Jeff recorre el pasillo sin prisas, bajo el único sonido de sus botas. Se dirige hacia su despacho, donde sabe que está gracias a palabras de Noah.
Entra, sin tan siquiera llamar. Está revisando papeles mientras fuma tranquilamente con la ventana abierta y debido al reciente intruso en su despacho, alza la mirada. Sus ojos verdes chocan contra los oscuros de Jeff y parece algo nervioso de primeras cuando tose levemente al atragantarse con el humo. —J-Jeff... No esperaba verte.—
—Se que me estás evitando.—
En cuanto esas palabras abandonan la boca de Jeff, pierden el contacto visual. Robert aparta la mirada de inmediato mientras le da una calada al cigarrillo y se dedica a seguir inspeccionando papeles que ya no sabe ni que son. —No he tenido tiempo de buscarte.—dice sin mirarle expulsando humo por la boca.
Jeff bufa, cerrando la puerta tras de sí y acercándose al escritorio. De una palmada sobre los papeles, frena el movimiento de manos que tiene Robert y clava los ojos en su cara. Están irremediablemente cerca y Jeff emana un aura hostil.
La luz del flexo es lo único que ilumina en todo el despacho y sus ojos verdes se ven más claros. Robert le mira y las pecas que ya se conoce casi de memoria le saludan igual de inocentes que siempre mientras el barullo de el tráfico se mezcla con el humo del cigarro. —Solo quiero hablar. Por favor.—
Cuando le mira, en la oscuridad de sus ojos se proyectan los recuerdos de hace dos noches y no se siente capaz. Ve sus ojos oscuros relucir ante otra persona y le flaquean las piernas. Aparta la mirada de inmediato de nuevo, y mientras lo hace, intenta revocar las palabras de Collins a su cabeza junto a la conversación de esta mañana. —Habla.—murmura, dándole una calada al cigarro.
—No pasó nada. En ningún punto de la noche. Si que es cierto que malinterpretó mis intenciones y pensaba que buscaba algo con él, cosa que después aclaramos.—
—¿Y cómo se que es verdad?—alza la mirada, algo desafiante e inseguro por partes iguales.
—Te lo juro por Eliott.—le dice serio, mirándole fijamente. Mantienen la mirada durante unos largos segundos, donde todo parece desvanecerse a sus alrededores. El barullo del tráfico enmudece y el humo del cigarro desaparece.—Lo siento.—pronuncia ahora, aún sellado a sus ojos.
Ante esas palabras, Robert cede. Todo su cuerpo se destensa en un suspiro y suelta el cigarro en el cenicero. Se desliza fuera de la silla y se pone en pie, para después acercarse a Jeff y enredarse contra su pecho. Al principio, Walker está algo confuso, ya que no se esperaba ese tipo de reacción, pero tras tan sólo varios segundos le envuelve con sus brazos por igual.
—Yo también lo siento, soy un capullo. Fue un numerito de celos sin sentido.—murmura contra su uniforme. Cierra los ojos con más fuerza mientras una frase retumba con fuerza en su cabeza y el corazón late desbocado en su pecho. —He...—tartamudea, dudoso ante lo que está apunto de decir.—He estado trabajando en mejorar para no volver a hacerte daño. Porque... Porque me... me gustas, Jeff. Y te mereces todo lo bueno que alguien pueda darte.—confiesa aferrándose más a su agarre.
Walker, por otro lado, siente un revoloteo en el estomago el cual no sabe controlar. Se separa de él cuando Robert afloja y siente como tiene toda la cara roja.
Ahí, Robert se da cuenta de la magnitud de sus palabras y carraspea en busca una excusa para salir corriendo. Se palpa el pinganillo en la oreja y lo aprieta, conectándose a una frecuencia en la que solo está él. —¿Sí?¿Noah? No te preocupes, ya voy. M-Me llaman, te veo luego.—
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Jeff+Robert!
Romance¿Que pasaría si Robert le concediera una cita? Leve contenido +18.