiendo las ganas de reírse. Así que había una forma de desactivar las armas de la puerta provocativa, tentadora y peligrosa, una tarea para investigar mas tarde.
--¿Cómo desactivaste tu puerta?
--Primero quiero saber que puedo decírtelo, así que lo que sea que esta buscando... mas vale que funcione.
--Funcionara, no eres la única que no quiere vivir con la duda.
Siguió buscando entre los montones de ropa que estaban en el suelo, se agacho y al ver debajo de la cama vio el blanco de la hoja y al lado se encontraba la pluma de tinta negra que había usado por mucho tiempo.
Se alzo con la hoja y la pluma victorioso y sonrió de oreja a oreja, Morgan que seguía recargada en el marco de la puerta no entendía su emoción, pero admitía para sus adentros, que Oliver tenia una bonita sonrisa.
--Cada quien escribirá lo que sucedió cuando despertó, al terminar nos cambiaremos los papeles y leeremos lo del otro. No hay forma de que alguno de los dos hiciera trampa.
--Sorprendentemente es una buena idea—Fue el turno de Oliver de mostrar una cara de pocos amigos, ella extendió su sonrisa.
Tenia una bonita estructura ósea, no había duda.
En la misma habitación tiempo después de que convenciera a Morgan de entrar, ella empezó escribiendo lo que vivió, cuando termino doblo el papel y lo repaso mientras Oliver escribía su versión de los hechos. Cuando el termino, ambos se sentaron en la cama y se intercambiaron los papeles.
Oliver empezó a leer con mucha curiosidad:
"Cuando desperté tenia la mente en blanco y después me llego un nombre, Morgan. Sabia que era el mío, pero era todo. Decidí no levantarme de la cama hasta recordar algo mas, pero cada vez que lo intentaba me dolía la cabeza horrible. Recordé unas cuantas cosas, todas insignificantes. No recuerdo nada, y me sentí como un papel en blanco. Morgan".
Morgan inicio a leer, dudosa.
"Recuerdo estar primero en una habitación oscura, la cabeza me retumbaba, no lograba pensar en algo, no recordaba nada, me desmaye y desperté en mi habitación, no podía moverme al principio, cuando al fin lo hice, la explore y trate de recordar. Todavía sufro de amnesia, pude recordar mi nombre cuando intente cruzar la puerta por primera vez, pero eso es todo a grandes rasgos. Espero que ahora puedas confiar en mi, no tengo ninguna intención de hacerte daño, solo quiero entender. Oliver".
Alzo la mirada y se encontró que el la observaba con una media sonrisa, eso la conmovió y también sonrió. Sabia ahora que podía confiar en el, no era el enemigo.
Oliver no sabia que decir ahora, ella le estaba sonriendo, eso significaba que ya confiaba en el, lo cual es bueno. Estaba a punto de carraspear para romper el silencio incomodo, pero ella hizo algo que lo tomo desprevenido. Sus brazos lo rodeaban por completo y había apoyado su cabeza en su hombro, el estaba nervioso, quieto.
Cuando escucho pequeños sollozos supo que existía algo que no le había contado, pero no importaba, ella necesitaba apoyarse en alguien y la verdad... El también. Sus brazos se cruzaron en su espalda y se quedaron ahí, ella se exalto cuando sintió los brazos de Oliver en su espalda, pero no se movió.
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Olvidados
General Fiction"Y en un cerrar de ojos, el viento se llevo nuestros recuerdos" Despertar en una habitacion blanca y no recordar nada, ni siquiera tu nombre.