Jeff suspira mientras cierra el informe. Un título grande y en negro cita; Kalahan-Hamilton. Femicidio. Son las nueve de la noche y el agua de la ducha resuena junto con un tema popular del momento. Mientras sigue con la mirada perdida en el papel, Patri sale del baño con el teléfono y a su vez la melodía, en la mano. La conecta a la pantalla de plasma y pronto la música rebota entre las paredes del salón. Jeff hace una mueca ante el ruido. —Patri...—murmura, mirándole mientras se deja caer contra el sofá.
Quiroga le mira con esa sonrisa tan convincente y atractiva que tiene. Sus ojos azules relucen ante la felicidad que irradia estos días y las gotas se escurren por su mohicano resbalando por sus músculos y bajo la toalla. —Vamos, hermano. ¡Baila conmigo!—anima mientras le toma de la mano y tira de él. Jeff se levanta de mala gana y Patri le coloca las manos en posición de tango. La bachata que suena de fondo combina perfectamente con el movimiento de Quiroga y a su lado Jeff parece un poste. Walker se anima un poco cuando su amigo empieza a cantar a todo pulmón la letra y sigue bailando, dándole igual que él no se esté casi moviendo. —¡Baila boludo, mové ese culo!—
Jeff gira sobre si mismo cuando Patri le impulsa a ello y sonríe levemente. Se mueven al mismo tiempo y Walker decide cantar también, porque se sabe la letra. —¡Así!¡Así!—anima entre risas.
La canción acaba con ambos respirando más rápido y sonrientes. —Mirá la cara de contento que tenés ahora.—señala.
—Sabes que no estoy muy animado.—dice sentándose en el sofá de nuevo. Una canción nueva inunda su salón, con un ritmo parecido a la anterior.
—Jeff, han pasado cinco días. No has salido de casa.—
—Lo sé, pero...—
—No te preocupes, que para esto estoy yo, para animarte. Esta noche nos vamos de fiesta.—declara, muy convencido entrando a la habitación.
—No, Patri. No me apetece.—le dice desde el salón.
—¡Dale! Hay barra libre en el Hen-House.—Jeff suspira exagerado, escurriéndose por el sofá.—Por favor, va a ir Zandra.—
—Ah, que encima voy de sujetavelas.—
—También va Devon.—
—¿Y ese quién es?—
—Su amigo del hospital. Vos sabés que yo soy súper heterosexual pero ese chabón esta bien bueno. Él seguro que te anima la noche.—dice, sugerente.
—No se Patri, no me convence.—
—Yo voy a ir, vos decides si te quedás acá solo y amargado o si venís conmigo, te tomás unos tragos y bailás un poquito con el tipo buenardo.—
[...]
—No tendría que haber venido.—
—¡Por dios Jeff! ¡Me estás amargando el trago boludo! ¡Camarero, tráigale otro a mi ñeri por favor!—dice mientras la música retumba en sus cabezas. Están sentados en la barra del bar y el camarero desliza ágil un vaso con alcohol. —Trágate eso sin preguntar, todo.—le indica su amigo sin hueco a quejas. Jeff obedece y se lo bebe. Hace una mueca cuando el líquido que reconoce como whiskey se escurre por su garganta. Ahora, él hace un gesto al camarero para que le ponga otro más. Patri le mira sorprendido. —Si que te animás rápido vos...—
Jeff se encoge de hombros. —¿Cuando viene el tal Devon?—
Patricio revisa su teléfono por no-sabe-cuanta-vez en esa noche y hace una mueca. —Zandra me dijo que estaban al caer.—dice. Justo cuando finaliza la frase, unas manitas pálidas con las uñas pintadas de azul y anillos de colores le tapan los ojos y sonríe. —¿Quién soy?—pregunta.
ESTÁS LEYENDO
Jeff+Robert!
Romance¿Que pasaría si Robert le concediera una cita? Leve contenido +18.