[...]Patri cierra la puerta del patrulla en un suspiro, con el bultito de papel entre sus manos y el pelo aún goteando por su ducha. Entre una cosa y otra no les ha dado tiempo a comer de camino a comisaría así que van a almorzar mientras patrullan. Kovacs le había dado la enhorabuena a Patri por llegar a tiempo, cosa bastante inusual en él, y los buenos días a Jeff, por llegar tan pronto a trabajar.
—Odio todo.—se queja, desenvolviendo el papel y dandole un mordisco al sándwich. Le sabe a gloria, y eso que es jamón y queso nada más. Por un breve segundo le recuerdan a los sanguchitos de miga que le hacia su madre, en su querida Argentina cuando era pequeño y se pone nostálgico. Jeff sonríe mientras le ve comer y sale del parking de comisaría. —Eres un quejica.—
—Un quejica con resaca y mucho sueño.—le corrige. Las migas de pan le resaltan en el uniforme azul pero no parece importarle, porque sigue comiendo sin tapujos. —¿Te ha escrito?—
—¿Quién?—
—¿Cómo que quién pelotudo?—le pregunta gesticulando con las manos ocupadas por su sándwich.—¡Robert!—
Niega con la cabeza mientras aparca malamente para comerse su sándwich también. Desenvuelve el papel y le da un bocado. —¿Cómo que no?—
Vuelve a negar. Se aparta una miga que se le ha caído en el pantalón. —No me ha escrito y no creo que lo haga. Probablemente se arrepienta.—le confiesa a su amigo. A Patri no le gusta ese tono triste en los ojos de Jeff.
—¿Porqué crees eso?—
Le habla con la boca llena. —A ver Patri, ¿A quien queremos engañar? Es Robert, tuvo novia hasta hace dos meses.—
—Lo dejaron hace tres.—le corrige.
Jeff le mira arqueando una ceja.
—¿Porqué lo sabes tan bien?—Se encoge de hombros, despreocupado mientras le da otro bocado a su sándwich. —Cotilleo de vestuario.—
No dice nada más y sigue comiendo. No se siente con ganas de seguir argumentando, tan solo quiere disfrutar de su sándwich en paz. El ordenador del patrulla vibra levemente y emite un sonido, que ambos reconocen como una licorería. "Zeta-veinte junto con zeta-treinta acudan al último código tres."
Jeff suspira envolviendo de nuevo el tentempié y al unísono Patri suspira por igual, pero él continúa mordisqueando el sándwich.
[...]
Jeff suelta la puerta del patrulla mientras carcajea y Patri le cuenta como cuando era pequeño y su abuela tenía un corral, tuvo que escapar de una gallina obsesionada con picarle los tobillos. A Walker le duele el estómago y Quiroga se siente afortunado de hacerle reír así. Cuando llegan al atraco, hay alguien negociando en la puerta, pero no se fijan en quien, así que siguen bromeando. Se acercan a la cadete, que está ahí con un bloc de notas tomando apuntes del superior y Patri la rodea con el brazo por los hombros. —¿Cómo esta la nena más linda de todos Los Santos?—le dice cuando la reconoce. Es Noah, la cadete más pequeña de la última tabla. Tiene las mejillas llenas de pecas y unos ojos castaños de un tono similar a los de Jeff. La niña sonríe tímida.—H-Hola, Oficial Quiroga. Buenos días a usted también, Detective Walker.—
—Ay, mirála que linda que es, está toda chiquita.— Patricio la apapacha la mejilla mientras hace una mueca de ternura y Jeff tan solo los mira, sonriente. De fondo, el atracador se queja de algo que el superior le ha denegado.
—Quiroga, deja de molestar a mi cadete.—dice una voz áspera que Jeff reconocería en cualquier lado. Se pone pálido y siente nauseas de repente, porque no se había preparado para verle tan pronto. Patri carraspea y se separa de ella inmediatamente. La cría cierra la libreta y se guarda el lápiz en uno de los bolsillos. Robert sigue caminando sin fijarse en nadie mientras recarga la pistola con Noah detrás. —Al coche gorrita, vosotros moved el culo, la persecución empieza ya.—ordena, pulcro y seguro.
ESTÁS LEYENDO
Jeff+Robert!
Romance¿Que pasaría si Robert le concediera una cita? Leve contenido +18.